Перевод: со всех языков на все языки

со всех языков на все языки

lo tenía delante de las narices

  • 1 delante

    adv.
    1 in front.
    ve tú delante, yo me sentaré detrás you go in the front, I'll sit at the back
    el de delante the one in front
    el asiento de delante the seat in front
    delante de mí/ti in front of me/you
    lo tienes delante de las narices it's in front of your nose
    2 opposite (enfrente).
    delante hay una fábrica there's a factory opposite
    * * *
    1 (enfrente) in front; (adelantado) in front, ahead
    2 de delante in front
    3 delante de in front of, ahead of, before
    4 por delante in front, ahead
    \
    llevarse todo por delante figurado to destroy everything
    * * *
    adv.
    * * *
    ADV

    en el coche me gusta sentarme delante — I like to sit in the front of the car, when I'm in a car I like to sit in the front

    de delante, la parte de delante — the front part

    hacia delante, hizo un movimiento hacia delante — he moved forward(s)

    por delante, yo iba por delante con la linterna — I went in front with the torch

    llevarse 2)
    2)

    delante dein front of

    3) esp Cono Sur

    delante mío/tuyo — in front of me/you

    * * *
    1) (lugar, parte) [Latin American Spanish also uses adelante in many of these examples]

    llevarse algo/a alguien por delante: el coche se lo llevó por delante the car went o ran straight into it/him; se lleva a todo el mundo por delante — he rides roughshod over everybody

    2)

    delante de — (loc prep)

    a) ( en lugar anterior a) in front of

    delante de mí/ti/él — in front of me/you/him

    b) ( en presencia de) in front of
    * * *
    = ahead, in front.
    Ex. He glanced casually at the ill-balanced frontages of the buildings ahead that stretched on and on until they melded in an indistinguishable mass of gray at Laurence Street.
    Ex. At first glance, one may only be conscious of the people stationed behind the desk and those waiting in front.
    ----
    * caerse hacia delante = fall forward.
    * con una mano delante y otra detrás = penniless, skint, broke.
    * dar un paso hacia delante = step up.
    * de delante hacia atrás = front to back, fore and aft.
    * delante de = before, in front of.
    * delante del pelotón = ahead of the pack.
    * delante de + Posesivo + propios ojos = before + Posesivo + (own two) eyes, before + Posesivo + very eyes.
    * delante y detrás = front and back.
    * en la parte de delante = at the front.
    * enumerar hacia delante = list + forwards.
    * estar muy por delante de = be way out ahead of.
    * estar muy por delante de su tiempo = be years ahead of + Posesivo + time.
    * estar por delante de = be ahead of.
    * inclinarse hacia delante = tip forward.
    * ir delante = lead + the way.
    * ir hacia delante = page + forward.
    * mantenerse por delante = keep + ahead.
    * mantenerse por delante de la competencia = keep + one step ahead of the game, keep + one step ahead of the competition.
    * moverse hacia atrás y hacia delante = move back and forth.
    * muy por delante de = far ahead of.
    * pasar por delante de = make + Posesivo + way past.
    * poner Algo por delante de = put + Nombre + ahead of.
    * poner delante de = lay before.
    * por delante = ahead.
    * por delante de = ahead of.
    * por delante de la competencia = ahead of the game.
    * por delante y por detrás = front and back.
    * seguir por delante de = keep + one step ahead of.
    * tambalearse hacia delante y hacia atrás = wobble back and forth.
    * tener delante = have + before.
    * trabajar hacia delante = work forward.
    * un paso por delante de = one step ahead of.
    * * *
    1) (lugar, parte) [Latin American Spanish also uses adelante in many of these examples]

    llevarse algo/a alguien por delante: el coche se lo llevó por delante the car went o ran straight into it/him; se lleva a todo el mundo por delante — he rides roughshod over everybody

    2)

    delante de — (loc prep)

    a) ( en lugar anterior a) in front of

    delante de mí/ti/él — in front of me/you/him

    b) ( en presencia de) in front of
    * * *
    = ahead, in front.

    Ex: He glanced casually at the ill-balanced frontages of the buildings ahead that stretched on and on until they melded in an indistinguishable mass of gray at Laurence Street.

    Ex: At first glance, one may only be conscious of the people stationed behind the desk and those waiting in front.
    * caerse hacia delante = fall forward.
    * con una mano delante y otra detrás = penniless, skint, broke.
    * dar un paso hacia delante = step up.
    * de delante hacia atrás = front to back, fore and aft.
    * delante de = before, in front of.
    * delante del pelotón = ahead of the pack.
    * delante de + Posesivo + propios ojos = before + Posesivo + (own two) eyes, before + Posesivo + very eyes.
    * delante y detrás = front and back.
    * en la parte de delante = at the front.
    * enumerar hacia delante = list + forwards.
    * estar muy por delante de = be way out ahead of.
    * estar muy por delante de su tiempo = be years ahead of + Posesivo + time.
    * estar por delante de = be ahead of.
    * inclinarse hacia delante = tip forward.
    * ir delante = lead + the way.
    * ir hacia delante = page + forward.
    * mantenerse por delante = keep + ahead.
    * mantenerse por delante de la competencia = keep + one step ahead of the game, keep + one step ahead of the competition.
    * moverse hacia atrás y hacia delante = move back and forth.
    * muy por delante de = far ahead of.
    * pasar por delante de = make + Posesivo + way past.
    * poner Algo por delante de = put + Nombre + ahead of.
    * poner delante de = lay before.
    * por delante = ahead.
    * por delante de = ahead of.
    * por delante de la competencia = ahead of the game.
    * por delante y por detrás = front and back.
    * seguir por delante de = keep + one step ahead of.
    * tambalearse hacia delante y hacia atrás = wobble back and forth.
    * tener delante = have + before.
    * trabajar hacia delante = work forward.
    * un paso por delante de = one step ahead of.

    * * *
    A
    (lugar, parte) [ Latin American Spanish also uses adelante in many of these examples] voy yo delante, que sé el camino I'll go ahead o in front, I know the way
    no te pongas delante, que no veo don't stand/sit in front of me, I can't see
    tengo tu carta delante I have your letter in front of me
    el asiento de delante the front seat
    la falda cierra por delante the skirt buttons up at the front
    tienes toda la vida por delante you have your whole life ahead of you
    cualquier obstáculo que se le pusiera por delante any obstacle that got in her way
    llevarse algo/a algn por delante: el coche se lo llevó por delante the car went o ran straight into him
    se llevó a todo el mundo por delante (físicamente) he pushed everybody out of the way; (atropellando sus derechos) he rode roughshod over everybody
    B
    1 (en lugar anterior a) in front of
    delante de la ventana in front of the window
    delante de mí/ti/él or ( crit) delante mío/tuyo/suyo in front of me/you/him
    2 (en presencia de) in front of
    la insultó delante de todos he insulted her in front of everyone
    * * *

     

    delante adverbio
    1 (lugar, parte) Latin American Spanish also uses
    adelante in many of these examples: yo voy delante I'll go ahead o in front;

    no te pongas delante don't stand in front of me;
    lo tengo aquí delante I have it right here;
    el asiento de delante the front seat;
    la parte de delante the front;
    el pasajero de delante the passenger in the front
    2

    delante adverbio
    1 (lugar) in front: delante de nosotros había un hombre, there was a man in front of us
    siéntate tú delante, sit in front
    la puerta de delante, the front door
    (movimiento) los niños iban caminando delante de mí, the children were walking ahead of me
    pase usted delante, por favor, you go first, please
    se inclinó hacia delante, he bent forward
    2 (en presencia de) in front of: se puso a gritar delante de todos, she started to shout in front of everyone
    ♦ Locuciones: se lo lleva todo por delante, she destroys everything in her path
    tienes toda la vida por delante, you have your whole life ahead of you
    ' delante' also found in these entries:
    Spanish:
    A
    - actual
    - algún
    - apoltronarse
    - atusarse
    - bastante
    - buen
    - cacerolada
    - clavada
    - clavado
    - delgada
    - delgado
    - el
    - en seguida
    - enferma
    - enfermo
    - enseguida
    - extensa
    - extenso
    - frente
    - justamente
    - mal
    - muerdo
    - nutrido-a
    - pasmada
    - pasmado
    - por
    - primer
    - revés
    - sombra
    - tan
    - telonera
    - telonero
    - ti
    - toda
    - todo
    - vuestra
    - vuestro
    - adelantar
    - alguno
    - alto
    - ante
    - antepenúltimo
    - anteponer
    - antiguo
    - auténtico
    - aventajar
    - bueno
    - cada
    - ciento
    English:
    A
    - actual
    - ahead
    - alive
    - alone
    - also
    - always
    - and
    - appreciate
    - asleep
    - before
    - busline
    - by
    - carry along
    - draw up
    - drive
    - eye
    - fast forward
    - first
    - forward
    - front
    - frozen
    - go ahead
    - humiliate
    - lead
    - little
    - marmalade
    - mat
    - neither
    - never
    - nice
    - often
    - past
    - quite
    - still
    - thrust forward
    - tip forward
    - tip forwards
    - to
    - undress
    - very
    - way
    - wind forward
    - dead
    - follow
    - great
    - pull
    - right
    - rough
    - slog
    * * *
    delante adv
    1. [en primer lugar, en la parte delantera] in front;
    [enfrente] opposite;
    delante hay una fábrica there's a factory opposite;
    ¿dónde has aparcado? – delante where have you parked? – opposite;
    ve tú delante, yo me sentaré detrás you go in the front, I'll sit in the back;
    nos sentamos delante para ver mejor we sat at the front so we could see better;
    el de delante the one in front;
    las luces/el asiento de delante [en automóvil] the front lights/seat;
    está sentado en el asiento de delante [en el inmediatamente anterior] he's sitting in the seat in front of me;
    delante de in front of;
    delante de mí/ti in front of me/you;
    lo tienes delante de las narices it's right in front of o under your nose;
    pasamos por delante de la catedral we passed in front of the cathedral;
    hay que acortar el vestido por delante the dress needs taking up at the front;
    visto por delante resulta impresionante it's very impressive (seen) from the front;
    la avalancha se llevó a los esquiadores por delante the avalanche engulfed the skiers;
    tenemos un mes entero por delante we have a whole month ahead of us
    2. [presente] present;
    cuando no está delante, todos hablan mal de él everyone speaks ill of him behind his back, whenever he's not there, everyone speaks ill of him;
    delante de [en presencia de] in front of;
    se desnudó delante de todo el mundo she undressed in front of everyone;
    comparecer delante de un tribunal to appear before a court
    * * *
    adv
    1 in front;
    lo tengo delante I have it in front of me;
    el asiento de delante the front seat;
    se abrocha por delante it does up at the front;
    tener algo por delante have sth ahead of o in front of one
    2 ( más avanzado) ahead;
    por delante ahead;
    ¡pase usted delante! you first!, after you!
    3 ( enfrente) opposite
    4
    :
    delante de in front of
    * * *
    delante adv
    1) enfrente: ahead, in front
    2)
    delante de : before, in front of
    * * *
    delante adv in front

    Spanish-English dictionary > delante

  • 2 nariz

    f.
    1 nose.
    operarse (de) la nariz to have a nose job
    sangraba por la nariz her nose was bleeding
    sonarse la nariz to blow one's nose
    nariz aguileña/chata/respingona hooked/snub/turned-up nose
    2 nostril (orificio).
    3 sense of smell (olfato).
    4 snout, muzzle, nose, lug.
    5 latch pin.
    * * *
    1 ANATOMÍA nose
    2 figurado (sentido) sense of smell
    interjección ¡narices!
    1 familiar not on your life!
    \
    asomar las narices to nose about, nose around
    dar en la nariz algo a alguien to get the feeling (that)...
    darle a alguien con la puerta en las narices to slam a door in somebody's face
    darse de narices con algo/alguien to bump into something/somebody
    dejar a alguien con tantas narices / dejar a alguien con un palmo de narices to let somebody down
    ¡de narices! familiar brilliant!
    en las narices de alguien right under somebody's nose
    estar hasta las narices de familiar to be fed up (to the back teeth) with
    hacer lo que le sale a uno de las narices familiar to do whatever one likes, do whatever one feels like
    meter las narices en algo to poke one's nose into something
    no ver uno más allá de sus narices to see no further than the end of one's nose
    pasar algo por las narices a alguien to keep going on about something to somebody, harp on about something to somebody
    romper las narices a alguien to smash somebody's face in
    romperse las narices to fall flat on one's face
    salirle algo a uno de las narices to feel like doing something
    tener narices familiar (ser abusivo) to be beyond a joke, be too much 2 (tener valor) to have guts
    ¡tiene narices (la cosa)! familiar it's a bit much!
    tocar las narices familiar to be a nuisance, be a pest
    ¡quieres dejar de tocarme las narices! will you get off my back!
    ¡tócate las narices! familiar (con asombro) would you believe it? 2 (con enfado) (isn't it) bloody marvellous!
    nariz aguileña aquiline nose
    nariz griega straight nose
    nariz respingona turned-up nose
    * * *
    noun f.
    * * *
    SF
    1) (Anat) nose

    tengo la nariz tapada — I have a blocked nose, my nose is blocked

    hablar con o por la nariz — to talk through one's nose

    sangre 1), sonarse
    2)

    me da en la nariz que no está diciendo la verdadI get the feeling o something tells me that she is not telling the truth

    delante de o en las narices de algn *

    - estar hasta las narices de algo/algn

    eso me lo paso por las narices* I couldn't care less * o I don't give two hoots * about that

    pasar o restregar por las narices *

    siempre nos están restregando por las narices que tienen mucho dinero — they're always rubbing our noses in the fact that they have a lot of money

    ¡tiene narices la cosa! — it's outrageous!

    palmo
    3) Esp
    * [frases de sentido exclamativo]

    ¡narices! — rubbish!, nonsense!

    ¿dónde narices están mis calcetines? — where on earth are my socks? *

    ¿qué días de fiesta ni que narices? ¡aquí todo el mundo trabaja! — holidays! what are you talking about? here everybody has to work!

    4) (=olfato) nose, sense of smell
    5) [del vino] nose
    * * *
    a) (Anat) nose

    habla con or por la nariz — he has a nasal voice o twang

    darle en or por las narices a alguien — (fam) to get one up on somebody (colloq)

    darse de narices con alguien — (fam) to bump into somebody (colloq)

    darse de narices con or contra algo — (fam)

    en mis/sus propias narices — (fam) right under my/his nose

    estar hasta las narices de algo/alguien — (fam) to be fed up (to the back teeth) with something/somebody (colloq)

    meter las narices or la nariz en algo — (fam) to poke one's nose into something (colloq)

    no ve más allá de sus narices — (fam) he can't see further than the end of his nose

    por narices — (Esp fam)

    ahora te lo comes, por narices — now you're going to eat it, if it's the last thing you do (colloq)

    tener narices — (Esp fam)

    si tendrá narices el tío!he has some nerve! (AmE colloq), he's got a nerve o cheek! (BrE colloq)

    tiene narices la cosa!it's ridiculous!

    b) ( de avión) nose
    * * *
    = nose.
    Ex. Without the ability to select when faced with these choices we would be like demented dogs chasing every attractive smell that reaches our noses in complete confusion of purpose.
    ----
    * cirugía estética de la nariz = nose job.
    * de nariz chata = pug-nosed, flat-nosed.
    * de nariz respingada = pug-nosed, flat-nosed.
    * de nariz respingona = pug-nosed, flat-nosed.
    * ¿dónde narices...? = where on (this) earth...?.
    * hablar con la nariz = talk through + Posesivo + nose.
    * hablar por la nariz = talk through + Posesivo + nose.
    * hurgarse la nariz = pick + Posesivo + nose.
    * meter la nariz en = snoop about/(a)round/into/in.
    * meter las narices en = snoop about/(a)round/into/in, poke about/(a)round/into/in, nose about/(a)round/into/in, pry (into).
    * meterse el dedo en la nariz = pick + Posesivo + nose.
    * nariz chata = pug nose.
    * nariz respingada = pug nose.
    * nariz respingona = pert nose, pug nose.
    * ¿qué narices...? = what on (this) earth...?, What the heck...?.
    * sangrar por la nariz = have + a nose bleed, bleed through + Posesivo + nose.
    * sonarse la nariz = blow + Posesivo + nose.
    * * *
    a) (Anat) nose

    habla con or por la nariz — he has a nasal voice o twang

    darle en or por las narices a alguien — (fam) to get one up on somebody (colloq)

    darse de narices con alguien — (fam) to bump into somebody (colloq)

    darse de narices con or contra algo — (fam)

    en mis/sus propias narices — (fam) right under my/his nose

    estar hasta las narices de algo/alguien — (fam) to be fed up (to the back teeth) with something/somebody (colloq)

    meter las narices or la nariz en algo — (fam) to poke one's nose into something (colloq)

    no ve más allá de sus narices — (fam) he can't see further than the end of his nose

    por narices — (Esp fam)

    ahora te lo comes, por narices — now you're going to eat it, if it's the last thing you do (colloq)

    tener narices — (Esp fam)

    si tendrá narices el tío!he has some nerve! (AmE colloq), he's got a nerve o cheek! (BrE colloq)

    tiene narices la cosa!it's ridiculous!

    b) ( de avión) nose
    * * *
    = nose.

    Ex: Without the ability to select when faced with these choices we would be like demented dogs chasing every attractive smell that reaches our noses in complete confusion of purpose.

    * cirugía estética de la nariz = nose job.
    * de nariz chata = pug-nosed, flat-nosed.
    * de nariz respingada = pug-nosed, flat-nosed.
    * de nariz respingona = pug-nosed, flat-nosed.
    * ¿dónde narices...? = where on (this) earth...?.
    * hablar con la nariz = talk through + Posesivo + nose.
    * hablar por la nariz = talk through + Posesivo + nose.
    * hurgarse la nariz = pick + Posesivo + nose.
    * meter la nariz en = snoop about/(a)round/into/in.
    * meter las narices en = snoop about/(a)round/into/in, poke about/(a)round/into/in, nose about/(a)round/into/in, pry (into).
    * meterse el dedo en la nariz = pick + Posesivo + nose.
    * nariz chata = pug nose.
    * nariz respingada = pug nose.
    * nariz respingona = pert nose, pug nose.
    * ¿qué narices...? = what on (this) earth...?, What the heck...?.
    * sangrar por la nariz = have + a nose bleed, bleed through + Posesivo + nose.
    * sonarse la nariz = blow + Posesivo + nose.

    * * *
    sonarse la nariz to blow one's nose
    ¡suénate esas narices! ( fam); blow your nose!
    me sale sangre de la nariz my nose is bleeding
    habla con or por la nariz he has a nasal voice o twang
    no te metas los dedos en la nariz or no te hurgues la nariz don't pick your nose
    lo tenía delante de las narices or la nariz it was right under my nose
    darle en or por las narices a algn ( fam); to get one up on sb ( colloq)
    darse de narices con algn ( fam); to bump into sb ( colloq)
    se dio de narices contra el suelo/la puerta he fell flat on his face/walked smack into the door
    de las narices ( Esp fam); damned ( colloq), bloody ( BrE colloq)
    estoy harta de este teléfono de las narices I'm fed up with this damned phone
    de narices ( Esp fam): la fiesta estuvo de narices it was a great party ( colloq)
    es un problema de narices it's a really tricky problem ( colloq)
    en mis/sus propias narices ( fam): se lo quitó en sus propias narices she took it from right under his nose o from right in front of him
    estar hasta las narices de algo/algn ( fam); to be fed up (to the back teeth) with sth/sb ( colloq)
    hincharle las narices a algn ( Esp fam); to get on sb's nerves ( colloq), to get up sb's nose ( BrE colloq)
    meter las narices or la nariz en algo ( fam); to poke one's nose into sth ( colloq)
    nariz para arriba ( Arg fam); toffee-nosed, snooty
    ni … ni narices ( Esp fam): aquí no quiero ni cuchicheos, ni bromas, ni narices ¡a trabajar! no whispering, no jokes, no nothing, get down to some work! ( colloq)
    no ve/no ven más allá de sus narices ( fam); he can't see further than the end of his nose/they can't see further than the ends of their noses
    por narices ( Esp fam): tiene que estar en ese cajón por narices it just has to be in that drawer, I know it's in that drawer somewhere, it has to be o it must be
    ahora te lo vas a comer, por narices now you're going to eat it, if it's the last thing you do ( colloq), now you're jolly well going to eat it ( BrE colloq)
    refregarle algo a algn por las narices ( fam): no tienes por qué refregármelo por las narices there's no need to keep rubbing it in o to keep rubbing my nose in it ( colloq)
    romperle las narices a algn ( fam); to smash sb's face in ( colloq)
    se me/le están hinchando las narices ( Esp fam euf); I'm/he's getting sick and tired ( colloq)
    tener narices ( Esp fam): ¡si tendrá narices el tío! he has some nerve! ( AmE colloq), he's got a nerve o cheek! ( BrE colloq)
    ¡tiene narices la cosa! it's ridiculous o outrageous!
    Compuestos:
    aquiline nose
    Grecian profile
    nariz respingona or respingada
    turned-up nose
    * * *

     

    nariz sustantivo femenino
    a) (Anat) nose;


    no te metas los dedos en la nariz don't pick your nose;
    en mis/sus propias narices (fam) right under my/his nose;
    estar hasta las narices de algo/algn (fam) to be fed up (to the back teeth) with sth/sb (colloq);
    meter las narices or la nariz en algo (fam) to poke one's nose into sth (colloq)

    nariz sustantivo femenino
    1 (tb en pl narices) nose: tengo taponada la nariz, my nose is blocked
    (sentido del olfato) tengo muy mala nariz, I have a poor sense of smell
    ♦ Locuciones: familiar dar en la nariz: me da en la nariz que..., I've got this feeling that...
    darse de narices con alguien, to bump into someone
    en mis/tus/sus (propias) narices, right under my/your/his very nose
    familiar hinchar a alguien las narices, to get on sb's wick
    familiar meter las narices en algo, to poke one's nose into sthg
    familiar restregar algo a alguien por las narices, to rub it in
    Nariz se utiliza para sustituir el término malsonante de algunas locuciones: No tengo más narices que aceptar. I have no option but to agree to.
    ' nariz' also found in these entries:
    Spanish:
    afear
    - aleta
    - asomar
    - caballete
    - chata
    - chato
    - corva
    - corvo
    - dar
    - empolvarse
    - escarbar
    - hurgarse
    - moco
    - orificio
    - respingón
    - respingona
    - roma
    - romo
    - salir
    - sonarse
    - soplamocos
    - sorber
    - tabique
    - ventana
    - afilado
    - aguileño
    - arrugar
    - chorrear
    - despejar
    - despellejar
    - destapar
    - grande
    - hurgar
    - limpiar
    - moquillento
    - mormado
    - pañuelo
    - pelado
    - pelar
    - picudo
    - punta
    - recto
    - respingado
    - sangrar
    - sangre
    - sonar
    - tapar
    - taponar
    - torcido
    English:
    bleed
    - blow
    - bridge
    - bung up
    - dab
    - end
    - his
    - hooked
    - nasally
    - nose
    - nosebleed
    - nostril
    - on
    - pick
    - pointed
    - poke
    - prominent
    - pug nose
    - ridge
    - runny
    - sharp
    - sniff
    - snub-nosed
    - stuffed-up
    - twitch
    - upturned
    - wipe
    - block
    - drop
    - itchy
    - run
    - sniffle
    - snub
    * * *
    nf
    1. [órgano] nose;
    operarse (de) la nariz to have a nose job;
    sangraba por la nariz her nose was bleeding;
    sonarse la nariz to blow one's nose;
    taparse la nariz to hold one's nose;
    tengo la nariz tapada my nose is blocked;
    tener la nariz aguileña/griega to have a Roman nose/Grecian profile;
    tener la nariz chata/respingona to have a snub/turned-up nose
    2. [olfato] sense of smell
    3. Comp
    dar a alguien en las narices con algo to rub sb's nose in sth;
    me da en la nariz que… I've got a feeling that…;
    darse de narices con o [m5]contra algo/alguien to bump into sth/sb;
    el motorista se dio de narices contra el semáforo the motorcyclist went smack into the traffic lights;
    delante de mis narices: me insultó delante de mis narices he insulted me to my face;
    me han robado el bolso delante de mis narices they stole my Br handbag o US purse from right under my nose;
    Esp Fam
    de las narices: ¡otra vez el teléfono de las narices! that damn telephone's ringing again!;
    Fam
    de narices [estupendo] great, brilliant;
    he agarrado un resfriado de narices I've got a really nasty cold;
    llueve de narices it's raining like mad, it's chucking it down;
    lo pasamos de narices we had a great time;
    Fam
    echarle narices: le eché narices y le pedí salir I plucked up my courage and asked her out;
    a esto de las carreras de motos hay que echarle narices you've got to be really brave to be a racing driver;
    en mis propias narices: me lo dijo/se reía de mí en mis propias narices she said it/she was laughing at me to my face;
    me lo robaron en mis propias narices they stole it from right under my nose;
    Fam
    estar hasta las narices (de algo/alguien) to be fed up to the back teeth (with sth/sb);
    Esp Fam
    me estás hinchando las narices you're beginning to get up my nose;
    Fam
    meter las narices en algo to poke o stick one's nose into sth;
    Fam
    no hay más narices que hacerlo there's nothing for it but to do it;
    no ve más allá de sus narices she can't see past the end of her nose;
    RP Fam
    ser un nariz para arriba to be stuck-up o snooty;
    Esp Fam
    por narices: tenemos que ir por narices we have to go whether we like it or not;
    tuve que hacerlo por narices I had no choice but to do it;
    restregar algo a alguien en o [m5] por las narices to rub sb's nose in sth;
    Fam
    romper las narices a alguien to smash sb's face in;
    romperse las narices to fall flat on one's face;
    Fam
    porque me sale/no me sale de las narices because I damn well feel like it/damn well can't be bothered;
    Esp Fam
    ¡tiene narices (la cosa)! it's an absolute scandal!;
    Fam
    tocarle las narices a alguien [fastidiar] to get up sb's nose;
    Fam
    tocarse las narices [holgazanear] to sit around doing nothing
    narices interj
    Esp Fam [ni hablar] no way!
    * * *
    f nose;
    ¡narices! fam nonsense!;
    caerse de narices con fam bump into;
    estar hasta las narices de algo fam be sick of sth fam, be up to here with sth fam ;
    se le hincharon las narices fam he blew his top fam ;
    hincharle las narices a alguien fam get on s.o.’s nerves fam, Br
    tb get up s.o.’s nose fam ;
    meter las narices en algo fam stick one’s nose in sth fam ;
    nos restriegan por las narices su victoria they’re rubbing our noses in the fact that they won;
    no ve más allá de sus narices fig he can’t see further than the end of his nose;
    quedarse con un palmo de narices fam have the wind taken out of one’s sails fam
    * * *
    nariz nf, pl narices
    1) : nose
    sonar(se) la nariz: to blow one's nose
    2) : sense of smell
    * * *
    nariz n nose
    de narices fantastic / brilliant
    sonarse la nariz to blow your nose [pt. blew; pp. blown]

    Spanish-English dictionary > nariz

  • 3 nose

    nəuz
    1. noun
    1) (the part of the face by which people and animals smell and usually breathe: She held the flower to her nose; He punched the man on the nose.) nariz, hocico
    2) (the sense of smell: Police dogs have good noses and can follow criminals' trails.) olfato
    3) (the part of anything which is like a nose in shape or position: the nose of an aeroplane.) morro

    2. verb
    1) (to make a way by pushing carefully forward: The ship nosed (its way) through the ice.) avanzar con cuidado
    2) (to look or search as if by smelling: He nosed about (in) the cupboard.) fisgonear, husmear
    - - nosed
    - nosey
    - nosy
    - nosily
    - nosiness
    - nose-bag
    - nosedive
    - nose job

    3. verb
    (to make such a dive: Suddenly the plane nosedived.)
    - lead by the nose
    - nose out
    - pay through the nose
    - turn up one's nose at
    - under a person's very nose
    - under very nose
    - under a person's nose
    - under nose

    nose n nariz
    you can't find your book? it's right there under your nose! ¿no encuentras tu libro? ¡si lo tienes delante de las narices!
    tr[nəʊz]
    2 (of animal) hocico
    3 (sense) olfato
    4 (of car etc) morro
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    it's as plain as the nose on your face está tan claro como el agua
    just follow your nose (go straight ahead) sigue todo recto 2 (follow instinct) guíate por el instinto
    to get up somebody's nose SMALLBRITISH ENGLISH/SMALL familiar fastidiar a alguien
    to have a nose for something tener olfato para algo
    to keep one's nose clean SMALLBRITISH ENGLISH/SMALL familiar no meterse en líos
    to pay through the nose pagar un dineral
    to poke/stick one's nose into something meter las narices en algo
    to put somebody's nose out of joint molestar a alguien, ofender a alguien
    under somebody's very nose / right under somebody's nose ante las propias narices de alguien
    nose ['no:z] v, nosed ; nosing vt
    1) smell: olfatear
    2) : empujar con el hocico
    the dog nosed open the bag: el perro abrió el saco con el hocico
    3) edge, move: mover poco a poco
    nose vi
    1) pry: entrometerse, meter las narices
    2) edge: avanzar poco a poco
    nose n
    1) : nariz f (de una persona), hocico m (de un animal)
    to blow one's nose: sonarse las narices
    2) smell: olfato m, sentido m del olfato
    3) front: parte f delantera, nariz f (de un avión), proa f (de un barco)
    4)
    to follow one's nose : dejarse guiar por el instinto
    n.
    hocico s.m.
    morro (Avión) (•Aeronáutica•) s.m.
    nariz s.f.
    olfato s.m.
    proa s.f.
    v.
    husmear v.
    olfatear v.
    nəʊz
    I
    1) (of person, animal) nariz f

    to blow one's nose — sonarse* (la nariz)

    her nose was bleeding — le salía sangre de la nariz, le sangraba la nariz

    not to look/see beyond the end of one's nose — no ver* más allá de sus (or mis etc) narices

    to cut off one's nose to spite one's facetirar piedras al or contra el propio tejado

    to follow one's nose — ( go straight on) seguir* derecho or todo recto; ( act intuitively) dejarse guiar por la intuición

    to get up somebody's nose — (BrE colloq)

    to keep one's nose clean — (colloq) no meterse en líos (fam)

    to keep one's nose to the grindstone — trabajar duro, darle* al callo (Esp fam)

    to lead somebody by the nosetener* a alguien agarrado por las narices, manejar a alguien a su (or mi etc) antojo

    to look down one's nose at somebodymirar a alguien por encima del hombro

    to pay through the nose — (colloq) pagar* un ojo de la cara or un riñón (fam)

    to poke o stick one's nose in — (colloq) meter las narices en algo (fam)

    to put somebody's nose out of joint — (colloq) hacer* que alguien se moleste or se ofenda

    to rub somebody's nose in something — (colloq) restregarle* or refregarle* algo a alguien por las narices (fam)

    to turn one's nose up at something/somebody — (colloq) despreciar algo/a alguien; (before n)

    nose dropsgotas fpl nasales

    2) (of plane, car) parte f delantera, morro m, trompa f (RPl); ( of boat) proa f

    II
    1.
    a) (rummage, pry) entrometerse

    to nose around o about in something — husmear or fisgonear en algo

    b) ( move slowly) (+ adv compl)

    to nose past/out/in — pasar/salir*/entrar lentamente


    2.
    vt

    to nose one's way — avanzar* con precaución

    Phrasal Verbs:
    [nǝʊz]
    1. N
    1) (Anat) [of person] nariz f; [of animal] hocico m

    his nose was bleeding — le sangraba la nariz, le salía sangre de la nariz

    to have one's nose in a bookestar enfrascado en un libro

    to hold one's nose — (lit) taparse la nariz

    to talk or speak through one's nose — ganguear, hablar con voz gangosa

    - keep one's nose clean
    - cut off one's nose to spite one's face
    - get/have one's nose in front
    - keep one's nose out
    - lead sb by the nose
    - look down one's nose at sth/sb
    - on the nose

    that's it! you've hit it on the nose! — ¡eso es! ¡has dado en el clavo!

    - pay through the nose
    - poke or stick one's nose into sth

    who asked you to poke your nose in? — ¿quién te manda meter las narices * or meterte en esto?

    - put sb's nose out of joint
    - see no further than the end of one's nose
    - turn up one's nose at sth

    under sb's nose: it's right under your nose — lo tienes delante de las narices *

    she did it under his very nose or right under his nose — lo hizo delante de sus narices

    bloody 1., 1), blow II, 1., 2), follow 1., 1), grindstone, joint 2., 3), pick 2., 5), plain 1., 1), thumb 2., 3)
    2) (=distance)

    to win by a nose[horse] ganar por una nariz; (fig) ganar por los pelos

    3) (=front part) [of aeroplane, car] morro m, parte f delantera; [of boat] proa f
    4) (=sense of smell) olfato m
    5) (=instinct)
    6) [of wine] aroma m, buqué m
    2.
    VI
    3. VT
    1) (=move)
    2) (=nuzzle, nudge)
    4.
    CPD

    nose cone N[of missile] ojiva f; [of racing car] cabeza f separable

    nose drops NPLgotas fpl para la nariz

    nose job * N

    nose ring N[of animal] argolla f (en el hocico); [of person] pendiente m en la nariz

    nose stud Npiercing m de or en la nariz

    * * *
    [nəʊz]
    I
    1) (of person, animal) nariz f

    to blow one's nose — sonarse* (la nariz)

    her nose was bleeding — le salía sangre de la nariz, le sangraba la nariz

    not to look/see beyond the end of one's nose — no ver* más allá de sus (or mis etc) narices

    to cut off one's nose to spite one's facetirar piedras al or contra el propio tejado

    to follow one's nose — ( go straight on) seguir* derecho or todo recto; ( act intuitively) dejarse guiar por la intuición

    to get up somebody's nose — (BrE colloq)

    to keep one's nose clean — (colloq) no meterse en líos (fam)

    to keep one's nose to the grindstone — trabajar duro, darle* al callo (Esp fam)

    to lead somebody by the nosetener* a alguien agarrado por las narices, manejar a alguien a su (or mi etc) antojo

    to look down one's nose at somebodymirar a alguien por encima del hombro

    to pay through the nose — (colloq) pagar* un ojo de la cara or un riñón (fam)

    to poke o stick one's nose in — (colloq) meter las narices en algo (fam)

    to put somebody's nose out of joint — (colloq) hacer* que alguien se moleste or se ofenda

    to rub somebody's nose in something — (colloq) restregarle* or refregarle* algo a alguien por las narices (fam)

    to turn one's nose up at something/somebody — (colloq) despreciar algo/a alguien; (before n)

    nose dropsgotas fpl nasales

    2) (of plane, car) parte f delantera, morro m, trompa f (RPl); ( of boat) proa f

    II
    1.
    a) (rummage, pry) entrometerse

    to nose around o about in something — husmear or fisgonear en algo

    b) ( move slowly) (+ adv compl)

    to nose past/out/in — pasar/salir*/entrar lentamente


    2.
    vt

    to nose one's way — avanzar* con precaución

    Phrasal Verbs:

    English-spanish dictionary > nose

  • 4 right

    1. adjective
    1) (on or related to the side of the body which in most people has the more skilful hand, or to the side of a person or thing which is toward the east when that person or thing is facing north (opposite to left): When I'm writing, I hold my pen in my right hand.) derecho
    2) (correct: Put that book back in the right place; Is that the right answer to the question?) correcto
    3) (morally correct; good: It's not right to let thieves keep what they have stolen.) bien
    4) (suitable; appropriate: He's not the right man for this job; When would be the right time to ask him?) adecuado, apropiado

    2. noun
    1) (something a person is, or ought to be, allowed to have, do etc: Everyone has the right to a fair trial; You must fight for your rights; You have no right to say that.) derecho
    2) (that which is correct or good: Who's in the right in this argument?) cierto, razón
    3) (the right side, part or direction: Turn to the right; Take the second road on the right.) derecha
    4) (in politics, the people, group, party or parties holding the more traditional beliefs etc.) derecha

    3. adverb
    1) (exactly: He was standing right here.) exactamente
    2) (immediately: I'll go right after lunch; I'll come right down.) inmediatamente
    3) (close: He was standing right beside me.) justo
    4) (completely; all the way: The bullet went right through his arm.) totalmente, completamente
    5) (to the right: Turn right.) a la derecha
    6) (correctly: Have I done that right?; I don't think this sum is going to turn out right.) bien, correctamente

    4. verb
    1) (to bring back to the correct, usually upright, position: The boat tipped over, but righted itself again.) enderezar
    2) (to put an end to and make up for something wrong that has been done: He's like a medieval knight, going about the country looking for wrongs to right.) corregir

    5. interjection
    (I understand; I'll do what you say etc: `I want you to type some letters for me.' `Right, I'll do them now.') de acuerdo, bien
    - righteously
    - righteousness
    - rightful
    - rightfully
    - rightly
    - rightness
    - righto
    - right-oh
    - rights
    - right angle
    - right-angled
    - right-hand
    - right-handed
    - right wing

    6. adjective
    ((right-wing) (having opinions which are) of this sort.) de derecha
    - by rights
    - by right
    - get
    - keep on the right side of
    - get right
    - go right
    - not in one's right mind
    - not quite right in the head
    - not right in the head
    - put right
    - put/set to rights
    - right away
    - right-hand man
    - right now
    - right of way
    - serve right

    right1 adj
    1. correcto
    can you tell me the right time? ¿me puedes decir la hora exacta?
    is this the High Street? That's right ¿es la Calle Mayor? Así es
    2. derecho
    right2 adv
    1. bien
    2. a la derecha
    turn right at the traffic lights en el semáforo, gira a la derecha
    3. justo / exactamente
    right3 n
    1. derecha
    2. bien
    3. derecho
    tr[raɪt]
    1 (not left) derecho,-a
    2 (correct) correcto,-a
    3 (just) justo,-a
    4 (suitable) apropiado,-a, adecuado,-a
    5 familiar (total) auténtico,-a, total
    1 a la derecha, hacia la derecha
    turn right at the traffic lights en el semáforo, gira a la derecha
    2 (correctly) bien, correctamente
    3 (exactly) justo
    4 (well) bueno, bien
    right, I'm going to bed bueno, yo me voy a la cama
    1 (not left) derecha
    2 (entitlement) derecho
    1 corregir
    2 SMALLMARITIME/SMALL enderezar
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    all right! ¡bien!, ¡conforme!, ¡vale!
    it serves you «(him, etc)» right te (le, etc) está bien empleado
    right away en seguida
    to be right tener razón
    to put right arreglar, corregir
    right and wrong el bien y el mal
    right angle ángulo recto
    right wing SMALLPOLITICS/SMALL derecha
    right ['raɪt] vt
    1) fix, restore: reparar
    to right the economy: reparar la economía
    2) straighten: enderezar
    right adv
    1) : bien
    to live right: vivir bien
    2) precisely: precisamente, justo
    right in the middle: justo en medio
    3) directly, straight: derecho, directamente
    he went right home: fue derecho a casa
    4) immediately: inmediatamente
    right after lunch: inmediatamente después del almuerzo
    5) completely: completamente
    he felt right at home: se sintió completamente cómodo
    6) : a la derecha
    to look left and right: mirar a la izquierda y a la derecha
    right adj
    1) upright: bueno, honrado
    right conduct: conducta honrada
    2) correct: correcto
    the right answer: la respuesta correcta
    3) appropriate: apropiado, adecuado, debido
    the right man for the job: el hombre perfecto para el trabajo
    4) straight: recto
    a right line: una línea recta
    5) : derecho
    the right hand: la mano derecha
    6) sound: bien
    he's not in his right mind: no está bien de la cabeza
    1) good: bien m
    to do right: hacer el bien
    2) : derecha f
    on the right: a la derecha
    3) or right hand : mano f derecha
    4) entitlement: derecho m
    the right to vote: el derecho a votar
    women's rights: los derechos de la mujer
    5)
    the Right : la derecha (en la política)
    adj.
    acertado, -a adj.
    ajustado, -a adj.
    correcto, -a adj.
    debido, -a adj.
    derecho, -a adj.
    diestro, -a adj.
    enderezado, -a adj.
    exacto, -a adj.
    justo, -a adj.
    lícito, -a adj.
    adv.
    a la derecha adv.
    bien adv.
    justo adv.
    mismo adv.
    interj.
    cabal interj.
    n.
    derechazo s.m.
    derecho s.m.
    justicia s.f.
    privilegio s.m.
    razón s.f.
    v.
    adrizar v.
    enderezar v.
    endrezar v.

    I raɪt
    1) ( correct) <answer/interpretation> correcto

    are you sure this is the right house? — ¿estás seguro de que ésta es la casa or de que es aquí?

    did you press the right button? — ¿apretaste el botón que debías?

    do you have the right change? — ¿tienes el cambio justo?

    do you have the right time? — ¿tienes hora (buena)?

    to be right\<\<person\>\> tener* razón, estar* en lo cierto; \<\<clock\>\> estar* bien

    how right she was! — cuánta razón tenía!, si habrá tenido razón!

    to be right ABOUT something/somebody — tener* razón en cuanto a algo/alguien

    to be right IN something: am I right in thinking this has happened before? si no me equivoco esto ya había pasado antes ¿no?; to get something right: you got two answers right acertaste dos respuestas; did I get your name right? ¿entendí bien tu nombre?; I guess you're Bobby - that's right! tú tienes que ser Bobby - el mismo! or así es!; two o'clock tomorrow, right? - right! — a las dos mañana ¿de acuerdo? - de acuerdo! or (esp Esp fam) vale!

    3) (good, suitable) adecuado, apropiado

    were the curtains the right length? — ¿estaban bien de largo las cortinas?

    if the price is right — si el precio es razonable, si está bien de precio

    4) (just, moral) (pred)

    to be right — ser* justo

    to be right to + inf — hacer* bien en + inf

    a) ( in order)

    it's too quiet: something's not right — hay demasiado silencio, algo pasa

    b) (fit, healthy) (colloq) bien
    6) ( complete) (BrE colloq) (before n)
    7) ( Math)

    right angleángulo m recto

    right triangle — (AmE) triángulo m rectángulo

    8) (before n) <side/ear/shoe> derecho

    II
    1) (correctly, well) bien, correctamente

    I had guessed right — había adivinado, no me había equivocado

    nothing goes right for them — todo les sale mal, nada les sale bien

    to do right by somebody — portarse bien con alguien; serve I 2)

    2)
    a) (all the way, completely)
    b) ( directly)

    it's right in front of youlo tienes allí delante or (fam) delante de las narices

    he was right here/there — estaba aquí mismo/allí mismo

    3) <turn/look> a la derecha

    III
    1)
    a) c u ( entitlement) derecho m

    right to something/+ INF — derecho a algo/+ inf

    in her/his/its own right: she is Queen in her own right es Reina a título propio or por derecho propio; she is also a composer in her own right ella también es compositora; the title is his by right el título le corresponde a él; by what right? — ¿con qué derecho?

    b) rights pl derechos mpl

    to be within one's rightsestar* en su (or mi etc) derecho

    2) u c ( what is correct)

    to know right from wrong — saber* distinguir entre el bien y el mal

    to be in the right — tener* razón, llevar la razón, estar* en lo cierto

    to put o set something to rights — (esp BrE) arreglar algo

    3)
    a) u ( opposite the left) derecha f

    the one on the right — el/la de la derecha

    to drive on the rightmanejar or (Esp) conducir* por la derecha

    on o to my/your right — a mi/tu derecha

    take the next righttome or (esp Esp) coja la próxima a la derecha

    to make o (BrE) take a right — girar or torcer* or doblar a la derecha

    c) ( Sport) ( hand) derecha f; ( blow) derechazo m
    4) u ( Pol)

    IV
    a) ( set upright) enderezar*
    b) ( redress) \<\<injustice\>\> reparar

    V
    interjection (colloq) bueno!, vale! (Esp fam)
    [raɪt]
    1. ADJ
    1) (=morally good, just) justo

    it is/seems only right that she should get the biggest share — es/me parece justo que ella reciba la mayor parte, está/me parece bien que ella reciba la mayor parte

    it's not right! — ¡no hay derecho!

    I thought it right to ask permission first — me pareció conveniente preguntarle antes, pensé que debía preguntarle antes

    would it be right for me to ask him? — ¿debería preguntárselo?

    to do the right thing, do what is right — hacer lo correcto, actuar correctamente

    doing the right thing by a pregnant girlfriend meant marrying her — hacer lo que Dios manda con una novia embarazada significaba casarse con ella

    2) (=suitable) [tool, clothes] apropiado, adecuado; [time] oportuno

    to choose the right moment for sth/to do sth — elegir el momento oportuno para algo/para hacer algo

    that's the right attitude! — ¡haces bien!

    the balance of humour and tragedy is just right — el equilibrio entre humor y tragedia es perfecto

    "is there too much salt in it?" - "no, it's just right" — -¿tiene demasiada sal? -no, está en su punto justo

    Mr Right — el novio soñado, el marido ideal

    to know the right peopletener enchufes or (LAm) palanca

    he knows all the right peopletiene enchufes or (LAm) palanca en todas partes

    I just happened to be in the right place at the right time — dio la casualidad de que estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado

    if the price is right — si el precio es razonable

    he's on the right side of 40 — tiene menos de 40 años

    to say the right thing — decir lo que hay que decir, tener las palabras justas

    we'll do it when the time is right — lo haremos en el momento oportuno or a su debido tiempo

    the right wordla palabra exacta or apropiada

    3) (=correct) correcto, exacto

    right first time! — ¡exactamente!, ¡exacto!

    "she's your sister?" - "that's right!" — -¿es tu hermana? -¡eso es! or ¡así es! or ¡exacto!

    that's right! it has to go through that hole — ¡eso es! tiene que pasar por ese agujero

    she said she'd done it, isn't that right, mother? — dijo que lo había hecho ¿no es así, madre? or ¿a que sí, madre?

    you mean he offered to pay? is that right, Harry? — ¿dices que se ofreció a pagar? ¿es eso cierto, Harry?

    and quite right too! — ¡y con razón!

    am I right for the station? — ¿por aquí se va a la estación?, ¿voy bien (por aquí) para la estación?

    the right answer — la respuesta correcta; (Math) (to problem) la solución correcta

    right you are! * — ¡vale!, ¡muy bien!

    I was beginning to wonder whether I had the right dayempezaba a preguntarme si me habría equivocado de día

    to get sth right — (=guess correctly) acertar en algo; (=do properly) hacer algo bien

    you didn't get it right, so you lose five points — no acertaste or te equivocaste, así que pierdes cinco puntos

    let's get it right this time! — ¡a ver si esta vez nos sale bien!

    is this the right house? — ¿es esta la casa?

    he can't even sing the right notesno sabe ni dar las notas bien

    are you sure you've got the right number? — (Telec) ¿seguro que es ese el número?

    to put sb right — sacar a algn de su error; (unpleasantly) enmendar la plana a algn

    I'm confused, and I wanted you to put me right — tengo dudas y quisiera que tú me las aclararas

    if you tell the story wrong the child will soon put you right — si te equivocas al contar la historia, el niño enseguida te corrige or te saca de tu error

    to put a mistake rightcorregir or rectificar un error

    is this the right road for Segovia? — ¿es este el camino de Segovia?, ¿por aquí se va a Segovia?

    are we on the right road? — ¿vamos por buen camino?, ¿vamos bien por esta carretera?

    it's not the right shade of green — no es el tono de verde que yo busco

    the right side of the fabric — el (lado) derecho de la tela

    is the skirt the right size? — ¿va bien la falda de talla?

    it's not the right size/length — no vale de talla/de largo

    the right timela hora exacta

    is that the right time? — ¿es esa la hora?

    do you have the right time? — ¿tienes hora buena?, ¿sabes qué hora es exactamente?

    - get on the right side of sb
    4) (=in the right)

    to be right — [person] tener razón, estar en lo cierto

    you're quite right, you're dead right *tienes toda la razón

    how right you are! — ¡qué razón tienes!

    to be right about sth/sb, you were right about there being none left — tenías razón cuando decías que no quedaba ninguno

    you were right about Peter, he's totally unreliable — tenías razón en lo de Peter or con respecto a Peter: no hay quien se fíe de él

    am I right in thinking that we've met before? — si no me equivoco ya nos conocemos ¿no?

    you were right in calling the doctor, it was appendicitis — hiciste bien en llamar al médico, era apendicitis

    5) (=in order)

    it will all come right in the end — todo se arreglará al final

    she's not quite right in the headno está en sus cabales

    to be in one's right minden su sano juicio

    to put sth/sb right, I hope the garage can put the car right — espero que me sepan arreglar el coche en el taller

    that's soon put right — eso se arregla fácilmente, eso tiene fácil arreglo

    all's right with the worldtodo va bien

    - be/feel as right as rain
    6) (=not left) derecho

    I'd give my right arm to knowdaría cualquier cosa or todo el oro del mundo por saberlo

    7) (Math) [angle] recto
    8) (Brit)
    * (as intensifier) (=complete)

    she made a right mess of itlo hizo fatal *, le salió un buen churro (Sp) *

    you're a right one to talkiro mira quién habla

    Charlie
    2. ADV
    1) (=directly, exactly)

    right away — en seguida, ahora mismo, ahorita (mismo) (Mex, And)

    it happened right before our eyes — ocurrió delante de nuestros propios ojos

    she was standing right behind/in front of him — estaba justo detrás/delante de él

    right hereaquí mismo or (CAm) mero

    he was standing right in the middle of the road — estaba justo en el centro or (CAm) en el mero centro de la calle

    right now(=immediately) ahora mismo; (=at the moment) (justo) ahora

    she's busy right nowahora mismo or justo ahora está ocupada

    he could tell right off that I was a foreigner — reconoció de inmediato que yo era extranjero

    to go right onseguir todo derecho

    right on! * ¡eso es!, ¡de acuerdo!

    she should come right out and say so — debería ser clara y decirlo

    it fell right on top of me — me cayó justo encima

    2) (=immediately) justo, inmediatamente

    I'll do it right after dinner — lo haré justo or inmediatamente después de cenar

    I'll be right backvuelvo en seguida

    come right in! — ¡ven aquí dentro!

    I'll be right overvoy en seguida

    I had to decide right thentenía que decidirme allí mismo

    3) (=completely)

    we were sat right at the backestábamos sentados atrás del todo

    he put his hand in right to the bottomintrodujo la mano hasta el mismo fondo

    their house is right at the end of the street — su casa está justo al final de la calle

    she was a very active old lady, right to the end — fue una anciana muy activa hasta el final

    to push sth right inmeter algo hasta el fondo

    there is a fence right round the house — hay una valla que rodea la casa por completo

    to read a book right throughleer un libro hasta el final

    he filled it right uplo llenó del todo

    4) (=correctly) bien, correctamente

    you did right to/not to invite them — hiciste bien en invitarlos/en no invitarlos

    if I remember right — si mal no recuerdo, si no me falla la memoria

    it's him, right enough! — ¡seguro que es él!

    5) (=fairly)

    to do right by sb — portarse como es debido con algn

    don't worry about the pay, John will see you right — no te preocupes por el sueldo, John se encargará de que te paguen lo que te corresponde

    to treat sb right — tratar bien a algn

    serve
    6) (=properly, satisfactorily) bien
    7) (=not left) a la derecha

    eyes right! — (Mil) ¡vista a la derecha!

    to turn right — torcer a la derecha

    right (about) turn! — ¡media vuelta a la derecha!

    left II, 1., 1)

    right, who's next? — a ver, ¿quién va ahora?

    right then, let's begin! — ¡empecemos, pues!

    3. N
    1) (=what is morally right, just)

    by rights the house should go to me — lo suyo or lo propio es que la casa me correspondiera a mí

    to be in the right — tener razón, estar en lo cierto

    to put or set sth to rights — arreglar algo

    to set or put the world to rights — arreglar el mundo

    to have right on one's sidetener la razón de su parte

    wrong 3.
    2) (=prerogative) derecho m

    what gives you the right or what right have you got to criticize me? — ¿qué derecho tienes tú a criticarme?

    who gave you the right to come in here? — ¿quién te ha dado permiso para entrar aquí?

    as of right — por derecho propio

    by right of — por or en razón de

    by what right do you make all the decisions? — ¿con qué derecho tomas tú todas las decisiones?

    to own sth in one's own right — poseer algo por derecho propio

    right to replyderecho m de réplica

    right of wayderecho m de paso; (Aut etc) (=precedence) prioridad f

    abode, assembly, exercise, reserve 2., 1)
    3) rights derechos mpl

    civil rights — derechos mpl civiles

    film rights — derechos mpl cinematográficos

    human rights — derechos mpl humanos

    insist on your legal rights — hazte valer tus derechos legales

    they don't have voting rights — no tienen derecho al voto or de voto

    to be (well) within one's rights — estar en su derecho

    women's rights — derechos de la mujer

    all rights reserved — es propiedad, reservados todos los derechos

    4) (=not left) derecha f

    reading from right to left — leyendo de derecha a izquierda

    to keep to the right — (Aut) circular por la derecha

    our house is the second on the right — nuestra casa es la segunda a or de la derecha

    on or to my right — a mi derecha

    5) (Pol)

    to be on or to the right of sth/sb — (Pol) estar a la derecha de algo/algn

    6) (=right turn)

    to take or make a right — girar a la derecha

    7) (Boxing) (=punch) derechazo m; (=right hand) derecha f
    4.
    VT (=put straight) [+ crooked picture] enderezar; (=correct) [+ mistake] corregir; [+ injustice] reparar; (=put right way up) [+ vehicle, person] enderezar

    he tried to right himself but the leg was broken — intentó ponerse de pie pero tenía la pierna rota

    to right itself[vehicle] enderezarse; [situation] rectificarse

    to right a wrong — deshacer un agravio, reparar un daño

    5.
    CPD

    right angle Nángulo m recto

    to be at right angles (to sth)estar en or formar ángulo recto (con algo)

    right back N — (Sport) (=player) lateral mf derecho(-a); (=position) lateral m derecho

    right half N — (Sport) medio m (volante) derecho

    rights issue Nemisión f de acciones

    right to life Nderecho m a la vida

    right-to-life

    right triangle (US) Ntriángulo m rectángulo

    right turn N

    to take or make a right turn — (Aut) girar a la derecha; (Pol) dar un giro a la derecha

    right wing N — (Pol) derecha f; right-wing; (Sport) (=position) ala f derecha

    * * *

    I [raɪt]
    1) ( correct) <answer/interpretation> correcto

    are you sure this is the right house? — ¿estás seguro de que ésta es la casa or de que es aquí?

    did you press the right button? — ¿apretaste el botón que debías?

    do you have the right change? — ¿tienes el cambio justo?

    do you have the right time? — ¿tienes hora (buena)?

    to be right\<\<person\>\> tener* razón, estar* en lo cierto; \<\<clock\>\> estar* bien

    how right she was! — cuánta razón tenía!, si habrá tenido razón!

    to be right ABOUT something/somebody — tener* razón en cuanto a algo/alguien

    to be right IN something: am I right in thinking this has happened before? si no me equivoco esto ya había pasado antes ¿no?; to get something right: you got two answers right acertaste dos respuestas; did I get your name right? ¿entendí bien tu nombre?; I guess you're Bobby - that's right! tú tienes que ser Bobby - el mismo! or así es!; two o'clock tomorrow, right? - right! — a las dos mañana ¿de acuerdo? - de acuerdo! or (esp Esp fam) vale!

    3) (good, suitable) adecuado, apropiado

    were the curtains the right length? — ¿estaban bien de largo las cortinas?

    if the price is right — si el precio es razonable, si está bien de precio

    4) (just, moral) (pred)

    to be right — ser* justo

    to be right to + inf — hacer* bien en + inf

    a) ( in order)

    it's too quiet: something's not right — hay demasiado silencio, algo pasa

    b) (fit, healthy) (colloq) bien
    6) ( complete) (BrE colloq) (before n)
    7) ( Math)

    right angleángulo m recto

    right triangle — (AmE) triángulo m rectángulo

    8) (before n) <side/ear/shoe> derecho

    II
    1) (correctly, well) bien, correctamente

    I had guessed right — había adivinado, no me había equivocado

    nothing goes right for them — todo les sale mal, nada les sale bien

    to do right by somebody — portarse bien con alguien; serve I 2)

    2)
    a) (all the way, completely)
    b) ( directly)

    it's right in front of youlo tienes allí delante or (fam) delante de las narices

    he was right here/there — estaba aquí mismo/allí mismo

    3) <turn/look> a la derecha

    III
    1)
    a) c u ( entitlement) derecho m

    right to something/+ INF — derecho a algo/+ inf

    in her/his/its own right: she is Queen in her own right es Reina a título propio or por derecho propio; she is also a composer in her own right ella también es compositora; the title is his by right el título le corresponde a él; by what right? — ¿con qué derecho?

    b) rights pl derechos mpl

    to be within one's rightsestar* en su (or mi etc) derecho

    2) u c ( what is correct)

    to know right from wrong — saber* distinguir entre el bien y el mal

    to be in the right — tener* razón, llevar la razón, estar* en lo cierto

    to put o set something to rights — (esp BrE) arreglar algo

    3)
    a) u ( opposite the left) derecha f

    the one on the right — el/la de la derecha

    to drive on the rightmanejar or (Esp) conducir* por la derecha

    on o to my/your right — a mi/tu derecha

    take the next righttome or (esp Esp) coja la próxima a la derecha

    to make o (BrE) take a right — girar or torcer* or doblar a la derecha

    c) ( Sport) ( hand) derecha f; ( blow) derechazo m
    4) u ( Pol)

    IV
    a) ( set upright) enderezar*
    b) ( redress) \<\<injustice\>\> reparar

    V
    interjection (colloq) bueno!, vale! (Esp fam)

    English-spanish dictionary > right

  • 5 face

    feis
    1. noun
    1) (the front part of the head, from forehead to chin: a beautiful face.) cara, rostro
    2) (a surface especially the front surface: a rock face.) superficie
    3) (in mining, the end of a tunnel etc where work is being done: a coal face.) cara de trabajo

    2. verb
    1) (to be opposite to: My house faces the park.) estar enfrente de
    2) (to turn, stand etc in the direction of: She faced him across the desk.) estar de cara, ponerse de cara
    3) (to meet or accept boldly: to face one's fate.) afrontar
    - - faced
    - facial
    - facing
    - facecloth
    - facelift
    - face-powder
    - face-saving
    - face value
    - at face value
    - face the music
    - face to face
    - face up to
    - in the face of
    - lose face
    - make/pull a face
    - on the face of it
    - put a good face on it
    - save one's face

    face1 n
    1. cara
    2. esfera
    face2 vb
    1. dar a
    2. mirar hacia
    3. ponerse de cara a
    we must face facts, we are lost debemos afrontar la realidad, estamos perdidos
    tr[feɪs]
    1 (of person) cara, rostro
    3 (side) cara
    4 (of card, coin) cara
    6 (of watch) esfera
    8 (look) cara, expresión nombre femenino
    1 (look towards) mirar hacia
    she turned to face me se volvió hacia mí, se volvió para mirarme
    everybody face the blackboard! ¡todo el mundo mira cara a la pizarra!
    2 (look onto) mirar hacia, estar orientado,-a hacia, dar a
    3 (be opposite to) estar enfrente de
    4 (confront) presentarse, plantearse; (deal with) enfrentarse a
    5 (tolerate) soportar
    6 (cover - building) revestir ( with, de), recubrir ( with, de); (- material) forrar ( with, de)
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    face down (person, card) boca abajo
    face to face cara a cara
    face up (person, card) boca arriba
    let's face it seamos realistas, reconozcámoslo
    on the face of it a primera vista
    shut your face! ¡cierra el pico!
    to face the music dar la cara
    to have a long face andar con cara larga
    to have the face to do something tener la cara de hacer algo
    to keep a straight face mantenerse serio,-a, contener la risa
    to look somebody in the face poder mirar a alguien en la cara
    to lose face quedar mal
    to make faces hacer muecas
    to pull faces hacer muecas
    to put on a brave face poner al mal tiempo buena cara
    to save face salvar las apariencias
    to say something to somebody's face decirle algo a alguien a la cara
    face cloth toallita
    face cream crema facial
    face flannel toallita
    face pack mascarilla facial
    face ['feɪs] v, faced ; facing vt
    1) line: recubrir (una superficie), forrar (ropa)
    2) confront: enfrentarse a, afrontar, hacer frente a
    to face the music: afrontar las consecuencias
    to face the facts: aceptar la realidad
    3) : estar de cara a, estar enfrente de
    she's facing her brother: está de cara a su hermano
    4) overlook: dar a
    face vi
    : mirar (hacia), estar orientado (a)
    face n
    1) : cara f, rostro m
    he told me to my face: me lo dijo a la cara
    2) expression: cara f, expresión f
    to pull a long face: poner mala cara
    3) grimace: mueca f
    to make faces: hacer muecas
    4) appearance: fisonomía f, aspecto m
    the face of society: la fisonomía de la sociedad
    5) effrontery: desfachatez f
    6) prestige: prestigio m
    to lose face: desprestigiarse
    7) front, side: cara f (de una moneda), esfera f (de un reloj), fachada f (de un edificio), pared f (de una montaña)
    8) surface: superficie f, faz f (de la tierra), cara f (de la luna)
    9)
    in the face of despite: en medio de, en visto de, ante
    n.
    cara s.f.
    fachada s.f.
    faz s.f.
    mueca s.f.
    pundonor s.m.
    rostro s.m.
    semblante s.m.
    visaje s.m.
    face (s.o.) down
    expr.
    hacerle frente (a alguien) expr.
    v.
    acarear v.
    aceptar v.
    afrontar v.
    arrostrar v.
    carear v.
    encarar v.
    enfrentar v.
    mirar hacia v.
    feɪs
    I
    1) c
    a) (of person, animal) cara f, rostro m

    if your face doesn't fit... — si no le/les caes bien...

    I'm not just a pretty face, you know! — (set phrase) no te creas que soy tan tonta

    I must put my face on o do my face — (hum) tengo que maquillarme or pintarme

    to feed o stuff one's face — (colloq) atiborrarse de comida, ponerse* morado (Esp fam)

    in the face of stiff oppositionen medio de or ante una fuerte oposición

    to argue/shout until one is blue in the face — discutir/gritar hasta cansarse

    to fall flat on one's face — caerse* de bruces; ( blunder) darse* de narices

    to fly in the face of something — hacer* caso omiso de algo

    to laugh on the other side of one's face: you'll laugh on the other side of your face when you're fired! se te van a acabar las ganas de reír(te) cuando te despidan!; to somebody's face a or en la cara; to show one's face aparecer*; to stare somebody in the face: the solution was staring me in the face — tenía la solución delante de las narices

    b) ( person) cara f
    c) ( expression) cara f

    to keep a straight face: I could hardly keep a straight face casi no podía aguantarme (de) la risa; to make o (BrE also) pull a face poner* mala cara; the children were making faces at each other los niños se hacían muecas; to put a brave face on it — poner(le)* al mal tiempo buena cara

    2)
    a) (appearance, nature) (no pl) fisonomía f
    b) c ( aspect) aspecto m
    c) u ( dignity)

    to lose face — desprestigiarse, quedar mal

    3) c (of coin, medal, solid) cara f; (of clock, watch) esfera f, carátula f (Méx)
    4) c ( of cliff) pared f

    to disappear off the face of the earth — desaparecer* de la faz de la tierra


    II
    1.

    she turned to face him/the wall — se volvió hacia él/la pared

    2) ( confront) enfrentarse a

    to be faced with something — estar* or verse* frente a or ante algo

    let's face it, we have no alternative — seamos realistas, no nos queda otra alternativa

    3)
    a) ( be presented with) \<\<problem/increase\>\> enfrentarse
    b) ( bear)

    several problems face usse nos presentan or se nos plantean varios problemas

    4) ( Const) \<\<wall/surface\>\> recubrir*

    2.
    vi
    Phrasal Verbs:
    [feɪs]
    1. N
    1) (=part of body) cara f, rostro m

    the bomb blew up in his face — la bomba estalló delante suyo

    it all blew up in his face * — (fig) le salió el tiro por la culata *

    I could never look him in the face again — no tendría valor para mirarle a la cara de nuevo

    to say sth to sb's face — decirle algo a la cara a algn

    to bring two people face to face — poner a dos personas cara a cara, confrontar a dos personas

    to come face to face with[+ person] encontrarse cara a cara con; [+ problem, danger] enfrentarse con

    face upboca arriba

    - put a brave or good face on it
    - lose face
    - be off one's face
    - put one's face on
    - save face
    - set one's face against sth
    - show one's face
    blue 1., 1), egg 1., 1), laugh 2., plain 1., 1), pretty 1., 1), slap 1., stuff 2., 1)
    2) (=expression) cara f, expresión f

    a happy faceuna cara alegre or de Pascua

    his face fellpuso cara larga

    a long face — una cara larga

    to make or pull faces (at sb) — hacer muecas (a algn)

    straight 1., 1)
    3) (=person) cara f

    we need some new or fresh faces on the team — el equipo necesita sangre nueva

    4) (=surface) superficie f; [of dial, watch] esfera f; [of sundial] cuadrante m; [of mountain, cliff, coin, playing card] cara f; [of building] fachada f, frente m
    5) (=aspect)
    6) (=effrontery) descaro m, cara f, caradura f
    7) (=typeface) tipo m de imprenta

    face down(wards)[person, card] boca abajo

    in the face of — [+ enemy] frente a; [+ threats, danger] ante; [+ difficulty] en vista de, ante

    on the face of it — a primera vista, a juzgar por las apariencias

    face up(ward)[person, card] boca arriba

    - fly in the face of reason
    2. VT
    1) (=be facing) [+ person, object] estar de cara a; (=be opposite) estar enfrente de

    face the wall! — ¡ponte de cara a la pared!

    - face both ways
    2) [room, building]
    a) (=overlook) dar a, tener vista a
    b) (=be opposite to) [+ building] estar enfrente de
    3) (=confront) [+ enemy, danger, problem, situation] enfrentarse a; [+ consequences] hacer frente a, afrontar

    I can't face him (ashamed) no podría mirarle a los ojos

    he faces a fine of £200 if convicted — le espera una multa de £200 si lo declaran culpable

    faced with the prospect of living on his own, he... — ante la perspectiva de vivir solo,...

    to face factsaceptar los hechos or la realidad

    to face the fact that... — reconocer que...

    let's face it! — ¡seamos realistas!, ¡reconozcámoslo!

    - face the music
    4) (=bear, stand)

    I can't face breakfast this morning — hoy no podría desayunar nada

    5) (=clad) revestir
    6) (Sew) (on inside) forrar; (on outside) recubrir
    3. VI
    1) [person, animal] (=look) mirar hacia; (=turn) volverse hacia

    face this way! — ¡vuélvete hacia aquí!

    right face!(US) (Mil) ¡derecha!

    about face!(US) (Mil) ¡media vuelta!

    2) [building]

    which way does the house face? — ¿en qué dirección está orientada la casa?

    it faces east/towards the east — da al este/mira hacia el este

    4.
    CPD

    face card N(US) figura f

    face cloth N= face flannel

    face cream Ncrema f para la cara

    face flannel N(Brit) toallita f; (=glove) manopla f (para lavarse la cara)

    (Cosmetics) = face pack

    face pack Nmascarilla f facial

    face paint Npintura ornamental para la cara

    face painting N (for children) pintura f facial

    face powder Npolvos mpl para la cara

    face scrub N= facial scrub

    face value N[of coin, stamp] valor m nominal

    - take sb at face value
    * * *
    [feɪs]
    I
    1) c
    a) (of person, animal) cara f, rostro m

    if your face doesn't fit... — si no le/les caes bien...

    I'm not just a pretty face, you know! — (set phrase) no te creas que soy tan tonta

    I must put my face on o do my face — (hum) tengo que maquillarme or pintarme

    to feed o stuff one's face — (colloq) atiborrarse de comida, ponerse* morado (Esp fam)

    in the face of stiff oppositionen medio de or ante una fuerte oposición

    to argue/shout until one is blue in the face — discutir/gritar hasta cansarse

    to fall flat on one's face — caerse* de bruces; ( blunder) darse* de narices

    to fly in the face of something — hacer* caso omiso de algo

    to laugh on the other side of one's face: you'll laugh on the other side of your face when you're fired! se te van a acabar las ganas de reír(te) cuando te despidan!; to somebody's face a or en la cara; to show one's face aparecer*; to stare somebody in the face: the solution was staring me in the face — tenía la solución delante de las narices

    b) ( person) cara f
    c) ( expression) cara f

    to keep a straight face: I could hardly keep a straight face casi no podía aguantarme (de) la risa; to make o (BrE also) pull a face poner* mala cara; the children were making faces at each other los niños se hacían muecas; to put a brave face on it — poner(le)* al mal tiempo buena cara

    2)
    a) (appearance, nature) (no pl) fisonomía f
    b) c ( aspect) aspecto m
    c) u ( dignity)

    to lose face — desprestigiarse, quedar mal

    3) c (of coin, medal, solid) cara f; (of clock, watch) esfera f, carátula f (Méx)
    4) c ( of cliff) pared f

    to disappear off the face of the earth — desaparecer* de la faz de la tierra


    II
    1.

    she turned to face him/the wall — se volvió hacia él/la pared

    2) ( confront) enfrentarse a

    to be faced with something — estar* or verse* frente a or ante algo

    let's face it, we have no alternative — seamos realistas, no nos queda otra alternativa

    3)
    a) ( be presented with) \<\<problem/increase\>\> enfrentarse
    b) ( bear)

    several problems face usse nos presentan or se nos plantean varios problemas

    4) ( Const) \<\<wall/surface\>\> recubrir*

    2.
    vi
    Phrasal Verbs:

    English-spanish dictionary > face

  • 6 chumáu

    Chumáu, borracho. Fae munchus anus, tandu you arretrigáu na cárxel d' Aviles, taba you de cabu vares perque axindi me fixeran lus funcionarius d' aquecha teixa d'arretrigamentu que cuaxi tous yeren llexonarius que viexen fechu la guerra, menus el director que mandaba menus que you que yera un prixu enchufáu per mious hermenus lus llexonarius. El axuntu yera que you vivía nun mexor que lus oitres compañeirus, peru dientru de lu que cueye, yera un prixu que m'abayaba dientru de la cárxel con abonda más llibertá que tous lus demás. —Alcuérdume que yera pel envernu nuna nuetche chuvioxa y'enxenebrá, nun había na cárxel d'aquecha namái qu'una ucena de prixus ya tous tabamus acorripáus dientru d’una celdona, ya you yera 'l responxable de lu que pudiés xuceder achindi, que xucedíe de tou peru con munchu envidayaxe, pos lu mesmu xugabamus a les baraxes, ou endeveces tamen chumábamus vinu fasta 'l cuaxi entarrascanus, pos cuaxi tous lus funcionarius teñíalus you engayoláus per mor de que xempre taba cuaéchus falandu de couxes del Terciu, ya paime amindi que you xapíe más de la LLexón que tous echus xuntus, manque viexen fechu la guerra ya ganáranla. La LLexón foi pamindi disdi endenantes de la miou ñacencia dalgu mu xagráu, perque ‘l miou pá foi Fundador del Terciu ya LLaureáu, ya per xin daquién l'alcuerdia nomábase Xuliu Gómez Sánchez, ya perque you tamén me fexe llexonariu, per toes istis cuoxes la LLexón ye pamindi dalgu mu queríu ya mu Xagráu. Lu mesmu que per miou Melgueira ya Embruxadora Tierrina you dóu miou vida en tous lus cheldiares, pos tamén per la LLexón lu faría, ya se dalgún díe tuviexe qu'elexir ente les dous, faríalu per miou Tierrina que ye miou mesma LLexón. El casu foi qu'aquccha nuétche 'l cocineiru que yera un prixu que taba na cárxel per ser un rapiegacu fixera pa cenare fabes prietes con pataques, ya tan xaláes les encalducóu, que mu pouques enzulamus, per ixu quedóu 'n potaráu d'eches que cundu 'l funcionariu de xerviciu nus pieschóu na celdona, metiemus pa dientru 'l potaráu de fabos per xi dalgún quixés enzular d'anguna pela nuetche, comu faticáus d'endeveices fexéranus, pos teníamus la lluz toa la nuétche, ya namái que you podía matala cundu mexor nus encaldare, el casu fói, que tabamus tous acorripainus dientru de la celdona, caún al sou cheldare, pos d'angunus ya taben achucáus n'aquechus camastrus xiringantes, con lus xergonzatus esgazáus la metá d'echus y'ameruxáus de trelda per tous sous cháus, pamindi qu'aquechus camastrus yeren cameres de gochus, ya nun de prexones, peru per aquechus tempus la vida yera 'nxina, perque la Xusticia ya la LLibertá taba tan arretrigá comu lu tábanus nuexóitres. —Xeríen les déz de la nuétche cundu 'l cerroxu del portón de la celdona ureámuslu ruxir, ya don Muél un funcionariu que viexe xíu xargentu 'l Terciu, 'n bigardu de paixanu comu 'n carbayu de forti ya grandi, abrióu la porta 'l entestate ya dexóu cayer dientru la celda un esquelléticu home que traíalu en vollantres, el probetayu esgraciaín taba de moyáu lu mesmu que xi lu viexen piescáu na mar, llugar dóu él llanzárase p'achuguinar la sou mixerable vida, xegún falara 'l muñicipal que lu viexe traíu pa la cárxel, pos al paicer la tarrasca que lu l'engorochaba fixérale afogese mesmamente dellantri les ñarices del muñicipal que fora quién le xalvara la sou vida. —Aquel pingayán de home tal paicía que taba enruxuráu, per nun falar que llocu d'atechu per mor de la llabasca chuma qu'al piecer l'endubiétchara, el casu fói que don Muél díxome que lu llindiara fasta qu'escosárasele la chuma, ya xin más pallabres gulgu pieschar la porta 'l funcionariu ya dexónus dientru aquel paixanu,que namái que se xebróu 'l guardián puénxuse 'n pé comu se fora ellétricu ya comencipióu agüeyanus con lus sous güétchus arremelleus, choramicóuxus ya gafus, lu mesmu que xi quixés achuquinanus a tous nuexóitres, despós achucóuxe d'enría 'l sou camastru ya comencipipu chorar, ya tembluxar nel cheldar que queixábase con pallabres desfilbanáes ya tartexas, despós allevantóuxe comu 'n rellámpagu ya comenciplóu dar truñazus con la sou testa escontres la porta que taba forrá per dientru con champles de fierru,,coyímuslu nel escape cuenxolándulu comu mexor pudíamus, aconsexánduye que nun fixera couxes que l'amollecían, peru él texendu per xebrase de nuexóitres falaba que quería morrer, que nun escanxaríe fasta chuguinar la sou mixerable vida. Dexéi 'l paixanu cuaxi d'atechu xoxegáu na compañe d'oitres compañeirus que lu consolaben a sou maneira, ya you coléi con lus oitres que tabamus encaldáus endenantes xugandu ‘l tute unes boteches de vinu pal oltre díe. —Metandu taba xugandu, comencipiarun les caxiétches del mıou envedeyaxe nel envidayar de lus cheldares encaldáus per aquel chumáu paixanu, ya tales penxamentus allumbrárunme la lluz de qu'aquel condenáu paixanu nun quería morrer, perque se daquién quiér achuquinase nun lu faera dellantri les ñarices, senún que catará un llugar dou naide l'agüeye, lu mesmu que cundu testaróu escontres la porta, aquechus truñazus que fixera d'enría les sous manes nun yeren pal querer bramar la mochera catandu la Cadarma, aquel paixanu yera un granuxa que dalgu cataba con tous aquechus esparabanxus. —Lluéu tubiemus que dexar de xugar pa dír fasta la porta dou oitra veiz el paixanu suxetáu per dous compañeirus enfocicábase per truñala, entóus díxeme amindi mesmu qu'aquel homacu de trelda diba xodenus tou la nuétche con tantu querer truñar la porta, 'l casu fói que cheguéi xuntu d'él ya díxele que you yera 'l cabu achindi dientru, ya que xi lu que quería yera morrer que nuexóitres lu dibamus achuquinar peque dexara de faer tanta griesca. —El casu fói, que quitéi la pretina de lus mious calzones, pediyes a lus mious compañeirus las d'echus, ya metantu que con cuatru ou cincu pretines you faía un rixu llargu, 'l condenáu paixanu que xapíe más de cárxeles ya granuxeríes que tous nuexóitres xuntus, glayaba xaforáu que xín que quería morrer ya chuéu. —Cundu tuve 'l rixu corñaleiru fechu, fíxele un treizu ya punxeilu 'l paixanu nel piscuezu ya nun fexu esparabexu dangún, tal paicía que yera verdá que cataba la Cadarma, chevámuslu axin coyíu per el roncial comu pochín que yera fasta lu cabeiru la celdona dou comu a dous metrus del xuelu había un ventanalón enrexáu, ya cundu me xubí d'euría 'l camastru p'enretrigar la pretina na rexa con mires d'afogalu per la chancia, 'l probe paixanu llantandu sous rodiétches nel xuelu, chorandu comu 'n nenu examparáu, amamplenáu d'un miéu que per tou 'l sou curpu s'allumbraba, cundu comprendióu que díbamus afogalu na sou verdá de nuexa chancia, díxunus xuplicanti qu'él nun quería morrer, que taba xin trabayu, xin teixá, xin nagua, que lu que viexe fechu fora namái paquelu llanteren dientru de la cárxel, anxina ente la cárxel yal lus papelaxus de xueces ya mélicus de llocus, paxaba lus envernus abelugáu, en teixá xin goteres, camastru enxútchu, ya comedera gratis, fasta qu'achegare ‘l bon tempu, ya qu’istu mesmu fexéralu fatáus d'endeveices noitres ciodaes dandoye un bon rexultáu. —El casu foi que tous nus punximos m'allegres, ya 'l mesmu paixanu xonriyente quitóu del piscuezu 'l treizu, ya fóu desaparexondu les pretines nel mesmu encaldar que nus las apurria, ya despós preguntóunus se teñíamus dalgu qu'enzular pos taba tarazáu de fame, entóus el cocineiru puénxule 'l pote de fabes ente les sous piernes nel mesmu lleldar que l'apurría un cantezu de pan ya la cuyar, ya díxole qu'enzulara fabes fasta que se fartase. —El paixanu allugáu pela fame xentose d'euría 'l camastru conel pote ben terciáu ente sous pates, ya comencipióu escuyarapar per les fabes nun topándoles nagua xaláes, ya xin guniar pallabra con naide dexóu 'l pote escosau de potaxe, despós llapóu trés tal escomunal fartura un xarricáu d'agua del cañu del retrete, ya dexeguíu endolcóuxe nel catre con tous sous fatus puestus moyáus comu taben, ya tapánduse con una mantaxe que yera lu mesmu qu' un xacu gochu ya ruín, comencipleu con la mochera encobertoriada nel xurniéu catandu 'l xuenu. —Nun debía d'atopase ben nel sou xeitu, pos él nun faía namái que dar gueltes ya bufar encomoláu debaxu 'l mantaxu, metantu qu'el catre xiringotiábase dientru d'unus chirríus del fierru ferruñosu, ya despós d’abayucase nun mamplenáu d'encoyese y'espurrise, lleldar bufíus ya corcoubus, comencipióu queixase, primeiru xelliquín, despós con más xixa, ya per últimu llevantóuxe del camaretu encoyíu con les manes aprietandu 'l sou banduyu,que debía de tenelu mu terriu per mor del potaráu de fabes quenél nun coyíen, ya nun queríen xebrase nin per d'enría ni per d'embaxu, per ístu 'l paixanu taba que bramaba xegún el miou paicer yal de tous lus mious compañeirus, que primeiru tomámuslu en rixes, y'angunus gracioxus llanzábanye puches, munches tan gracioxes que más royír nus faíen, el probe paixanu que nun faía namái que dar gueltes pela celdona con les manes afaxandu 'l banduyu ya queixánduse ya con glayíes abondu xubíus, debía de tar envidayandu que taba dientru de la mesma ufixina del diañu, 'l agüétchar comu tous mu contentus nus reyíamus xin faele dalgún casu, dexose cayer nel xuelu llanzandu glayares tan fortes falandu que morría ya que per el amor del Faidor chamaramus un mélicu. Nun féxume falta ’mindi chamar al funcionariu, pos con tal enlloquecía folixa vienu él chuéu conún llátigu na manu, pa falagái 'l chumbu, anxina qu´ abrióu la porta don Muél enruxeráu de mala lleiche, ya coyendu 'l probe paixanu quetaba esmurgazáu nel xuelu fayendu corcóubus ya llanzandu glayíus per mor del dollor, comencipiou primeiramente ximielgándulu, que tal paicía ante les sous manes comu 'n maruxonín de trapaxus, urdenánduye qu'afogara lluéu 'l glayar, ya senún lu faía diba queixase per dalgu. Peru 'l paixanu nun atendíe más pallabres que les qu'allumbraben lus sous dollores, que nun yeren oitres qu’el falar que se morría senún chababen con priexa un mélicu. —Don Muél comprendiou que nun yera la chuma la que l'encibiétchaba, cundu le cuntamus que se viexe 'nzuláu 'l potaráu de fabes, anxina foi que tirándulu d’enría 'l camastru díxule que yera un allicuéncanu, ya que xin per él fora chindi morría xin oitres cudiáus. —Gulgunus pieschar la porta don Muél xebránduse de nuexoitres xin falar más pallabres, ya comu a la gora ou anxina, chegarun cununa camiétcha dous homes de la Cruz Roxa, ya enxamás xupe xin viexe morríu ou sanáu aquel probetayu de paixanu, pos manque ye preguntéi 'l funcionariu per él, díxome que nun xapíe nagua. TRADUCCIÓN.—Hace muchos años, estando yo prisionero en la cárcel de Avilés me habían dado el oficio de cabo de varas, porque así lo habían querido los funcionarios de aquella casa de encadenamiento, casi todos ellos habían sido legionarios en la contienda de Nuestra Patria, todos menos el director, que mandaba menos en aquel pequeño presidio que yo mismo, que era un preso enchufado por así decirlo, por mis hermanos los legionarios. —El asunto era, que yo no vivía mejor que mis compañeros de infortunio, pero dentro de lo que cabía, yo era un preso que me movía dentro de aquella cárcel, con mucha más libertad que todos los demás. —Me recuerdo que era por el invierno, en una noche fría y muy lluviosa, y no habíamos en la cárcel de aquella nada más que una docena de presos, y todos estábamos acomodados dentro de una grande celda, de la cual yo era el responsable de lo que pudiera suceder en ella, que acaecía de todo pero con mucho talento, pues lo mismo jugábamos a las cartas, y demás juegos prohibidos, que solíamos beber vino hasta casi emborracharnos, pues a todos los funcionarios yo me los tenía tan ganados, que solía conseguir de ellos muchas prohibidas cosas, y todo era por mor de que yo siempre estaba hablando con ellos de cosas del Tercio, y a mí me parecía, que yo sabía de la Legión más que todos ellos juntos, aunque hubieran hecho la guerra convirtiéndose en vencedores de la contienda. —La Legión ha sido para mí desde antes de mi propia nacencia, algo muy sagrado, porque mi padre había sido fundador y Laureado de Ella, y por si alguien se recuerda de su nombre, se llamaba Julio Gómez Sánchez, y porque yo también forme en sus filas amándola y queriéndola. Por todas estas cosas, la Legión siempre fue para mí muy sagrada y querida. Lo mismo que por mi Dulce y Embrujadora Tierrina, yo doy gustoso mi vida en todos los sucederes, pues también por la Legión lo haría, y si algún día tuviese que elegir entre las dos, lo haría por mi Tierrina que es mi propia Legión. —El caso fue que aquella noche, el cocinero que era un preso que estaba en la cárcel porque era un ladronzuelo, hiciera para cenar judías de color con patatas, y tan saladas le habían salido, que muy pocas habíamos comido, por eso quedó en la perola casi toda la cena, y cuando el funcionario de servicio nos encerró en la celda, metimos para dentro la perola de judías, por si alguno quería comer alguna por la noche como muchas voces hacíamos, pues teníamos la luz toda la noche, y nada más que yo podía apagarla cuando mejor nos pareciese. Sucedía que estabamos todos los presos dentro de aquella grande celda, y cada cual hacía lo que mejor le pareciese, algunos ya se habían acostado en aquellos camastros que se movían como columpios, con los jergones rotos la mitad de ellos, y llenos de suciedad y porquería por todas partes, para mí que aquellos inmundos camastros eran propios para los cerdos y no para las personas, pero por aquellos tiempos la vida era así, porque la Justicia y la Libertad, se encontraba tan prisionera como nosotros mismos. —Serían aproximadamente las diez de la noche, cuando el cerrojo del portón de la celda le oímos chirrear y don Manuel, un funcionario que había sido sargento del Tercio, un gigante de paisano como un roble de fuerte y grande, abrió la puerta de par en par y dejó caer dentro de la celda un esquelético hombre que traía entre sus poderosas manos lo mismo que si fuese un muñeco. El pobre desgraciado estaba de mojado, lo mismo que si lo hubiesen pescado en la mar, lugar dónde él se había lanzado para asesinar su miserable existencia, según había manifestado el municipal que le había traído a la cárcel, pues al parecer la borrachera que le envolvía, hiciérale ahogarse mismamente delante de las narices del municipal, que fuera quién le había salvado la vida. —Aquel pingajo de hombre tal parecía que no estaba bien de la mollera, por no decir que loco del todo estaba, por causa de la asquerosa borrachera que al parecer le enmadejaba. El caso fue, que don Manuel me dijo que le cuidara hasta que dejase de estar tan borracho, y sin más palabras, volvió cerrar la puerta el funcionario, dejándonos dentro aquel paisano, que nada más que el guardián se había marchado, se puso en pie con tal rapidez como si eléctrico lo fuera, y comenzó a mirarnos a todos con sus ojos sumamente abiertos y extraviados, lagrimosos y muy amenazadores, lo mismo que si pretendiese asesinarnos a todos nosotros. Después, se acostó encima de su camastro y dio comienzo a llorar desconsolado, al mismo tiempo que temblando todo él, se quejaba con palabras deshilbanadas y tartamudeantes, después se levantó con la velocidad de un relámpago, y comenzó a envestir puñando con su cabeza contra la puerta, que estaba forrada por la parte de dentro con chapas de hierro, le cogimos con rapidez consolándole como mejor supimos, a la sazón que le aconsejábamos que no hiciera cosas que le harían daño, pero él forcejeando por escaparse de entre nosotros, decía que quería morirse, y que no descansaría hasta asesinar su miserable vida. Dejé al paisano casi del todo sosegado en compañía de otros compañeros que a su manera le consolaban, y me marché con otros a jugar una partida al tute en la que antes estábamos enfrascados jugándonos unas botellas de vino para el día siguiente. —Mientras estábamos jugando, comencé a estudiar con mi pensamiento los haceres lleldados por aquel embriagado paisano, y tales encerebrares me alumbraron la luz de que aquel condenado borracho no quería morir, porque si cualquiera se quiere quitar la vida, no lo hace delante de las narices de un guardia, sino que lo más propio, es que busque un lugar donde nadie le vea, lo mismo que cuando envistiera contra la puerta, aquellos cabezazos que hiciera encima de sus manos, no eran para quererse abrir la cabeza buscando la muerte. —Aquel paisano era un verdadero granuja, que alguna cosa andaba buscando con todos aquellos espavimientos. —Muy pronto tuvimos que dejar de jugar, para ir de nuevo hasta la puerta, donde otra vez el paisano sujetado por dos compañeros se encorajinaba por querer puñarla de nuevo. Fue entonces cuando me dije a mí mismo, que aquel hombre de mierda, nos iba a fastidiar toda la noche con tanto querer puñar la puerta. El caso fue, que llegué a junto él y le dije que yo era el cabo de la celda, y en ausencia de los funcionarios yo era quién allí mandaba, y si lo que quería era morir, que nosotros mismos le íbamos asesinar para que dejase de armar tanta gresca. —El caso fue, que me quité el cinto de mis pantalones, a la par que les pedía a mis compañeros los de ellos, y mientras que con cuatro o cinco cinturones estaba haciendo una larga cuerda, el condenado de paisano que sabía más de cárceles que todos nosotros juntos, gritaba alterado que sí, que quería morirse y luego. —Cuando tuve la cuerda cornalera echa, le hice un lazo y se lo colgué al paisano del pescuezo, no haciendo espavimento alguno, tal parecía que era cierto que andaba buscando la muerte. Le llevamos así cogido por el ronzal como pollino que era, hasta el final de la celda, donde como a dos metros del suelo, había un enorme ventanal enrejado con fuertes hierros, cuando me subí encima del camastro para amarrar la cuerda en las rejas con miras de ahorcarlo en broma, el pobre paisano plantó sus rodillas en el suelo, y llorando desconsoladamente como un niño desamparado, plagado de un tenebroso miedo que por todo su cuerpo se alumbraba, nos dijo suplicante que él no quería morir, que no tenía trabajo, ni casa, ni a nadie, que lo que hubiera hecho había sido nada más que para que le metiesen en la cárcel, así era que entre la cárcel y los papeleos de jueces y de médicos de locos, se pasaba los inviernos resguardado en casa sin gotera, camastro seco y comida gratis, hasta que llegase el buen tiempo, y que esto mismo ya lo hubiera hecho varias veces en otras ciudades de la Patria, donde le habían proporcionado un estupendo resultado. —El caso fue, que todos nos pusimos muy alegres, y hasta el mismo paisano sonriente, se quitó de su cuello el dogal, que fue desaparejando los cinturones en el mismo suceder que nos los daba, y después como si no hubiese pasado nada, nos preguntó si teníamos algo de comer, pues estaba muerto de hambre, entonces el cocinero muy rápido, le puso la perola de judías entre sus piernas, en el suceder que le daba un trozo de pan y una cuchara, le dijo, que comiese judías hasta que se hartara. —El paisano atenazado por el hambre, se sentó encima del camastro con el perol bien terciado entre sus piernas y comenzó a embutirse grandes cucharadas de judías, no encontrándolas al parecer nada saladas, y sin hablar con nadie palabra, dejó al perol sin nada del potaje, después se bebió tras descomunal hartura, un grande jarro de agua del cano del retrete, y seguidamente se enroscó en su catre, con todas sus ropas puestas mojadas como estaban, y tapándose con una manta que era lo mismo que un saco sucio y malo, comenzó con la cabeza también tapada, a buscar el descanso en el sueño. —No debía de encontrarse muy bien en su sitio, pues no hacía nada más que dar vueltas, así como resoplar incomodado debajo de aquella cerda manta, mientras que el desvencijado catre continuamente se movía, dentro de un chirriar de hierros viejos y herrumbrosos, y después de dar muchísimas vueltas, de encogerse y estirarse, y hacer resoplinos y saltos, comenzó a quejarse, primero muy quedamente, después con más fuerza, y por último se levantó del camastro muy encogido y con sus manos apretando desesperado el estómago, que debía de tenerle muy lleno, por la causa del enorme perol de judías que en él no cabían, y no querían salirse ni por encima ni por debajo, por esto el pobre paisano estaba que explotaba, según mí parecer y el de todos mis compañeros, que primero lo tomamos en risas, y algunos graciosos le lanzaban sátiras, y muchas de ellas eran tan picarescas y ocurrentes, que más gracia y regocijo nos hacían, el desdichado paisano que no hacía nada más que dar vueltas por la celda, con las manos atajando su barriga y quejándose a grandes voces, debía de estar lleno de terror pensando, que se encontraba dentro de la misma oficina del mismo diablo, al observar como todos nosotros muy contentos y gozosos, nos estabamos riendo sin hacerle el menor caso. Dejose caer entonces en el suelo, lanzando gritos muy fuertes y arrollicándose a la par que decía que se moría, y que por el amor del Hacedor llamáramos a un médico. —No me hizo falta a mí llamar al funcionario, pues con tal enloquecido escándalo vino él presto armado con un látigo en la mano, para acariciarle el lomo, nada más que abrió la puerta don Manuel rabiado y con mala leche, cogió al pobre paisano que estaba tirado en el suelo dando voces lastimosas dentro de endemoniados revolcones de dolor, primeramente le sacudió con fuerza, pues tal parecía entre sus manos como un muñeco de trapo, le ordenó que dejase de dar más voces sino quería darlas por algo, pero el paisano no atendía a mas palabras que las que le alumbraban sus propios dolores, que no eran otras que el decir que se moría sino llamaban con rapidez a un médico. —Don Manuel comprendió que no era la borrachera la que lo ataba en aquel estado, cuando nosotros le dijimos que se hubo comido todo el perol de judías. Así fue, que tirándole de mala manera encima de su camastro, le dijo que era un indeseable de la peor calaña, y que si por él fuese, allí mismo se moriría como un perro. —Volvió a cerrar la puerta don Manuel, alejándose de nosotros sin decir más palabras, y como a un tiempo de una hora más o menos, llegaron con una camilla dos hombres de la Cruz Roja y se lo llevaron. Ya jamás supe más de él, no supe si muriera o sanara aquel desgraciado de paisano, pues aunque le pregunté al funcionario, me dijo que no sabía nada.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > chumáu

  • 7 stare

    steə
    1. verb
    ((often with at) to look at with a fixed gaze: They stared at her clothes in amazement; Don't stare - it's rude!)

    2. noun
    (a staring look: a bold stare.)
    stare vb mirar fijamente
    tr[steəSMALLr/SMALL]
    1 mirada fija
    1 mirar fijamente (at, -), clavar la vista (at, en)
    stop staring at me! ¡deja de mirarme así!
    what are you staring at? ¿qué miras?
    it's rude to stare ¡no mires!, es de mala educación
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    to stare into space mirar al vacío
    to stare somebody in the face (be obvious) estar delante de las narices de alguien, saltar a la vista 2 (seem certain) estar muy cerca
    to stare somebody out mirar fijamente a alguien hasta que aparte la vista
    stare ['stær] vi, stared ; staring : mirar fijamente
    : mirada f fija
    n.
    mirada fija s.f.
    v.
    mirar fijamente v.

    I ster, steə(r)

    to stare AT somebody/something: we stared at each other nos quedamos mirando; what are you staring at? ¿qué miras?; he stared at her le clavó los ojos, se la quedó mirando de hito en hito (liter); he was staring at the portrait tenía los ojos clavados en el retrato; I stared back at her le sostuve la mirada; she sat staring into space — estaba sentada mirando al vacío


    II
    noun mirada f ( fija)

    she gave him a defiant starelo miró desafiante or le lanzó una mirada desafiante

    [stɛǝ(r)]
    1.
    N mirada f fija
    2.
    VT

    to stare sb out or down — mirar a algn fijamente hasta que aparte la vista

    3.

    don't stare! — ¡no mires tan fijo!

    to stare at sth/sb — mirar algo/a algn fijamente, mirar algo/a algn de hito en hito

    to stare into the distance, stare into space — estar con la mirada perdida or mirando a las nubes

    * * *

    I [ster, steə(r)]

    to stare AT somebody/something: we stared at each other nos quedamos mirando; what are you staring at? ¿qué miras?; he stared at her le clavó los ojos, se la quedó mirando de hito en hito (liter); he was staring at the portrait tenía los ojos clavados en el retrato; I stared back at her le sostuve la mirada; she sat staring into space — estaba sentada mirando al vacío


    II
    noun mirada f ( fija)

    she gave him a defiant starelo miró desafiante or le lanzó una mirada desafiante

    English-spanish dictionary > stare

  • 8 to stare somebody in the face

    English-spanish dictionary > to stare somebody in the face

  • 9 carraca

    Carraca, esta palabra significa comida, condimentos, conquivus, (cacharros, etc.). Cuando íbamos a llindiar el ganáu disdi ‘l albiar el díe fasta que tapecíe, (cuidar el ganado desde el amanecer hasta el oscurecer) llevábamos la carraca nun cabaxín, zurronacu ou cestacu cualquier, (cabás, zurrón o cualquier otro cesto). Les muyeres baxaben al merquéu ya traíen la carraca pa toa la xemana. (Las mujeres bajaban al mercado y compraban si tenían dinero lo que se necesitase en la casa para toda la semana). Carraca tamén lu ye lu que lus vaqueirus chebaban disdi la teixá pal sou cabanu ou corte de la braña, dunde a lu mexor taben un fatáu de díes xin baxar a l'aldina, per ístu llebaben un carracáu de couxes que ñecexitaben. (Carraca también es lo que los vaqueros llevaban desde casa para sus cabañas del puerto, las morteras o los prados, donde a lo mejor estaban unos días sin bajar a la aldea, por esto subían muchas cosas que necesitaban y no todas eran para comer sino que algunas eran simples cacharros, o humildes mantas. Y carraca hermanos míos, era la que hacía mi madre y todas las vindas de los rojos, cuando todas las semanas iban a visitar a sus maridos a la Cárcel Modelo de Oviedo, como por las demás no puedo hablar, porque yo no sé cómo se arreglaban las pobrecitas, aunque me supongo que muchas hasta pidiendo limosna, sí que lo puedo hacer de mi madre, que todos los martes era el día que tenía de comunicación, y ella nunca sabía si le iba encontrar vivo, porque por aquellos tiempos fechus de llágrimes ya xufriencies, tous lus díes na carxel d'Uviéu achuquinaben cambrionáus enteirus de xóvenes astures y'anxina d’ista maneira tan achuquina, encalducá per prexones xin concencia, nin dinidá nin «Xusticia Humana», fexérun bon amagüestu de toes les xuventúes roxes d'Asturies, ya les pouques que nun achuquinarun llantárunlas nus batallones de trabayadores, dunde munchus morrierun achindi fartus de fames, de llatigazus ya vexaciones, ya lus oitres que xuerti tubieren de golguer pa la sou teixá, fexérunlu mamplenáus d'amollexíes que per mor d'echus tamén fatáus morrieron. Falaba you que carraca yera lu que miou má le chevaba ‘l miou pá tous lus martes a la carxel, que you nun séi lu que yera, perque na nuexa teixá nun había esconxolancia de nagua, peru lu que fora écha llantábalu tou nuna fardelaca, ya colaba na xuntura d'oitres muyeres de l'allina camín d'Uviéu tres ou catru gores endenantes qu’almaneciera, pos teníen qu'espatuxar alrreór de cuarenta quilómetrus andandu ya oitres tantus pa la regolguía, pos entoncenes nun valía faer el auto-stop que güéi se fae, perque tous lus cambriones ya coches cuaxi yeren millitares, y'angunus oitres yeren de lus drechistes, ya lus roxus nun teníamus namái que goxetáus mexeries, ya manegáus de miéu ‘l nuexu hermenu ‘l venceor, perque lus nuexus homes morrieran lluchandu nel frinti, ya lus oitres taben arretrigáus per les cárxeles dunde poucu a poucu lus achuquinaben ou lus esclavizaben nus batallones de trabayaóres, anxina yera que tou Asturies taba xemada de viudes, de vieyus ya de guaxiquinus güerfaninus, que tous nuexóitres, viétchus, muyeres ya nenus de lus roxus, díbamus ser esclavizáus inhumanamente baxu 'n enfernal xugu que nun nus dexaba más llibertá que la que nel xuenu cheldábamus. —Ya n'agora vou xebrame del trabayu d'enfilerar pallabres p'encalducalus cuamigu dientru d’ista hestoria dou tán lus raigones ya l'escola de nuexes costumes ya llingua. TRADUCCIÓN.—Por aquellos tiempos hechos de lágrimas y de grandes sufrimientos, todos los días que el Hacedor alumbraba, en la cárcel de Oviedo asesinaban camiones enteros de jóvenes astures, y así de esta manera tan despiadada y asesina, llevada a cabo por personas sin conciencia, ni dignidad ni ninguna clase de «Justicia Humana», llevaron a término casi el total exterminio de las juventudes rojas de Asturias, y las pocas que no asesinaron, las esclavizaron en los famosos batallones de trabajadores, donde muchos allí murieron hartos de hambre, de vejaciones y latigazos, y los pocos que tuvieron la suerte de volver a sus hogares, lo hicieron llenos de enfermedades que por mor de ellas también murieron bastantes. —Decía yo que carraca también era lo que mi madre le llevaba todos los martes a mi padre a la cárcel, que yo no sé lo que pudiera ser, porque en nuestra casa no había ninguna cosa de nada, pero lo que fuese ella lo metía dentro de una saca y marchaba en unión de otras mujeres de la aldea camino de Oviedo tres o cuatro horas antes que amaneciese, pues tenían que caminar alrededor de cuarenta quilómetros y otros tantos de retorno y todos los hacían andando, pues no servía hacer el auto-stop que hoy se hace, porque todos los camiones y coches casi eran militares, y algunos otros que había eran de los derechistas, pues los izquierdistas no teníamos nada más que grandes cantidades de miseria, así como de miedo a nuestro hermano el vencedor que jamás se portó nada bien con nosotros, porque nuestros hombres habían muerto en el frente, y los otros estaban presos en las cárceles, donde poco a poco les iban asesinando, o los esclavizaban en los campos de concentración o batallones de trabajadores, así era que toda Asturias estaba sembrada de viudas, de viejos y de niños huérfanos, que todos nosotros, viejos, mujeres y niños de las izquierdas, íbamos a ser esclavizados inhumanamente bajo el infernal yugo que no nos dejaba más libertad que la que en el sueño hacíamos. Y ahora me voy alejar del trabajo de poner en orden las palabras en este diccionario, para llevarles conmigo a los lugares donde yo he aprendido la dulce lengua de Asturias, que no es otro lugar que la escuela donde vivían las raíces y costumbres de Nuestro Pueblo, pues no se pueden buscar nuestras falancias en ningún otro lugar ni parte. Por esto les digo ahora, que si yo no hubiese vivido tan simple, sencilla, pobre, miserable, esclavizadora y dentro de la más natural de la «RAIZ ANCESTRAL DE ASTURIAS», ni yo ni nadie podría legarle a mi «AMADA ASTURIAS» ni a sus «HIDALGAS GENTES», la documentación pura, natural y sencilla que pueda tener este diccionario, porque desde estas mis simples líneas y mirándome muy mucho de lo que digo, les afirmo que hay muy poco fiable por no decir nada, escrito de nuestras costumbres y lengua. «DIES D’ENFERNU» (DÍAS DE INFIERNO) —Yera you 'n zaragoletu, 'n guaxiquín, un nenacu, 'n rapacín (un niño de unos ocho años), cundu la ñecexidá más prieta me fexera depriender lu que yera ‘l dollor, la xufriencia, l’inxusticia, lu pior qu'el Home pudiés encaldar d'enría lus sous xemexantes, you yera ún de lus miles d'anxelinus de miou Tierra que diba faer arroxaúra nel vivir d’ enfernu que m’aguardaba. Xin, fatáus de güérfanus lu mesmu que you, que güéi nel díe xuntu con nuexes familias, ente fius, ñetus, ya tou ‘l andecháu de parantela xomus más de la metá de les xentes d'Asturias, peru naquechus tempus d'achuquinus ya inxusticies nun yéramus namái qu'unus guaxiquinus dexamparáus de la man del Faidor ya del Home, ya tous noxóitres tubiemus que catanus el xustentu de fatáus de maneires diferientes, la miou per exemplu fó'ísta. COLOCOUME MIOU Má de cabrieru na teixá d'un amu baldrayu y atuñáu, llabascu y'achuquín tan solu per que me diera de comer ya me vistiera dalgu, peru ‘l condenáu matábame de fame, ya la vestimenta que punxu d'enría ‘l miou llombu conxistía nun calzáu que la metá ‘l tempu espatuxaba con las patas arregañás, apaxiétchau con unus fatucus tous esgacicáus que per tous lus lláus diben les mious carnis al entestate, acaniláes per el callor ya ‘l fríu en tou ‘l tempu. —Tenía yo aproximadamente ocho años de edad cuando me asesinaron a mi padre, y me recuerdo con toda exactitud cómo la ley de aquel tiempo llevó a cabo tan imperdonable, deshumanizante y vandálica felonía. —Nuna nuétche (una noche) llegaron a la casa de unos tíos míos que en mi aldea vivían y donde mis padres y yo nos refugiamos al término de la guerra en Asturias cuatro desalmados, cuatro bandoleros, cuatro inmundicias humanas, que escudados tras de sus armas empuñadas, representaban l'enñordiada Lley (LA SUCIA LEY) que en aquellos tiempos a la Justicia traicionaba, cuento yo, que aquellos cuatro merucus (gusanos), atemorizando e insultando a toda mi familia, detuvieron a mi padre, le amarraron como a la bestia que se lleva al matadero y se lo intentaron llevar de la casa, sin que mis tíos, (y la cosa no era para menos), intentasen pronunciar asustados como se encontraban ni la más mínima palabra de súplica o protesta. Pero mi madre no les secundó, sino que bravamente intentó defender al sou home (a su marido) no sólo con la palabra, que mi madre la tenía d'aguxa lu mesmu qu’un bon obreiru (de afilada lo mismo que un buen aguijón), sino que temerariamente se abalanzó sobre ellos y fuele preciso a uno de aquellos cobardes y desalmados representantes de la deshumanizada ley que corría en aquellos tiempos, de propinarle varios golpes con la pistola, dejándola mal herida y ensangrentada, tirada en el suelo con el conocimiento perdido. Mientras que aquellos bandidos, se llevaban a mi padre sin permitirle que de mi se despidiera, y tan solamente le he podido ver por última vez, tres les rexes de la cárxel d'Uvieu 'n die 'ndenantes que l'achuquinaren. (Detrás de las rejas de la cárcel de Oviedo, un día antes de que le asesinasen). Pronto mi madre y yo, llenos de la más desolante de las tristezas, y vestidos con el traje de las más indigentes miserias y pobrezas, nos marchamos de la casa de mis tíos y nos asentamos en la abandonada, vieja y destartalada casa de mi abuela. Y sin muebles, ni nada, los dos juntos, como grandes e indomables luchadores que hemos sido siempre, dimos comienzo sin desfallecer ni un momento, a la dura lucha por la vida, sin que nadie jamás nos ayudara. Empecé a ganarme la vida como pastor, a la corta edad de que cualquier niño sólo pensaría en jugar, comer cuando tuviese hambre y recibir de continuo montones de caricias y de amor, yo sin embargo, a pesar de no poseer nada de todas estas maravillosas cosas, era en extremo a mi manera feliz. Marchaba todas las mañanas con mi ganado al monte, donde permanecía todo el día, tan sólo con la compañía que me brindaba mi fiel y siempre por mí con cariño recordado Pelayu, que era un perro, de una inteligencia y sentimientos, que más bien que un chuchu (perro), parecía aquel singular animal un ser humano. Luego por las tardes, cuando el sol se escondía por detrás de las altas cumbres, retornaba feliz a la aldea, siempre lleno de contentura, cantando las más de las veces, amenizado por el potente tañir del zumbiétchu (cencerro) que llevaba colgado al cuello el semental del rebaño. Una mañana como tantas otras me encaminé con mi rebaño al monte y seria como a la media tarde cuando a la entrada de una cueva que se asentaba en un lugar casi inaccesible me encontré medio enterrado con las piedras y la escasa tierra que hacían la reducida plataforma de la portada de la caverna, un pequeño aro de oro, yo he tenido por así decirlo desde mi infancia la inmensa suerte de poseer una imaginación tan inmensamente dislocada, que por tal solían decirme mis vecinos, que era yo el rey de las mentiras, así como el más hábil inventor de endemoniados cuentos. El caso era, que aquel misterioso anillo abandonado a tan larga distancia de mi aldea y en lugar tan argutosu (estrecho, alto, inaccesible), hiciéronme presto pensar, que aquella joya no había llegado a tal escondrijo por sí sola, sino que desde luego alguien la había traído. En el momento mi imaginación desbordante de una alegría que no encontraba un fin para frenarla, comenzó a fomentar sin el menor titubeo la fantástica idea de que en el interior de aquella caverna debía de encontrarse un tesoro de preciosas joyas y valorativas monedas, y quién le había ocultado sabe Dios cuando, seguramente habría perdido aquel anillo que por casualidad yo encontrara. Así pues, ya firmemente convencido, adentreme temerariamente sin el menor temor por la angosta cueva con las miras de apoderarme de aquella inmensa riqueza que según mi soñativa imaginación me había hecho comprender que en su interior me estaba aguardando. Pero aquel día no conseguí mi feliz propósito, porque era la caverna más larga de lo que había pensado y la oscuridad que en ella reinaba me hacía ciego de toda luz. Senteme en su entrada muy desilusionado al no poder lograr lo que había soñado, pero pronto mi mente empezó a dibujarme mil dispares tesoros, pues por el rastro que descubriera seguramente que dentro de la gruta se hallaría escondida alguna chalga (tesoro) guardado con toda seguridad por una Xana, Xumiciu, Trasgu o Culiebru (dioses de la Mitología asturiana), pues al decir de el abuelo Nicomedes cuando en las largas veladas de los inviernos y sin jamás interrumpirle con grande contentura le escuchábamos las leyendas, cuentos e historias que él lúcida y socarronamente nos contaba, afirmándonos siempre que eran tan ciertos sus relatos, como que todos habíamos nacido para morir. Y cuando hablaba de las chalgas aseguraba que tal o cual vecino, morador de esta o aquella aldea, se había hecho de la noche a la mañana rico al haber encontrado una chalga. También afirmaba poniéndose muy serio alegando unos razonamientos que convencían, que las montañas que rodeaban nuestra aldea había muchas chalgas escondidas, que fueron sepultadas hacía muchos siglos por los invasores moros, que al ser vencidos por los astures y al no poder huir con tan pesados tesoros, los ocultaban en las montañas con las miras de poder regresar algún día a desenterrarlos. Como cuento, yo en aquellos momentos vivía alborozado, sumergido en una disloca alegría al saberme ya dueño de aquella incontable riqueza, haciendo que mis inocentes ojos sonriesen felices inmersos en la imaginativa dicha de poder muy pronto liberar a mi madre de la pobreza y quitarla del agobiador trabajo que faenaba trabajando en los eros de los vecinos de estrella a estrella por un miserable sueldo andechandu (en cuadrilla) todos los días. Y así pensando todas las dichas que mi infantil mente podía imaginar, rodeado por el sepulcral silencio que envolvía la grandiosidad de las montañas, rasgado de vez en cuando por el potente y agudo graznido que desde los peñascos más inaccesibles, o desde los infinitos espacios donde con majestuosidad planeaban, lanzaban las útres (águilas), que con ojos inquisitivos oteaban con hambrientas intenciones los escabrosos riscos y las empinadas fistietchas (pequeños valles encajonados entre las peñas), con la esperanza achuquinante (asesina) de poder atrapar con la rapidez del rayo, algún recental que se hubiese xebrau (apartado) de su madre. También aquel silencio que invitaba a la meditación era con más continuidad cortado, por el dinámico tañir del zumbiétchu (pequeño cencerro) que colgaba del brioso cuello del macho cabrio, conductor y semental del rebaño. Como cuento, allí permanecía ensimismada mi mente en el soñar despierto, fabricando sin trabas de la misma nada, las más disparatadas y fabulosas dichas, que harían la felicidad de mi madre junto con la mía. Llegó casi sin enterarme el atapecer del día (al oscurecer) y fue entonces cuando desperté con prisa del maravilloso soñar donde vivía, y raudo, con agilidad y destreza que hoy al recordarla me causa dicha, reuní en pocos minutos mi rebaño, ayudado con eficacia por Pelayu, mi fiel, obediente, valiente y amaestrado perro, que no le tenía miedo a nada ni a nadie si exceptuamos al siempre mal intencionado y vigoroso macho semental de la reciétcha que yo allindiaba (ganado menudo que yo cuidaba). Y cuando ya el día agonizaba entre las negras vestimentas de la noche, entré en mi aldea conduciendo orgullosamente mi rebaño. A la entrada del pueblo sentado plácidamente fumándose un cigarro, estaba esperándome mi amo preocupado por mi tardanza y acercándose a mí, con palabras desaforadas e insultantes, a la par que me reprendía con dureza, me preguntaba el por qué me había demorado tanto. No recuerdo lo que le contesté, ni la historia que le largué, lo que si sé, que no se creyó de ella nada, pues todas las gentes que me conocían bien sabían, que yo confundía la verdad con la mentira haciendo con entrambas las más inverosímiles y dislocadas historias. Sin embargo, lo que yo sabía muy bien, era que aquel miserable labriego de mi aldea, que tenía la desgracia de cuidarle sus ganados, por la triste desgracia de una comida infame y peor vestimenta, no le incomodaba en absoluto que yo llegase tarde o que me despeñara desde un serapu (peña) y me escontonara la motchera (rompiera la cabeza), lo único que le preocupaba al condenado, era que llegasen a su teixada (casa) sanos y fartus (hartos) todos sus ganados. Al siguiente día bien de mañana como de continuo hacía, con un poco de sabadiegu (chorizo malo) un cantezu (pedazo) de pan moreno y cuatro manzanas dentro de mi zurrón, salí de mi aldea afaluchandu (arreando) el rebaño, y con aquellas miserables viandas que llevaba en mi morral, tenía que aguantar todo el día en el monte corriendo sin descanso tras aquella veceira (rebaño) de cabras. Lo que no sabía el condenado de mi amo, era que yo siempre que tenía hambre, le ordeñaba sus cabras dentro de una lata que tenía escondida en la montaña, hartándome tanto yo como mi fiel Pelayu de espumosa y fresca leche hasta el golifar (hastiar). Si el bastruya (zafio) de mi amo tan sólo hubiese sospechado que le mucía (ordeñaba) sus cabras todos los días, me hubiera eszarapau (despedazado) mi frágil cuerpo con un mamplén de cibiétchazus (con muchos palos). Espatuxaba (caminaba) yo muy contento aquella mañana, quizás lo hiciera mucho más feliz que nunca, arreaba mi rebaño con desacostumbrada prisa, porque ansias locas tenía de llegar a la montaña, para entrar de nuevo en la misteriosa cueva, pues ahora ya no tendría problemas con la obscuridad que en ella reinaba, ya que conmigo llevaba una caja de cerillas y un pequeño candil que le había arrapiegáu (hurtado, quitado) de la corte (cuadra, establo) a mi amo, y con aquella luz, sería capaz de bajar hasta las mismas entrañas de la tierra, si a tal lugar la caverna se extendiese. Aquella noche había dormido poco y soñado mucho, tanto despierto como dentro del desvelado sueño, y tanto de una manera como de la otra, siempre llegaba a la conclusión, de que dentro de aquella para mi misteriosa gruta se ocultaba una fabulosa chalga de la que iba ser yo su señor y dueño, y cuando tal me sucediese, ya no sería yo más criado de ningún rapiegu (zorro) amo, ni tampoco a mi querida madre se le encallecerían jamás las manos, efectuando esclavizantes trabajos, nunca para el prójimo bien servidos y siempre por él peor pagados, ni se partiría sus costillas refrescándose el cansancio en su propio sudor por las fincas de nuestros vecinos, por donde se arreventaba todos los días del año, por la mezquina soldada de una fuente no muy grande de harina, un cesto de patatas, o cualquier otra vianda que mitigase el enorme fantasma del hambre, que desde el fin de la guerra se había enseñoreado de nuestro indigente char (lar), que nos obligaba despiadadamente a unos ayunos tan sumamente raquíticos, que el día que comíamos algo en traza (algo mas), tal parecía que habíamos cometido un grave pecado. Cuando yo fuese dueño de aquel tesoro, (abanzaba seguido de Pelayu arreando con prisa los ganados camino de la argutosa «abrupta» montaña, a la par que imaginativamente iba pensando), compraremos una casa decente, buenas fincas y mejores ganados, y entonces nuestros vecinos nos mirarán con respeto, y no nos tratarán con el menosprecio y la esclavitud a que ahora nos someten. Llegué al fin hasta el lugar que por costumbre tenía de enveredar el ganado para que a su aire subiesen guareciendu (pastiando) como siempre hacían hasta llegar al final de la tarde que era cuando el rebaño solía alcanzar lo más alto de la montaña. Pero aquel día no seguí yo al redil como siempre hacía, sino que me adelante a él corriendo sin el menor cansancio laderas arriba, hasta que por fin sudoroso y galopante en la alegría llegué a la vecindad de la caverna. Pude comprobar sonriente a la par que cariñosamente acariciaba a Pelayu, cómo éste me miraba contrariado al ver que yo por primera vez había cambiado todos mis cotidianos hábitos. Ya que siempre nada más llegar al monte y dejar a las cabras a su albedrío pastiando, nos sentábamos en el lugar acostumbrado, y zampábamos sin pérdida de tiempo a partes iguales como buenos compañeros, la miserable comida que nos había servido nuestro amo. Después jugábamos incansablemente en mil dispares entretenimientos hasta quedarnos rendidos, y muchas veces tras de nuestros juegos, los dos juntos abrazados nos quedábamos profundamente dormidos y al despertarnos sino avistábamos el rebaño, corríamos alocados por la preocupación, por entre los abruptos riscos, y las espinosas malezas hasta lograr encontrarlo. Después otra vez gozosos retornábamos a nuestros juegos, o yo me quedaba mirando a las montañas ensimismado pensando, mientras que Pelayu se entretenía cazando grillos, u otros insectos, y otras veces con sus blancos y poderosos colmillos recorría con rabia su pelambrudo cuerpo, diezmando la cabanada (rebaño) de pulgas y otros parásitos que con su sangre se alimentaban. Como cuento, aquella mañana mi fiel Pelayu me miraba preocupado, pudiendo yo observar en sus vivarachos, picarescos e inteligentes ojos, una recriminación que me estaba haciendo, por su forma de ponerme sus fuertes patas en mi pecho, a la vez que me lamía entre pequeños y cariñosos ladridos mi rostro. Si con sus ladridos pudiese hablar mi lenguaje, seguramente que me diría. —No seas un iluso soñador, mi más querido y preciado compañero, no llegues con tu fantástico pensamiento hasta el extremo de acariciar ni tan siquiera cuanto te has imaginado. Comámonos con la alegría de que hacemos gala todos los días, esa mezquina comida que nos da nuestro despreciable amo, y juguemos con la inocente felicidad de siempre, ya que éste será el más grande tesoro que jamás podrás superar en tu vida. ¿Dónde podrás hallar una riqueza que se pueda comparar a la natural y sencilla felicidad que hoy gozas, aunque ésta se haga su camino dentro de la gran pobreza que te acompaña? Pero hoy yo sé fijamente, que aunque mi perro pudiese hablar, haciendo que en tal momento me asustase al presenciar tan grande milagro, y me dijese que no entrase en la cueva, porque lo que dentro de ella iba a encontrar sería mi propia muerte, la verdad es, que ni al mismo Faidor (Dios) en aquellos momentos yo no obedecería, y así de resuelto, encendí el candil, y sin el menor asomo de miedo, ya que la ilusión y la alegría que poblaban mi espíritu en aquel encaldar (hacer) eran tan inmensos, que empequeñecían hasta el ignoro cualquier otro sentimiento. Adentreme en la cueva que era iluminada tenuemente con la pobre luz que el candil despedía, siempre acompañado de Pelayu que tras de mí, el muy tuno de mi aventura se reía, no era larga la caverna, pues a treinta metros no alcanzaría, y cuando llegué al final, no encontré ni las Xanas, ni los Trasgus ni Xumicius, ni la chalga, preciado tesoro que yo perseguía, sólo había muchos cascos de avellanas y de nueces, algunas latas de conservas ya vacías, unos trapos manchados de sangre, unas mantas viejas y apoyadas en la rocosa y húmeda pared de la cueva, había varias armas de fuego que pronto me hicieron olvidar la riqueza que en un principio había imaginado que allí me aguardaría. Por primera vez en mi vida iba a tener juguetes, auténticos juguetes de verdad de los que usaban los hombres para asesinarse vilmente al igual que hacen los lobos cuando por su cuenta cogen un apacible rebano de ovejas. Dejé el candil en el suelo y elegí entre todas aquellas armas una brillante escopeta, lleno de contentura me senté encima de aquellas mantas y empecé a maniobrar con aquel peligroso juguete, yo sabía cómo se manejaba supuesto que mi amo tenía una escopeta muy parecida y le había visto limpiarla y cazar con ella algunas veces, durante algún tiempo estuve jugando con ella, de una canana que allí había saqué dos cartuchos que metía y sacaba dentro de su recámara, yo me creía en aquellos mis felices instantes el más grande cazador del universo. Pelayu que ya se había cansado de husmear por todas las partes y no habiendo encontrado nada donde llancái el diente (hincar) se tumbó en el suelo frente a mi mirándome sonriente y burlonamente, (porque aunque ustedes no lo crean, yo sé que los chuchos saben sonreir). Enojeme de Pelayu al ver como tan descaradamente se mofaba de mí, por eso encañonele con la escopeta con ánimo de amenazarle, pero cambió Pelayu de gesto rápidamente, levantose con rapidez del lugar donde estaba achucáu (costado), enseñome los clientes ladrándome muy enfadado y a la velocidad del rayo salió de la cueva, quizás porque el inteligente animal presentía, de que alguna desgracia iba a lleldar (hacer) yo con aquel mortífero artefacto, y no quería ser él quien primeramente la recibiese en su cuerpo. Aun permanecí algún tiempo en la gruta jugando a mi manera con las armas, y solamente cuando el candil por su guiños me hizo comprender que su luz ya se le estaba escosando (terminando), salí de la caverna con la escopeta en una mano, dos cartuchos en su recámara y el candil en la otra. En el exterior Pelayu correteaba detrás de los grillos y las camporinas (mariposas) al parecer ya libre de todo enfado. Ya cansado de jugar dejé la escopeta en el suelo y senteme tranquilamente al lado del zurrón, y en cuanto mi perro vio que ya había abandonado el arma, vino corriendo hacia mí, moviendo la cola y sonriéndome amigablemente. Allá abajo en la mitad del valle pude ver a mi rebaño cómo subía espenandu (comiendo) los pochitcus (enanas encinas), y yo de nuevo me volví a sentir feliz y contento a pesar de no encontrar la chalga que tanto con su riqueza había soñado e ideado. Comimos a hora desacostumbrada mi perro y yo aquella pobreza de comida, y tras de jugar un rato, él se quedó adormilado y yo comencé a pensar de quién serían aquellas armas. No me cabía la menor duda de que aquel arsenal de armas debía de ser de los fugáus (huidos), seguramente que eran de aquellos cuatro rapazones (mozos) que se entregaran a los soldados que estaban destacados en mi aldea. Yo los había visto en el cuartel que los militares tenían que era en la escuela de mi aldea, un amplio edificio que fuera regalado a la parroquia por unos indianos del chugar (lugar) que retornaran de las américas con la corexa betchá de cuartus (con la cartera llena de dineros). Recuerdo que aquel día que yo los vi, un soldado que de seguro sería el barbero, les estaba cortando el abundante pelo que lucían, y uno de los rapazus le dijo sonrientemente al militar. ¡No hace falta que te molestes mucho camarada, pues cuando un día de estos nos trasladeís a la cárcel de Oviedo, allí lo más seguro es que nos rebanen el pescuezo! EL MACHO CABRÍO Güelgu coyer el filu dóu d'endenantes m'enduébitchaba algamiandu na miou motchera alcuerdancies de cundu you yera guaxe, ya comu tóus non se puén cuntar per filera, per ísu xebreme d'aquín, pa dir p'acuchá, perque toes les couxes tienen la sou xaceda, ya non la quixéramus cataye nuexotrus. (Volviendo coger el hilo de los aconteceres que anteriormente en mi cerebro se barajaban dentro de las añoranzas de mi niñez, y como todos estos acaeceres no se pueden relatar en hilera, por eso me marché de éste, para ir al de más allá, que es de donde vengo ahora, porque todas las cosas tienen su propia postura, y no la que quisiéramos darle nosotros). Y aunque parecía que me había perdido por estar tan llargu lonxe (tan largo lejos) la verdad es que yo no pierdo el tiempo adornando los hechos que no deben de ser adornados, nin fiéndume en xebraures que van esfaese 'n probeces, perque 'l que non ye llicenciáu 'n filloxofía e lletres, non pué faer munches froritures con les pallabres nin les lletres, ya per ístu, tien que encaldase 'n aforrador d'istus dellicáus y'artifixusus monumentus, perque si lus mesmus que güéi día que lus manexan y'atreinan, la metá de les veces non xapien lu que falen, ya llanquen el focicu fasta les urées en telares de Pachu 'l Xabadiegu betcháus de poxa y'escosáus del granu que ye pelu que tóus muramus nista engochá vida, ¿qué fairé you que 'deprendí namái que tres meses nuna escola pública? (Ni me hondeo en deserciones que se deshagan en pobrezas, porque quienes no son licenciados en filosofía y letras, no pueden hacer muchas florituras con las palabras y las letras, y por esta razón, tienen que hacerse ahorrativos de estos delicados y artificiosos monumentos, porque si los mismos que hoy en día los manejan y cuidan, la mitad de las veces no saben muy bien ni la mitad de lo que escriben, ni otra pareja parte de lo que hablan, y meten por estos menesteres el hocico hasta las orejas, en cuestiones que los imposibilitan para después resolverlas, y si se aproximan a este nivelamiento, lo hacen sembrando una hierba productora de mermado grano, que es el punto primordial que todos intentamos recoger en esta cerda vida. Como cuento, si estos señores eruditos en estas materias se equivocan ¿qué puedo hacer yo, ¡pobre de mí!, que tan solamente he tenido la suerte de ir al colegio público tan sólo tres meses?). Cuento yo que me hallaba en aquellos mis infantiles pensares intentando saber a qué huidos pertenecían aquellas armas, y así dejé tal perder el mucho tiempo que me sobraba, cuando mis ojos retrataron el gran combate que a baja altura, muy por debajo de donde yo me encontraba, sostenían tres cuervos, que despiadada y valientemente le atacaban a un águila real, y ésta piando quizás por el dolor que le inferían los efectivos picotazos de los cuervos, o tal vez en su lenguaje maldiciéndoles llena de rabia por el no poder repeler el ataque de que era objeto. No podía defenderse de sus tenaces atacantes, porque todo su cuerpo en gran tensión estaba, ya que al volar tan bajo, todas sus enormes energías las precisaba para mover sin el menor descanso sus grandes alas, con el apremiante fin de salir de aquel espacio que al parecer pertenecía a los belicosos cuervos, que con ardorosa valentía y enquina ofensiva, disputaban tal natural privilegio, a las mismas soberanas de los cielos. Había yo presenciado muchas veces batallas entre las águilas y los cuervos, y siempre éstos las perseguían atacándoles por su parte posterior, hasta la altura donde el águila ya no necesitase mover sus alas para sostenerse, cuando esto sucedía, los cuervos precipitadamente abandonaban el combate, porque ellos sabían, que donde el águila pudiese planear, todo animal viviente que se acercara, encontraría entre sus poderosas garras una rápida muerte. Queriendo yo saber como es natural el por qué los cuervos atacaban a las águilas, un día que cuidando sus cabras junto a mí estaba un paisano llamado Máximo, que por apodo se le llamaba el «Puchegu», porque tenía tantas razones en sus hablares como palabras por su boca se alumbraran, a pesar de que el Puchegu no sabía leer ni escribir, sabía de cuentos más que el mismísimo Quevedo, e igual hacía cuando se le necesitaba de veterinario que de médico, atinaba casi siempre cuando iba a llover o hacer buen tiempo, en fin, que era Máximu el Puchegu en todas aquellas aldeas de mis amores, una Enciclopedia que aventajaría en mucho a todas las que en nuestros días nos sirven las grandes editoriales, industriadas por hombres estudiosos de las ciencias. Empezó mi amigo el Puchegu explicándome, que son los cuervos de las abruptosas montañas más bregáus (valientes) que los que moran en las valladas o pequeñas lomas, y todo porque la escasez de alimentos en las rocosas cumbres, es muy inferior a los que existen en los valles o montículos, y así como a los hombres la abundancia los hace temerosos y a veces hasta pusilánimes, y la necesidad o privaciones los vuelve por ley de vida temerarios y osados, en los animales ocurre en igual medida lo mismo, así pues, el cuervo defiende su pitanza no permitiendo que las águilas cacen a menor altura que la que les pertenece, y si desde tal situación descubren una pieza, y bajan con su endemoniado vuelo de alas plegadas la apresan y luego vuelven a elevarse al lugar que les corresponde, los cuervos no osarán ni tan siquiera molestarlas, pero si por el contrario descienden para dedicarse a cazar desde el lugar que no les pertenece, entonces los cuervos las atacan con verdadera saña y valentía y siempre logran hacerlas ascender hasta la posición que ellos consideran justa. Esto es así, porque desde tal altura las águilas sólo pueden divisar en tierra una pieza que ellos no cazan nunca, como puede ser un conejo, una pequeña res, un zorro, y hasta inclusive el mismo perro que con el pastor cuida el rebano, y también se han dado casos en que las águilas hasta han cazado un lobo, y con él entre sus garras han subido hasta sus utreras (nidos) donde le devoraban con la misma satisfacción que pudieran hacer cuando se afestinaban con las tiernas carnes de un inocente corderillo. Si las águilas pudiesen volar más bajo sin ser por los cuervos molestadas, también podrían cazar con gran facilidad, lagartos, culebras, etc., etc., y es ésta precisamente la comida que el cuervo defiende, por eso ataca al águila cuando ésta intenta apoderarse de la que él cree que es su exclusiva pertenencia. Terminó el águila al fin tras el ardoroso acoso a que la sometieron los cuervos de subir hasta la altura que ellos consideraron lícita, y rápidamente éstos plegando sus alas la abandonaron y en vertiginoso vuelo buscaron el abrigo de los arbustos de sus montañas. Terminó para mí aquel día el maravilloso espectáculo que la soberana del cielo y los bravos cuervos me habían ofrecido, y fue entonces cuando me incorporé del lugar donde me hallaba sentado, para mirar a mis cabras que guarecían (pastiaban) por encima de donde yo estaba a la corta distancia de unos cincuenta metros, lo primero que mis ojos retrataron fue el orgulloso y antipático macho cabrío, que empericotáu (subido) en un cuetaron (peñasco) a la par que espenucaba (arrancaba) las fuéas d'un pótchiscu (hojas de una enana encina), mientras que las enguyía, parecíame a mí que me estaba mirando desafiadora y despreciativamente, con sus grandes y retorcidos cuernos, su larga perilla y enorme cencerro, se me representaba como el diablo que sonriéndose ladinamente se guasaba de mi humilde persona, a la par que de mi buen Pelayu, pues a entrambos y dos el condenado nos había hecho correr infinidad de veces, por eso, tanto Pelayu como yo siempre que teníamos ocasión y traicioneramente, él le mordía sañudamente en sus cadríles (patas) y yo le atizaba barganazus (estacazos) y pedradas donde mejor encaldase (terciase). Ocurriósele a mi mente en aquellos momentos el darle un buen susto a aquel demonio con cuernos y cencerro, por eso así la escopeta con determinación, y cargada como se encontraba con dos cartuchos, apunté por debajo de donde él se hallaba con el firme propósito de tan sólo darle un susto que no olvidase en su vida, y ya sonriéndome adelantadamente por el resultado de la idea que sin más pérdida de tiempo iba llevar a la práctica, apreté los gatillos de la escopeta, y una doble y potente explosión originose que dio conmigo en el suelo por la fuerte sacudida que el arma emburrióu (empujó) con dolor en mi cuerpo. Pero escosóseme d'afechu (marchóseme del todo) tal dolor, cuando entre el repilar (ecos) de la montaña por la explosión, sentí al macho cabrío lanzar al viento grandes berridas, que hiciéronme con preocupada prontitud deducir, que aquel demonio odioso no se quejaba por el susto que pudiera recibir, sino por la perdigonada que sin yo proponérmelo le había albergado en su pelambroso y maloliente cuerpo, levanteme sin demora del pedregoso lecho donde la escopeta con su duro empujón me había acostado, y aún tuve tiempo de ver cómo el semental de mi rebano rodaba por entre los cuetus del xerrapeiru (peñas de la sierra) infiriéndose más heridas en su cuerpo que las que yo por equivocación con los dos disparos le había inferido, siendo quizás su muerte no la perdigonada que le había desequilibrado, sino los argutoxus cuetus (agudos peñascos) que cual cuchillos al rodar su pesado cuerpo por entre ellos le apuñalaban mortíferamente, por eso al detenerse en su poleamientu (rodar) detrás de un pótchiscu (encina) que encontró en su paso, dejó de berrar en el instante, que su vigoroso cuerpo perdiera la vida. Fuime yo corriendo acompañado de Pelayu que me ganó la palma en la carrera, hasta el lugar de aquel desgraciado suceso, y cuando llegué donde el chivo estingarráu (tirado, acostado) ya no contaba como enemigo vivo, vi cómo a torrentes se desangraba, a la par que Pelayu con su nutritiva sangre se fartaba (hartaba). Pensé yo con gran temor cómo decirle a mi amo lo que había pasado, él que sentía por su chivo un orgullo y continuo ponderado casi desmedido, pues siempre que la ocasión se le brindaba cuando con sus vecinos dialogaba, soliales afarrucado (faroleándose, chuleándose) decir, que no había en toda la comarca un macho cabrío que ni con mucho en raza y estatura, se le pudiese parecer al suyo. Era ya casi la hora de afalar (retornar arreando el ganado para casa) cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amo que el chivo por si sólo se había despeñado, así que guardé la escopeta en la cueva y apresuradamente yo temeroso y preocupado y Pelayu contento por hallarse harto, reunimos el rebaño y nos encaminamos hacia la aldea, parecía que hasta las mismas cabras que en otras ocasiones se mostraban rebeldes y saltarinas, aquel desdichado día caminaban cabizbajas y avizorantes, observando en todas las direcciones con pronunciosa alteración, buscando aquel macho cabrío que las dirigía y dominaba con su orgullosa presencia, haciéndose notar en todo momento, por el continuo tañir de su zumbiétchu (cencerro), que por primera vez en el rebaño no se sentía el caidonante ruxíu (dirigente sonido). Pienso yo que solo contento caminaba vigilante mi fiel Pelayu, porque ya nadie en el rebaño se atrevía a discutirle sus ladridos o frágiles mordiscos, cuando por orden mía a las cabras con eficiencia les infería. Más sin embargo yo, al igual que a mis cabras, algo me tenía también apresado, algo extraño para mí, por primera vez a mi espíritu esclavizaba, que ni era tristeza ni pena, pero sí era miedo y grande desesperanza. Siempre que retornaba con mi rebaño a la aldea, cuando en las atardecidas la montaña abandonaba, mi corazón ameruxáu d'allegría (rebosante de alegría) a mi garganta un torrente de cante le rogaba, y ésta inocente y falta de todo perjuicio, sintiéndose tan dichosa como los mismos celestiales ángeles, cantaba recias asturianadas, mientras que todo mi ente, afanosamente afalaba (arreaba) las cabras. Quizás cantara yo aquellas horas con más gracia que en todo el día por alegre que fuera y pudiera tener, porque por así decirlo me acercaba al sencillo y noble vivir de las gentes de mi aldea, pues diez o doce horas en la continua soledad que en las montañas me acompañaba, para un rapacín como yo era, eran muchas horas desamparado de la comunidad humana, y sobre manera yo, que con ser mi cuerpo ágil y fuerte hasta casi rayar en el desuso, empequeñecido se quedaba si le comparaba con mi espíritu tan ensoñador e imaginativo, que todas las cosas al engrandecerlas confundía, menos el miserable pan de la maxera (artesa) que mi amo me entregaba, que a pesar de ser tan escaso, jamás supe imaginar nada para engrandecerle. Estaba mi amo a la entrada de la aldea esperándome como siempre hacía para ayudarme a xebrar el rebaño, ya que como eran tantas cabras, no cogían todas en la misma corte (establo), y había que llevar parte de ellas a otra cortexa (cuadra pequeña) que estaba en la parte opuesta de la aldea. Entretenía siempre su espera el condenado de mi amo, hablando con un artesano del lugar, que se dedicaba a la fabricación de yugos y madreñas, que tenía su taller montado debajo de un hórreo, que estaba asentado a la salida de la aldea, mismamente en la desembocadura del pedregoso y empinado sendero que venía de la montaña. Desde tal lugar él sentía con antelación el potente tañir del zumbiérchu (cencerro) que ximielgaba (movía) con fuerza y hasta con orgullo el estupendo semental de su rebaño, entonces él liquidaba por el momento con el madreñeiru la conversación que estuviesen embargando, y dedicaba toda su atención a su rebano, observando con avarienta atención, en el propiar si sus ganados venían fartus óu famientus (hartos o hambrientos), o si alguna de sus cabras venía coxa (coja) por mor de haberle caído una piedra o cualquier otro accidente que hubiera acaecido, como solía ser normal algunas veces. Pero aquel inolvidable para mi atapecer (atardecer) vio antes sus cabras que escuchara el ya inexistente zumbiétchu, por eso con su vozarrón de trueno, y como una centella por mí temido, me preguntó a la distancia de una piedra lanzada cuesta abajo: —¿Qué fói lu que pasóu Xulín...? —¿El chivu perdiu 'l mayuelu...? —Quería decirme, que si el cencerro que llevaba su chivo, había perdido el majuelo, o pequeño péndulo que lleva dentro el cencerro. —Esto también era frecuente que sucediese. Contestele yo desde aquella altura con mucho menos miedo que si me encontrase ante su presencia, diciéndole que el chivo se había despeñado, y arriba en la montaña se encontraba muerto. Estas mis palabras que en el viento camino de la aldea mi voz empujó con fuerza, fueron escuchadas por mi amo que se encaricotóu (encendió) en una rabiosa tristeza, que si pudiese desahogarla, seguro que en mi persona haría él su complacencia. También la desgracia del chivo, que por mí a voces era anunciada, fue oída por algunos otros vecinos a parte del madreñeiru, y como aquel semental de macho cabrío había sido siempre tan aponderado e idolatrado por el babayu (bocazas, charlatán) de mi amo, que con su dichoso cabrón los vecinos de la aldea ya habían pescado la costumbre de decir siempre que alguien ponderaba una cosa, ¡non si paezme a mín, que moren más castrones que Manín na nuesa aldea! Bueno pues como estoy contando, todo el lugar en pocos minutos se había enterado y en parte congregado a la salida del camino que bajaba de la montaña, ya que la muerte de aquel chivo que había ya dejado entre ellos la ya dicha cantinela, les había algunos los más envidiosos y vengatibles alegrado, y a los otros los más sentimentales y nobles les entristecía la muerte de tan comentado castrón. (También se suele llamar castrones a los chivos muy grandes). Al fin entré yo en la aldea quizás con el mayor recibimiento que jamás a nadie le hicieran, y todos atropelladamente me preguntaban lo que con el dichoso castrón me había sucedido, y yo les repetía a la par que intentaba xebrar las cabras para llevarlas a sus respectivas cuadras, que se había despeñado y que todo descuatramindáu (deshecho, desarmado) se quedara en la montaña. Un ratiquín (un tiempo) más tarde, y ya siendo casi la oscurecida, tres vecinos del lugar haciendo cuadrilla con mi amo, caminaban en pos de Pelayu y mía, otra vez camino de la montaña, para enseñarles donde estaba estrapayáu (aplastado) el chivo, con el propósito de bajarle para casa, con el fin de aprovechar su piel y carnes, que serían curadas bajo las barras del xardu (secadero) una estupendísima cecina. Llegamos a la postre ya con la noche tan negra como la boca de el lobo, al xeitu (sitio) donde el chivo fechu 'n chaceiru (hecho un deshecho) ya en el frío de la muerte sin despertarse dormía, tanto Manín que yera mi amo, como los tres vecinos que le hacían compañía, sudorosos y respirando medio ahogados por el tremendo esfuerzo que suponía subir con tanta rapidez hasta tamaña altura, sin perder un momento amarraron el animal por las cuatro patas juntas haciendo cucara (en montón, juntándolas todas) con una cuerda que para tal menester ya traían, y colgándolas de un fuerte y largo palo del que también venían poseídos, echáronselo al hombro entre dos, y con menor rapidez y mayor precaución, relevándose entre ellos conseguimos llegar sin novedad a la aldea. A pesar de ser casi la media noche, aun había algunos vecinos en reunión dentro de al parecer amena charla que quizás tuviese mucho que ver con el castrón, Manín y con mi desventurada persona, esperándonos en el lugar donde el madreñeiru trabajaba. Entramos todos en procesión rumorosa en la corralada de la casa de Manín, detrás del cabrón que colgado del baral sofitado en los hombros de dos vecinos se xiringaba (balanceaba), vigilado siempre con sonrisa ladina por mi fiel Pelayu, que comprendía que al no tardar, iba a saciarse hasta el no poder manducar más, con los rojos hígados de quien en vida, le hubiera hecho correr con cierto temor con el rabo entre sus piernas. Mientras que mi amo y sus serviciales vecinos se disponían a desfoyar (desollar) colgado de unos garfios que había debajo del hórreo al desgraciado chivo, la muyer (mujer) de Manín sin parar de condolerse, y hasta inclusive queriendo a mi endilgarme parte de la culpa, me dio de cenar una escudilla de farines (harina de maíz cocida) con una taza de leche de cabra, porque la leche de las vacas la tomaban ellos y la que sobraba la hacían en manteca, que tampoco yo nunca la probaba. Por primera vez no se hallaba sentado a mi lado sacando la lengua y relamiéndose, mirándome con sus ojos inteligentes en espera que yo le tirase delante de sus narices una cucharada de mi comida a mi fiel Pelayu, pues él sabía que al lado del castrón, tenía una fiesta grande con sobrada pitanza. Comía yo vorazmente aquellas puliendras (farinas), a tan desusada hora de la noche, sin que mi mente de pensar cesara, y antes de terminar mi miserable cena, una luz que me llenó de cierto temor en mi cerebro escendiose, para decirme con su claridad, que no iba a transcurrir mucho tiempo antes de descubrirse mi mentira, porque al esmianaye 'l pelleyu (quitarle el pellejo) al castrón, le encontrarían incrustadas en su cuerpo las postas que le habían matado, y me interrogarían sobre tal suceso, siendo yo al momento un cómplice y encubridor de la muerte del condenado cabrón, que según parecía me iba a dar guerra hasta después de ser muerto. Seguramente querrían saber el por qué les había mentido, haciéndoles creer que se despeñara, cuando a la prueba estaba que fuera abatido por un tremendo pistoletazo. Bajé después de cenar a la corralada donde los hombres andaban a vueltas en la desfoyadura del castrón, a la luz de un par de candiles de carburo y no llevarían un cuarto de hora reparándoles en su circunstancial oficio de carniceros, cuando Antonón el de la Cuandia dijo sorprendido mirando para mi amo que le alumbraba con el candil en la mano para que los otros vieran mejor en la faena que encalducaban (hacían). ¡Ah Manín, isti castrón non morrióu comu diz el tou criadín despeñáu, pos tién ente 'l coración ya lus polmanes un manegáu de postes llancades, asina que si quiés saber quién l'achuquinóu, pregúntaye 'l tou rapazacu, lu que axucedióu! ¿Qué ye lu que me tas diciendu...? ¿Quién diañus diba pegái 'n tiru 'l miou cabrón ? Antonón arrabucandu d'ente les asaures del chivu cuatru ou cincu postes que yeren de grandies comu arbeyinus rancuayus, díxole 'l miou amu metiénduyes per dellantri 'l focicu: ¡Mira Manín, ístu fói lu qu'achuquinóu 'l tou chivu! (Ah Manín, este cabrón no murió despeñado como dice tu criado, pues tiene entre el corazón y los pulmones un cesto de postas plantadas, así que si quieres saber quién le asesinó, pregúntale a tu muchacho lo que sucedió). (¿Qué es lo que me estás diciendo? ¿Quién demonios le iba a pegar un tiro a mi cabrón?). (Antonón arrancando de entre las asaduras del chivo cuatro o cinco postas que eran de grandes como pequeños guisantes, le dijo al mi amo mostrándoselas por delante de su hocico: ¡Mira Manín, esto ha sido lo que asesinó a tu chivo!). Hallábame yo detrás de ellos a media penumbra, por eso no pudieron ver cómo todo mi cuerpo temblaba, y mis mexiétchas (mejillas) se encendían como las mismas brasas cuando el viento las apuxa (atiza). Quizás si fuese a pleno día, me hubiesen sacado la verdad al descubrir yo mismo por mis síntomas externos la mentira, pero la noche, encubridora de toda claridad que profané sus negras vestiduras, me ayudó a ser firme e inamovible de mi primera mentira. Convencido mi amo de que le había engañado, acercose a mí con el candil en una mano, y llena su despreciable alma de ira, y enloquecida venganza, con la otra su mano, atizome un fatáu de morráes (varias galletas, tortas, guantazos) que dieron con mi cuerpo en el suelo, y antes de que yo pudiese huir del peligro que me rodeaba, levantome del suelo con la misma mano que tan vilmente me castigara, y a la par que alumbraba mi rostro donde la abundante sangre que manaba de mi nariz lo embadurnaba, me dijo mirándome con sus ojillos de bracu (cerdo) donde la maligua ira en un brillo salvaje se enseñoreaba: ¡Ahora mismo me vas a decir hijo de perra y de republicano asesino, que el día que asesinaron a tu padre que era lo mismo que tu un embustero y un bandido, te tenían que haber envenenado a ti, para que no pudieses hacer el mismo mal que hizo tu condenado padre, vamos, dime quién fue el que disparó contra mi chivo, dímelo pronto o terminaré contigo! Y al tenor que esto me estaba diciendo, su dura mano caía una y otra vez sobre mi rostro, y fue entonces cuando aquellos hombres de entre sus manos me arrancaron, pues al no hacerlo, quizás aquella bestia humana, que había luchado en defensa de la (PAZ DE ESPAÑA) fácil me hubiera asesinado, como seguramente acostumbrado debía de estarlo, al haber practicado tal demoníaco proceder, con otros indefensos inocentes, de los miles que asesinados fueron en Nuestra Patria, por cobardes, dañinos y miserables hombres, como lo era mi despreciable amo. Fue curado con agua fresca mi amoratado y sangrante rostro por Antonón de la Cuandia, que me aconsejaba cariñosamente, les dijese lo que con el cabrón me había en la montaña sucedido, y que no tuviera ningún miedo de contar la verdad que se buscaba, pues ella misma me protegería de quien me hubiera amedrantado para que no le delatara. Cuéntanos hijo si fueron los huidos quienes al chivo le dispararon, ya que nadie más que ellos pudo hacer tal cosa, y ten presente que si no nos lo dices ahora, mañana vendrán los guardias y ya verás cómo con ellos no puedes seguir negando. Díjele a Antonón el de la Cuandia, que yo estaba dormido, y que me desperté cuando sentí al cabrón bramar desesperado al tenor que bajaba rodando por entre los peñascos, siendo aquello todo cuanto yo había visto y oído. Volvió otra vez ya más sosegado mi amo a insultarme y amenazarme, y a la postre me ordenó que abandonara su casa, pues él no fartaba bribones que lejos de cuidar su rebaño, permitían que personas tan canallas como yo lo era se lo asesinaran. Marcheme de aquella casa de noche, maltrecho mi cuerpo y deshecha de sufrimientos mi infantil alma, sin más pertrechos que los que llevaba a costillas, que eran los únicos que poseía, y que constaban de un mono de caqui hecho de la guerrera de un soldado, con más remiendinos que de plumas tiene una gallina y de todos los colores que imaginarse puede, calzado con unas alpargatas de esparto donde los calcaños se asentaban en el suelo y los dedos lo mismo hacían por no quedar de las alpargatas nada más que la parte del centro. Por primera vez desde hacía varios meses que Pelayu era o mejor dicho había sido compañero inseparable de hambres y fatigas, de juegos y caricias, de largas soledades entre ambos repartidas, por primera vez digo, mi fiel compañero ya no me seguía, me traicionaba el muy ladino por unas piltrafas que de vez en cuando aquellos hombres que carniceraban en el cabrón, le arrojaban en el empolvado suelo de la corralada, para él valía en aquellos momentos más la asquerosa pitanza, que todo el cariño que yo pudiera brindarle, ya no se recordaba el muy desagradecido de que yo repartía con él a partes iguales la escasa comida que para mi sólo me entregaba el llabascón (cerdo grande) de mi amo, en una palabra, Pelayu era un desagradecido y egoísta, propiedad que en mayor o menor cuantía, va fusionada en el instinto de todo ser mamífero de la Tierra. Llegué aquella primera noche de mi vida, que había sido maltratado, insultado, golpeado, pisoteado, arrastrado y ofendido a tan gran profundidad y altura, que dudo que a mis años en todo el mundo, a nadie le hubiera sucedido tan inhumana atrocidad, cuento yo, que hice mi entrada en la casa de mi madre, que en la sazón se encontraba trabajando en una alejada aldea, en el caserío de otra viuda que su marido había sido asesinado en el cementerio de San Salvador de Oviedo la misma noche y en el mismo paredón que fusilaran a mi padre, así pues, hallábame yo sólo en casa y eso enormemente en aquellos momentos me alegraba, pues si mi madre hubiera estado en la casa, le haría sufrir aviñonándome yo de pena, y quizás ocurriesen peores cosas, ya que mi madre era, y aun sigue siendo, y Dios me la conserve muchos años, pues fue lo mejor y lo único que he tenido en mi existencia, mujer de duro carácter, intrépida y valiente hasta no tener el más pequeño temor, de pelearse ella sólo contra todos los moradores de la aldea. ¡Cómo mi madre, nacen en un siglo pocas mujeres! Al día siguiente que era domingo, y por tener en la parroquia a que pertenecía mi aldea, un cura que para demonio había nacido, ya que el muy condenado había conseguido de las autoridades una ley, que no se quién se la había fabricado, pero el caso es que existía, y condenaba a todos los vecinos a oír la Santa Misa, y a no trabajar ni en las tierras, ni en los prados, ni en nada, bajo pena de una multa que la ley considerara justa por ser injusta. Como yo ya no tenía trabajo, pues cuidar los ganados estaba permitido, y aquel gochu de mi antiguo amo desde aquel día tendría que hacer el trabajo que como un miserable esclavo yo le hacía, me levanté tarde del único xergón de fuéa (jergón de hoja) que en la casa había, que lo había industriado de unos sacos, porque todo cuanto poseíamos que era bien poco, al terminar la guerra el honrado vencedor nos lo había robado, y no contentos con esto, todavía fusilaron a mi padre, acusándole de haber robado grandes cantidades de dinero, de haber hecho esto, lo otro, y lo demás allá, y todo porque se le querían cargar cuatro caciques, como se ha hecho en todos los lugares de mi Patria buena. Noté que me dolía el rostro y que le tenía ensangrentado, no pude mirármelo al espejo. porque éste era un lujo que en mi casa no existía, así pues, me fui hasta el río que por detrás de mi casa pasaba, y me lavé como mejor pude, secándome después a las sucias y ásperas mangas de mi mono, y sin desayunar nada, porque en la casa no habla ni la más mínima consolación de comida, me dirigí a oír la misa, ya que yo de pequeñín era muy creyente y religioso. Estando yo enredando (jugando) con algunos otros guaxinus (niños) de mi aldea, en espera que tocase la última campanada para entrar en la iglesia, vi llegar la pareja de la guardia civil y un vuelco de temor revolvió mi ánimo, que casi consiguió ordenarme que saliese corriendo, huyendo pronto de aquel nuevo peligro que me acechaba. Sin embargo no lo hice, porque o no era lo suficientemente valiente, o lo necesariamente cobarde para hacer tal cosa, lo cierto es que cesé de jugar y me quedé mirando para ellos, lleno de temor, de tristeza, de pena. Preguntaron a alguien quién era yo, uno de mis vecinos me señaló, entonces los guardias me llamaron, y yo hacia ellos avancé, cabizbajo, temeroso y desamparado, igual los niños que los vecinos me miraban sin urniar (decir) palabra, muy posible muchos de ellos, tanto fascistas como rojos, vencedores o vencidos, sintiesen una profunda pena al ver aquel niño, desventurado e inocente ruina que dejó la vil venganza de la posguerra, avanzar sin protección ni cariño de nadie hacia los guardias, al fin llegué junto a ellos y me los quedé mirando, no me gustaron sus rostros, que me parecieron dos demonios, entrambos se quedaron mirando unos momentos en silencio mi rostro, en el que se podía leer la despreciable cobardía y nefastosas intenciones, que se enraizaban en el podrido sentimiento de mi amo, pude comprobar que esbozaban una tenue sonrisa, y no pude descifrar, si era que les alegraba observar el sello del martirio anclado en mi cara, o si por todo lo contrario, me dedicaban un consuelo de lastimosa consideración. Qué enano era yo físicamente en aquella lejana y para mi inolvidable, desgraciada y maestrosa mala época, si desde mi distancia también en el momento mi señora prisionera, proyectó mi mente siempre libre, como el misterioso dios que en cada mente humana vive, cuento yo que si me observé ante toda aquella gente, asustados los unos, hartos de maltratos, satisfechos los otros, por formar parte del mando, e indiferentes los restantes por no contar nada en ningún bando, digo que si me vi tan insignificante en mayor cuantía todos cuantos me rodeaban eran, ya que ninguno de ellos optó, en defender a un niño inocente y lleno de temor, que no había cometido más delito que el matar sin querer a un chivo, que era menos cabrón que todos aquellos papalbus humanos. Uno de los guardias con el mosquetón en la mano, me acarició mi corta y jamás peinada cabellera, pues nada más que tenía dos dedos de larga, mi madre me la rapaba al cero para que los abundantes piojos en ella no sembraran la descendencia de sus miserias, y a la par que esto hacía tan despreciable celador de una ley muy poco justiciera, con palabras que pretendían ser cariñosas y amables me dijo: —Ya veo por las caricias que luces en tu rostro, que con todo merecimiento y sin ninguna duda el señor Manín te ha hecho, que eres un niño rebelde, desobediente y malo, que te niegas a decir la verdad, y por lo tanto por todos estos endemoniados pecados irás al infierno, así es, que si ahora mismo no me dices quién fue el que disparó contra el chivo de tu amo, yo también tendré que castigarte. En esto estábamos el guardia y yo rodeados por los vecinos que no decían ni pío, cuando hizo acto de presencia el señor cura, que relevando a la autoridad de su palabra no así de mi persona, me aconsejó apoyando sus frases en la Divinidad de Señor, para que les contase la verdad que me liberaría de todos mis sufrimientos. Díjele al cura lo mismo que al guardia que yo estaba dormido, y que sólo me había despertado al oír al chivo berrar a la par que bajaba por entre los peñascos rodando. La ruda mano de aquel guardia, que seguramente había sido toda su vida un rústico campesino y que la guerra le había liberado de tan honrado lugar para colocarle en el más delicado de los oficios, como es el de servir con dignidad a la Justicia, cuento yo que aquella pesada mano de aquel hombre que pensaba que las personas había que tratarlas como a las bestias con las que él hubiera vivido siempre, dejó de acariciar mi cabeza y sus dedos se aferraron como si fuesen fuertes murgazas (tenazas) a una de mis uréas (orejas), y sonriéndose como si me estuviese el muy hipócrita acariciándome, a la par que me rogaba que le contase la verdad, me apretujaba con tal fuerza, que el dolor que me inyectaba me hacía ver todas las estrellas. Creo que lo que más le molestaba aquel cobarde representante de la ley, no de la Justicia, era que yo, que la vida ya me había forjado en saber llevar el sufrimiento, ni llorara, ni gritara ni menos me quejara de nada, por eso el infame seguía despiadamente con todas sus fuerzas apretándome, aun es hoy el día, que cada vez que me recuerdo de aquel momento mi oreja se pone tan rápidamente colorada, que hasta me molesta el calor que alumbra. Así en este atroz sufrimiento yo me debatía, sin que nadie de los allí reunidos por mí intercediera, dentro del horripilante dolor que me producía aquel estrapayáu d'uréas (retorcimiento, aplastamiento de orejas), cuando llegó mi madre ante la concurrencia, pues como era domingo, bajaba la pobre de aquella aldea donde toda la semana había estado trabajando, trayendo encima de la cabeza una manieguina (cesta) llena de viandas que en el caserío le habían dado a cuenta de su esfuerzo. Cuando mi madre me vio a mí, en tal escarnecimiento, tiró la manieguca al suelo, y llena de una fuerza airada que la multiplicaba, se acercó tan randa como una centella hasta mi verdugo y arrancándole el mosquetón de un fuerte tirón de entre su mano, le pegó con él tamaño golpe encima de sus costillas, que dio con él como si se tratara de un muñeco de trapo en tierra. Antes de seguir con esta cierta historia, voy hacer un inciso, para describir muy someramente cómo era mi madre en aquella época. Era joven, aun no llegaría a los cuarenta años, y a pesar de su juventud, ya había perdido la pobrecita dentro de los mayores sufrimientos que se puedan imaginar, a dos hijos que luchaban en la guerra, a su marido que fuera fusilado y a todo cuanto poseía. Mi madre como perteneciente a la más ancestral raza astur, era rubia, con el pelo del color de la miel, o de la escanda sazonada, tan abundante lo tenía, que cuando lo llevaba suelto y se acuruxaba (agachaba) le tapaba todo su cuerpo como si lo cubriera con una preciosa manta. Sus ojos eran a veces tan azules como el transparente cielo de una mañana de primavera, y en ocasiones eran tan verdes como los mismos campos de nuestra aldea. Era tan pura y recia como la misma madre naturaleza, inamovible en sus decisiones, honrada y justiciera. Era una auténtica astur procedente de la primera raza que pobló las ubérrimas montañas de mi noble tierra, y no una mistificación como somos hoy en día más del noventa por ciento de las gentes asturianas, enraizados con todos los colonizadores de nuestra tierra. Mi madre enojada era una invencible fiera, y tranquila y serena, era tan hermosa y dulce como incomparablemente lo es mi asturiana tierra. Y ya dicho con suficiente claridad como era esta excepcional mujer, vuelvo a centrarme en el desaguisado que mi madre justicieramente preparara, con una valentía y decisión tal, que dejó a todos perplejos y anonadados, pues el guardia que en posición ridícula espanzarrado moraba en el suelo, desde tal lugar miraba con ojos desorbitados a mi madre que con el mosquetón en la mano y a la par que se lo arrojaba con fuerza y mala sangre contra su pecho le decía: ¡Yes un llimiagu, lu mesmu que toes istes xentes que conxentíen, qu'dellantri de la mesma ilexia del Faedor, y'en prexencia d'isti cura escosáu de coyones ya xusticieres razones, lú mesmu que tous vuexotrus que sois una cabaná de baldreyus, que tu que yes un cachiparru, martirizares a isti nenín pequenu, ya s'ístu faedis con miou fíu qu'entavía 'l probitín non sabe dúnde come, ¿qué faeredis con les prexones mayores? (Eres un rastrero baboso, lo mismo que todas estas gentes que te consienten, que delante de la iglesia de Dios y ante la presencia de este cura que no tiene ni cojones, ni justicieras razones, lo mismo que todos vosotros, que no sois nada más que un rebaño de cobardes, que tú que no eres nada más que un parásito martirizaras a este pequeño niño. Y si esto haceís con mi hijo, que todavía el pobrecito no sabe de dónde come, ¿qué hareis con las personas mayores...?). El otro guardia que sin lugar a dudas parecía un hombre con mejores sentimientos que el gusano que me había martirizado, intentaba sujetar a mi madre propinándole palabras que le aconsejaban que no complicara más las cosas, mientras que su repugnante compañero se levantaba del suelo, y ya con el arma entre sus manos, la enarboló por encima de su cabeza en amago de dejarla caer encima de mi madre a la sazón que con una inquina maligna y cobardosa le decía: ¡Si fuese usted un hombre, ahora mismo le partía la cabeza en dos para que al final de su existencia comprendiera usted, que el deber de todo ciudadano es respetar a la ley! A lo que mi madre le respondió de la siguiente manera: —Si you fora un home, a usté había qu'allevantalu dóu tá, p'ancuandiálu debaxu tierra, que ye 'l llugar quéi cuerresponde a la xentuza baldreyante comu ye usté. Ya tocante a la ley que reprexenta, que ye tan betchá de maldáes comu usté mesmu, pásula you ya toes les prexones decentes pente les piernes ya mexamus per echa. ¡Perque isa lley que tantu cacaréa achuquinóu ya t'achuquinandu a fatáus d'iñocentes, sin respetar nin al vietchu que t'encantu la xepoltura, nin al xoven qu'entavía non golióu 'l tafu de papalbus ya rapiegus que tienen tous los comedores que la endubiechan y'esmarachen! (Si yo fuese un hombre, a usted había que levantarle del lugar donde se encuentra para enterrarle bajo tierra, que es el sitio que le corresponde a la gentuza cobarde como lo es usted. Y tocante a la ley que tanto cacarea, que está tan rica de maldades como usted mismo, la paso yo y todas las personas decentes por entre las piernas y meamos por ella). (¡Porque esa ley que usted representa, ha asesinado y está asesinando a muchos inocentes, sin respetar ni al viejo que ya se encuentra al borde de su sepultura, ni tampoco al joven que todavía no se ha olido, el característico mal hedor que emana de los comedores, indeseables y ladrones que la han hecho, así como ustedes que atropelladamente obligan a punta de pistola y látigo a que se cumpla!). Aun puedo ver en los rostros de todas aquellas gentes que nos rodeaban, desde esta asquerosa celda donde viviendo el presente que me aprisiona en esclavo de unas injustas ordenanzas, mi mente desdoblándose en dimensiones pasadas, añora con tristezas y alegrías, las primeras alumbradoras fuentes de toda mi desgracia. Sí, veo los ojos asustados de algunos de mis convecinos, que al escuchar aquellas graves y acusadoras palabras que mi madre airada, enloquecida y por toparse en su justo desquiciada, le decía a aquel guardia que tan cobardemente la amenazaba. Sí, veo como todos ellos con tristeza pensaban, que mi madre no iba a salir de aquel asunto bien librada. Pues en aquellos tiempos por menor delito, al paredón de fusilamiento llevaban a personas más recomendadas. Vi los ojos de aquel guardia ruin y rastrero, vilos cómo se llenaban de una alegría satánica, quizás en otras ocasiones ya por él vivida, cuando a tantos inocentes martirizaba o asesinaba. Vi cómo dejó de amenazar a mi madre, cómo colgó el mosquetón de su hombro, y metiendo la mano sonriendo canallescamente en su macuto, sacó unas relucientes esposas con las que se disponía a encadenar a mi madre en el lleldar (acaecer) que le decía: —La voy a llevar a usted y a su hijo detenidos hasta el cuartelillo, y allí, le enseñaremos a usted a respetar la ley y el orden, ya verá usted cómo cuando nosotros la dejemos, no se le ocurrirá jamás ofender a la ley y al régimen, ni aun en su propio pensamiento. Y en cuanto a su cachorro, que parece ser tiene su misma casta, también le enseñaremos a decir la verdad aunque tengamos que arrancarle la lengua. Fue entonces cuando uno de los dos principales caciques de la aldea, que también ye menester que cuando encarte les diga cómo eran, le dijo al guardia con palabras amenazadoras: ¡Dexe tranquíl ista muyer ya 'l sou fíu, pos güéi mesmu vou cuntaye you 'l sou xefe la clás de guardia que ta fechu. (Deje tranquila a esta mujer y a su hijo, y hoy mismo le voy a contar a su jefe la clase de guardia que está hecho, que se ha dejado desarmar por una mujer cuando cobardemente usted martirizaba a su hijo, poco puedo poder yo si no le hago catar covixu noitre ufixu (oficio), perque nisti de guardia paeme amindi que nun ten llixa (arte, valer, etc.). La fuerza y poder que tenían aquellos desalmados caciques en aquellos tiempos de desalmados vivires, achindi mesmu xuntu lus mious güétchus (allí mismo frente a mis ojos) quedaba bien claro, porque aquel guardia aviñonáu de miéu (lleno de miedo), se justificaba rastrera y servilmente pidiéndole perdón aquel hombre que no había sido en toda su vida nada más que un verdadero canalla, per ístu miou má noxá fasta cuaxí la llocura dista maneira le falóu (por esto mi madre enojada hasta casi la locura de esta manera le habló). —Lu que me faltaba per uyír, que tena que debéi cumplíus a isti baldrayu d'achuquín, que dexóu la nuexa 'ldina xemá de güerfaninus dexamparáus de la mán del Faidor ya de lus homes. (Lo que me faltaba por escuchar, que tenga yo que deberle favores a este cobarde de asesino que dejó la aldea sembrada de huérfanos desamparados de la mano de Dios y de los hombres). ¿Nun foste tóu sou banduerru de lus enfermus el que denuncióu 'l miou home paque me l'achuquinaren na cárxel d'Uviéu? (¿No has sido tu comedor, canalla de los infiernos el que ha denunciado a mi marido para que me lo asesinasen en la cárcel de Oviedo?). ¿Ya con lus fíus de Manolón el Gocheiru...? ¿Qué foi lu que fixiste conechus baldrayán? Que yeren un par de rapazus más bonus qu'el pan d'escanda qu'enxamás fixerun mal a naide, ya cundu taben per aquíndi de millicianus, ya tóu t'encovaxabes fugáu per les branes, tóus xapiemus na cabana que t'empayaretabes, ya tantu nuexóitres perque yeras veicín comu aquechus ñocentinus rapazus qu’achuquinasti deximiémuste xempre pa que nun te prendieren. Que fatiquinus forun lus probetayus rapazus, y'anxín pagarun con las sous vides les sous fatezas, pos se te viexen deñunciáu, nistes gores tabes fechu 'n meruxéiru de merucus, xustamente lu que yes, y'echus taríen vivus al lláu de lus sous pás. (¿Y qué has hecho con los hijos del Cerdero?, que eran un par de mozos más buenos que el pan de escanda, que no han hecho más mal los pobrecitos, que cuando fueron al servicio militar por la quinta; y estuvieron por estos contornos de milicianos, mientras que tu andabas por la braña huido, y sabiendo nosotros en la cabaña donde te refugiabas, no te hemos denunciado porque eras nuestro vecino, aunque tuvieras la idea política que te diera la gana, que no debe de ser ninguna, porque te parió tu madre canalla desde la entraña, pues como te estoy diciendo, tanto aquellos grandes rapazos como nosotros, te olvidábamos siempre para que nunca te cazaran. ¡Qué tontos fueron aquellos pobres y desgraciadinos muchachos, y así pagaron con sus vidas sus tontezas, pues si te hubiesen denunciado, a estas horas, tu estarías hecho una verbena de gusanos, que ni más ni menos es lo que eres, y ellos estarían vivos al lado de sus desesperantes padres!). Todos escuchaban a mi madre silenciosos y asustados, considerando algunos con tristeza, que mi madre se había vuelto turulata (loca) para atraverse a manifestar acusadoramente ante los guardias, el cura y el pueblo, lo que todas las gentes de la aldea sabían que era cierto, pero no se detuvo mi madre en el acuse que le hacía aquel villano de todas sus bellaquerías, pues al no encontrar nadie que la importunara, siguió con su palabra y con igual fuerza mortificándole de esta manera: —E nus tiempus d'endenantes, cundu lus roxus mandaben lu mesmu que vuexotrus facedis nagora, non trañia l'esquilona de l'ilexa p'axuntanus en conceyu p'uyír la misa tres el cura, perque pieschada taba la casa del Faidor, ya con lus curas lus roxus nagua querían, peru a pesar de tar tan lexus del Faidor, a naide s'achuquinóu n'aldea, ya se morrierun un par de rapazus, fói nel frenti, peru nagora que tenemus l’ilexa 'l entestate, y'un cura que coyius de la man quiér chevanus a tóus pel atayu de non sei que Dios, ya non sei que cielu, pos con tou isti telar, entremedáu de cures, ya caciques comu lu yes tóu, de confexones, mises ya xermones, achuquinasteis n'aldea 'n poucus dies, más xentes que de mala manera, enxamás de lus xamases en Asturies murrierun. Se tóu xupiés so lladrón achuquinante, lu mesmu que toes istes xentes que m'acorrelan, lu que you tenu xufriu nes comunicaciones de la muerte que se encaldaben na cárxel d'Uvieu, dúnde 'l miéu ya 'l espavoríu facien fuercia, únde 'l fríu enxenebráu la entraña te queimaba, únde les chárimes esbocáes en el glayíu xapoixaben, atristeyáus ya dollores qu'eszarapicaben, tous lus xentíus de cuantus escuchaban. Non puéu apoixar de mious videtches, lus güeyus enfervecíus de aquechus homes, qu'agoxáes allumbraben engafuráes chárimes, con les manes tembluqueántes per el miéu, acoyendu con desesperación las rexes de fierru, que non lus dexaben en postreira vez, abrazar a la sou muyer ya lus sous fíus, qu'ameruxáus de cariñu, ya betcháus de dollor, choraben ya glayaben, xiringáus per el amore que profexaben naquel home, que yera 'l pá de lus fíus, el mantín desous quereres, y’l caidonal del sou llare. Naide algamía per mor de aqueches rexes de fierru entemedades, falagar cómu postreira despedida, a la muyer nin al home, nin lus pequeninus fíus, que güerfaninus naquecha nueche diben quedaré, perque banduerrus baldreyus lu mesmu que tóu, lus deñunciaben y'acusaben de faer fatáus de couxes, que ni nel xoñéu lus probetayus dacuandu lleldaren. Tóus nun mirabamus atristeyáus per debaxu la borrina qu'acobertoriaba lus güeyus encarnispáus pe les chárimes, ya lexus de falanus tantes couxes, nel tiempu tan escosu que nus daben, esfaíamonus en playíus choramiqueirus llastimeirus e nes fanes más mortales. Enclicáus tous per un dollor que nes entrañes esquiciáu t'esgarduñaba, tabamus fatáus de xocenes muyeres que güéi toes viudes y'esgraciaínes semos, enlloquecides y'engarrinchades a les rexes que a la llibertá ya la xusticia trincotiaben. Nagua podiamus decinus, perque la pallabra afogábase na conguetcha qu’el alma esfaída pe la tristieza sacupaba, sous penares nel gargüélu, a munchus el dollor añuedábayes el celebru con tal prietura, que esmurgazábanse col xentíu perdíu nel enllabanáu xuelu. Alcuérdume comu s’agora mesmu fora, ya xamás de lus xamases tal desxusticiáu, endiañáu, baldreyóuxu ya chuquinamientu de xentes abondes d'eches tan iñocentes comu isti rapacín, que la mesma lley qu'achuquinóu a suo padre, martirizóulu a él, ante 'l cura, que mangonéa la mitá la aldea, y'isti banduerru de cacique dumeña entrambas partes, ya tous voxoutrus qu'empaparáus per el miéu, olvidósebus defender tou lo güenu per lu que lus vuesus homes llucharun ya morrierun ¡Sin alcuerdume d'aqueches canallesques comunicaciones que se lleldaben na cárxel d'Uvieu, ya non esborraránseme de les mious vidatches metantu que la vida me acompañe! (En los tiempos ya pasados, cuando los rojos mandaban lo mismo que vosotros hacéis ahora, no tañía la campana de la iglesia, para llamarnos y rejuntarnos a todos en fraternal comunidad, para escuchar la misa detrás de un cura, porque cerrada estaba la Casa de Dios, y con los curas los rojos no querían saber nada. Pero a pesar según parecía de que se encontraban muy lejos del Hacedor, a nadie asesinaron en la aldea, y si han muerto un par de jóvenes, ha sido luchando en el frente. Sin embargo ahora, que tenemos la iglesia siempre abierta y un cura que asidos de la mano, quiere llevarnos a todos por el camino más corto para alcanzar, no sé a qué dios, ni tampoco a qué cielo, pues con todos estos sucederes que ahora están pasando, entretejidos por los curas, y por caciques como lo eres tú, de confesiones, misas y sermones, habéis asesinado en la aldea en pocos días, más gentes que de mala manera, jamás de los jamases no contando estos tiempos, en todo Asturias han muerto. Si tu supieras so ladrón y asesino, lo mismo que todas estas gentes que nos rodean, lo que yo he sufrido en las famosas comunicaciones de la muerte que se hacían en la cárcel de Oviedo, donde el miedo y el pavor, hacían fuerza, donde el helado frío que el temor producía, al mismo tiempo las entrañas te quemaba, donde las lágrimas deslocadas en gritos lastimeros se posaban, haciendo tristezas y dolores tan inmensos, que despedazaban todos los sentidos de cuantos escuchaban. No puedo apear de mi cerebro los ojos enardecidos de aquellos hombres, que a cestadas alumbraban envenenadoras lágrimas, y con sus manos temblorosas por el miedo, cogían con desesperación las rejas de hierro, que les prohibían por última vez, abrazar a sus mujeres e hijos, que llenos de cariño y ricos de dolor, lloraban y gritaban desesperadamente, movidos por el amor que profesaban a aquel hombre, que era el padre de los hijos que quedarían ya para siempre desamparados, el amante esposo de sus quereres, y el fuerte guía de sus lares. Nadie alcanzaba por la causa de aquellas rejas de hierro fuertemente entretejidas, halagar como última despedida, a la mujer ni al hombre, ni a los amados y pequeños hijos, que huerfanitos aquella noche si iban a quedar, porque indeseables cobardes lo mismo que tu eres, les habían denunciado y acusado, de haber hecho muchas y malas cosas, que ni en el sueño los pobrecitos, jamás ni habían pensado. Todos nos mirábamos entristecidos, por debajo de la niebla que nublaba los ojos enrojecidos por las lágrimas, y lejos de hablar de tantas cosas en el tiempo tan corto que nos daban, nos deshacíamos en lamentos lastimosos, que nos precipitaban en los abismos más mortales. Agachados todos por un dolor que en nuestras entrañas enloquecido sin piedad las arañaba, estábamos en aquella triste ocasión, muchas jóvenes mujeres que hoy todas viudas y desgraciadas somos, enloquecidas y agarradas con desespero a aquellas rejas, que a la Libertad y a la Justicia pisoteaban. Nada podíamos decirnos, porque las palabras ahogábanse en la garganta, que el alma deshecha por la tristeza, vertía en ella sus penares. A muchos el dolor les aprisionaba el cerebro con tal fuerza, que se desvanecían privados del sentido entre las losas que poblaban el suelo. Recuerdo como si ahora mismo estuviese sucediendo, y nunca jamás, tal injusticia, endiablada cobardía, y canallesco asesinamiento de gentes, muchas de ellas tan inocentes como este pequeño, que la misma ley que asesinó a su padre, le está martirizando ahora, precisamente ante la presencia del cura, que es el dueño de la mitad de la aldea, y de este indeseable de cacique, que domina entrambas partes, y de todos vosotros que llenos y dominados por el miedo, os olvidasteis de defender todo lo bueno y hermoso, por lo que vuestros hombres lucharon y murieron). (¡Sí recuerdo aquellas canallescas comunicaciones que se hacían en la cárcel de Oviedo, y que ya nunca podrán borrarse de mis sienes, mientras que la vida me acompañe!). Recuerdo perfectamente cómo todas aquellas gentes escuchaban a mi madre entre asombrados, y compasivos, entre temerosos avergonzados y ofendidos, y quizás hubiesen escuchado muchas más injusticias que habían hecho no los caballeros y valientes soldados, que denodadamente lucharon hasta conseguir la victoria, ni tampoco las juventudes que militaban en el partido triunfador, sino las gentes maduras, caciques que habían conservado la vida en entrambos bandos, que llenas de un odio vengativo y endiablado, habían hecho ellas más muertes criminales en la paz de la posguerra que todos los leales luchadores de enemigos bandos. Digo yo que mi madre con su cordura de mente les hubiese seguido acusando, si el cura, muy oportuno y diplomático, como son todos los religiosos de carrera larga, no se ausentara sin decir palabra, y ordenara al sacristán que tocase la última campanada, para entrar a la iglesia con el fin de escuchar la misa. Y ahora diré, que mal dicho está que yo diga que el sacristán tocase la campana, porque no había tal campana, ni en la iglesia de mi aldea ni en ninguna otra en todo el valle, ya que los rojos, se las habían llevado todas, no sé con qué fin ni propósito, como tampoco puedo comprender porque quemaban los santos que jamás les harían ningún daño, y dejaban con vida a indeseables como los caciques asesinos de mi aldea. Lo cierto es, que como campana de la vieja iglesia de mi aldea, había un trozo de raíl colgado del pórtico con una alambre, donde aporreaba el sacristán, con un martillo medio deshecho de los de cabruñar la guadaña. Nada más que el toque comenzó hacerse sentir, fueron las gentes desfilando tras la llamada de la postrera campanada, sin que nadie se osara replicarle a mi madre ni tan sola una palabra, bien fuese de desagrado o de conformidad con cuanto había enardecidamente manifestado. Todos se adentraron en la casa del Señor donde yo creo, que si el Nazareno pudiese apoixase (apearse) de la Cruz, no dudo que a todos ellos una tocata de barganazus les esfargayara. (Paliza de palos que en ellos prodigara). Dejó mi madre de reñir a voz en grito, pero siguió haciéndolo muy quedadamente, a la par que con gran remango recogía su cesta, que colocándola esta vez debajo el brazo, nos encaminamos para nuestro lar, mientras que aquellas gentes, culpables unas e inocentes las otras, le rogaban a Dios, los unos por sus pecados monstruosos ya cometidos, que en El no habían pensado cuando los ordenaban, los otros, quizás le pidieran paz y prosperidad para ellos, sus cosechas y ganados, pero Dios no escucharía ni menos ayudaría, ni al pecador tal vez arrepentido, ni al inocente libre de pecado, y lo sé por propia experiencia, porque yo, tantas veces le he llamado, suplicado y rogado, siempre a cuestas con el temor, la miseria y el desprecio que el mundo en mi había sembrado, y jamás El se dignó ni tan siquiera escucharme, porque si me hubiese escuchado, y no remediara con prontitud ni nefastoso sufrimiento, yo diría ya sin el menor equívoco, que el Dios que todos tememos y adoramos, no es nada más que un diablo. Y esto sin lugar a dudas es así, porque Nuestro Señor está harto de nosotros hasta la misma coronilla, y por eso pensó ya en inmemoriales tiempos, que o liquidarnos a todos, y olvidarse sin pena y con prontitud del mal invento que había industriado, o dejarnos vivir a nuestro aire, sin preocuparse ya para nada de nuestros haceres, hasta que la muerte nos lleve a su presencia. Caminaba yo detrás de mi madre, sujetándome con la mano mi dolorosa y sangrante oreja, que más doloroso sufrimiento me había reportado, cuando aquel imbécil y canalla de guardia me la había retorcido, que si me hubiesen molido todo mi cuerpo a palos. Llegamos a la postre a nuestra humilde casa, y siempre sin parar de reñir mi madre, de maldecir y de amenazar, estongóu 'l llar (limpió la cocina) de añejas cenizas, y con la rapidez con que ella solía hacer las cosas, tizóu ‘l fuéu (prendió el fuego) y después, puso un cazo lleno de agua con sal y unas hierbas (que ahora no sé cómo se llaman, pero que son muy buenas para las heridas) a hervir, y mientras que hervía, s'encaldóu nel trabayu de pulgar patacas (se hizo en el trabajo de mondar patatas), de las que había traído de la aldea de donde venía. Cuando el agua estuvo en su punto, que fue en el momento que ella terminara de aliñar las patatas ya listas para ser fritas, se dispuso mi madre a curarme, y al tenor que lo estaba haciendo, y viendo yo en su rostro retratado el cariñoso sufrimiento que por mí sentía, ella como siempre intentando disimular toda emoción, me preguntó dando muestras de un enfado cariñoso, ¿que qué era lo que había sucedido, o en qué líos me había yo alojado, para que los guardias me hubiesen puesto el rostro como un Ecce Homo? —Díjele a mi madre que el guardia no me había hecho nada más que estrapayáu l'uréa (deshecho la oreja), y que las otras heridas me las proporcionara el amo Manín, por las causas del condenado cabrón que ustedes ya saben. —Vi cómo las recias manos de mi madre temblaban al tenor que a mis heridas con aquella agua milagrosa me lavaba, sentí cómo su voz enardecida juraba y perjuraba contra aquel Manín de los infiernos, al cual ella decía, le iba a colgar la foiz (hoz) del pescuezo. Dio por terminada mi cura y en instantes me preparó la comida, que consistía en un buen cazo de patatas fritas con grasa de tocino, un gran cantezu (pedazo) de pan de escanda, y un escudiecháu de lleiche con borona (taza de leche con pan de maíz), y ya fartuquín fasta ‘l rutiar (harto hasta el eructo), preguntele que si podía ir a dar una vuelta por la aldea, a lo que ella me respondió afirmativamente, recordándome con amenazas, el que non m'engarricra con lus oitres rapacinus. (Que no me pelease con los otros niños). Cuando me dirigía al lugar donde todos los chicos por costumbre teníamos de reunirnos para enredar (jugar), en una de las callejas de mi aldea, me topé con Pelayu, que seguramente habría abandonado a su amo en el monte, por el extraño de no verme a mi como sucedía siempre. ¿Porque qué animal o persona con sentimientos nobles y cariñosos, podría vivir en la soledad del monte en la compañía de una repugnante bestia, como lo era Manín nuestro amo...? Viome primero Pelayu que yo a él le avistara, y casi estoy por asegurar, que me había olfateado antes de que yo desembocara en la calleja, donde él buscándose la vida por todos los rincones husmeaba. Porque yo jamás había visto a Manín, darle al pobre de Pelayu de comer nada, ya que Manín solía decir dándoselas siempre de razonero eficiente, que el perro no se le podía dar la esllaba óu llabaza de fregar lus cacíus (las aguas sucias residuos de lavar los cacharros de la cocina) porque estaban los bracus na cobil urniándu per llapalas (cerdos en el cubil gruñendo por tomarlas), que al perro lo único que se le podía dar, era aquello que no tuviese aprovechamiento para nada, como les llixes de les vaques cundu betchaban, de las uvées ya les cabras, óu cuallesquier oitra molicie que paque nún fediera menester yera encuandiála (como las libraduras de las vacas, de las ovejas y las cabras cuando parían, o cualquier otra porquería que para que no oliese mal, fuera necesario enterrarla). Vino Pelayu hacia mí envuelta su alma perruna por una gozasa alegría, pero me di cuenta con pena profunda, que no hacía tal acercamiento dentro del desenfado y gracial camaradería que en todas las ocasiones él conmigo usara, pues por primera vez mi buen Pelayu, para acercarse a mí, rastreramente se arrastraba, no era por el miedo de que yo le apaleara, ya que jamás ni de palabra le había ofendido, era sin duda porque se sentía muy avergonzado de haberme abandonado la pasada noche, cuando tan triste y solo me encontraba, y quizás más le necesitara. ¡Pobre Pelayu! ¡Qué alma más humana tenía, y a cuántos humanos, el alma de los rabiosos perros les dirigía! Me agabuxé (agaché) a su lado, envuelto yo por una sana, jovial, y angelical alegría, le besé su rostro varias veces entusiasmado, y acaricié con gozo su fino y sedoso cuerpo, y olvidándonos entrambos él de su cobardía y yo del rencor que pudiera por su gesto guardarle, nos fusionamos en un abrazo risueño y cariñoso, donde él dando pequeños ladridos por los que manifestaba su alegría y pena, me lamía una y mil veces las heridas que adornaban mis mexietchas (mejillas), y quizás se estuviese jurando, que aunque le costase la vida, nunca de mi lado se alejaría. Toda aquella tarde, estuve jugando al «llanque» y a la «palombietcha» con el único amigo de verdad que en la aldea tenía que se llamaba Muel. Pobre amigo mío, murió cuando apenas tenía veintiocho años, reventado por el más duro y esclavizante trabajo, que desde su niñez y en mi compañía, fustigados por el hambre y la necesidad, entrambos y dos a las severas órdenes de su padre, como serradores en casi todos los montes de mi Asturias, habíamos llevado a cabo, al final, su cuerpo ya deshecho, explotado y gastado, fue consumiéndose en la triste soledad del sanatorio del Naranco, donde murió devorado por una tisis galopante. Tenía Muel dos o tres años más que yo, y sin embargo éramos los dos de la misma estatura, y empezamos a serrar madera manualmente los dos en el mismo día, teniendo yo en la sazón, tan sólo trece años, fue nuestro maestro su propio padre, y nos trataba como nadie se puede imaginar, ya que no había día, que no nos untara ‘l focicu (nos azotaba) por lo menos un par de veces. No es que aquel hombre y excepcional trabajador fuese malo, no nada de eso, es que el pobre precisaba por fuerza mayor, para poder desarrollar el duro trabajo del serrador, que nosotros hiciésemos el trabajo de hombres y no éramos nada más que dos niños. Digo yo que aquella tarde, le conté a mi amigo Muel, como había encontrado en la montaña la cueva de las armas, y así hablando de nuestros proyectos, acordamos que al día siguiente subiríamos hasta ella, para jugar hasta cansarnos con aquellos juguetes de verdad. Así es que a la oscurecida retornamos cada uno para su casa, saboreando por adelantado lo felices que al día siguiente habíamos de ser. Caminaba en pos de mí, tan contento y satisfecho como siempre mi buen Pelayu, sin preocuparse para nada de que él, era un esclavo de Manín, y no un ser libre que pudiese hacer lo que más le conviniese, pero al llegar a la esplanada donde asentada estaba la bolera, lugar clave donde se reunían todos los vecinos de la aldea, después que concluían sus trabajos, bien fuese para charlas y cambiar impresiones, o para jugar unas partidas a los bolos, como cuento, allí estaba Manín, en diálogo con unos vecinos, ya de retirada para su casa después de haber encerrado las cabras, cuando vio a su desleal Pelayu, que muy contento y moviendo con gran felicidad su rabo, me acompañaba a mí, como si yo fuese en vez de él su amo, dejó a su contertulio con la palabra en la boca, y cambiando su pacífica charla por la riña loca, embistiome a mi con ofensiva y pecaminosa palabra, al mismo tiempo que con la vara que portaba en su mano, descargó sobre el confiado Pelayu tal varazo, que a quedarse el pobre tan sólo un segundo condoliéndose del acuciante dolor que en su cuerpo se anidaba, seguramente que hubiese llevado sobrada ración de varazos, que fácil la dejarían sin vida in situ. Pero no hizo tal cosa mi buen Pelayu, sino que salió huyendo como alma que se lleva el diablo, lanzando en el aire ladridos, que yo creo que no eran por el profundo sufrir que le proporcionara el castigo, sino que en su lenguaje, seguramente maldeciría aquella bestia con figura humana, que era capaz de azotar despiadadamente a un inocente niño, o de asesinarle a él mismo, que no se encontraba con más culpa, que de despreciar a su amo, por canalla y miserable. Y lo propio que Pelayu hizo, no lo dejé yo para más pensado, y a la vez que me perdía en la carrera, huyendo de aquel reptil repugnante y asqueroso, recuerdo que con rabia enloquecida yo le dije: ¡Fíu de put, baldreyu, llimiagu! (Hijo de puta, cobarde, rastrero, baboso..., etc., etc.). Pero miren ustedes por donde, estaba mi madre allí cerca en casa de una vecina hablando de sus cosas tranquilamente, cuando al sentir al Manín que me ofendía, al perro ladrar por la caricia que había recibido, y a mi insultándole poniéndole como un pingayu (de lo peor), salió mi madre de casa de su vecina, con todos sus muchos ánimos aviesporáus (envenenados, aguijoniantes), y cogiendo un palo que allí a mano había, bien seco y sudado, porque hiciera su servicio sirviéndole de mango a una fexoria (azada), se dirigió con extrema rapidez y silenciosamente al lugar donde Manín estaba, y sin decirle ni una sola palabra, empezó a darle palos con aquel formidable mango, que la suerte a Manín le cupió de que nuestros vecinos la detuvieran, porque sino, creo que le hubiese matado. «LA MULTA O EL REFORMATORIO» Al día siguiente, mi amigo Muel, yo y Pelayu, subíamos alegremente hacia la montaña, con locas ansias de llegar pronto a la cueva, con el infantil y firme deseo, de jugar hasta saciarnos con aquellas armas, recuerdo a mi querido amigo, futuro candidato al igual que yo, a la penosa esclavitud que como serradores nos aguardaba, la veo con su sana sonrisa, pintada en sus pequeños y vivarachos ojillos azules, acariciar una y otra vez, con una alegría inmensa aquellas armas, no existía para nosotros en el mundo, en aquellos felices momentos, nada que pudiésemos apreciar tanto, como aquellos mortíferos juguetes, de los que en la sazón, éramos los únicos señores y dueños, nos hallábamos fuera de la cueva, enredando cada uno con su escopeta, y una canana repleta de cartuchos colgada del hombro a la bandolera, Pelayu, desentendiéndose de nosotros mitigaba su hambre cazando grillos y mariposas, o cualquier otro insecto que plugiérale y fuérale rentable para entretener su enflaquecido estómago. Después de cansarnos de hacer la instrucción marcando el paso con la escopeta al hombro, emulando a los soldados cuando hacían prácticas en nuestra aldea, yo le dije a mi amigo señalándole el lugar, que desde aquel mismo sitio, yo había tumbado de dos certeros disparos al cabrón de mi amo. Muel, sacando dos cartuchos de la canana y metiéndolos dentro de la recámara de su escopeta, me dijo que él también pudiera haberlo hecho, y para asegurármelo de que no marraría el tiro, me señaló una piedra rojiza que había muy cerca de donde muriera el chivo, y a la par que se ponía la escopeta en el hombro para materializar lo que había asegurado, me decía ilusionado: —¡Fíxate Xulín!, ya veras cómu la desfaigu nun fatáu de cachiquinus—. (—¡Fíjate Julín!, ya verás como la deshago en mil pedazos—). El doble disparo retumbó dentro del natural silencio de la montaña, como si se tratase de un ruidoso trueno de las tormentas de los veranos, las águilas y los cuervos, así como todos los pájaros y animales que moraban por aquellos aledaños, moviéronse de sus lugares, graznando las aves al levantar el vuelo, y quizás las alimañas agudizasen al oído para saber el peligro que pudiese traerles aquel espanto. Hasta Pelayu dejó su caza insectívora para ladrar desaforado, como si presintiera que otro cabrón había sido abatido, que le haría de nuevo volver a hartarse, o tal vez nos estuviese reprimiendo, queriendo con su lenguaje decirnos, que aquella xuxeante folixa (crecido ruido, alegría, juerga, etc., etc.) que tan amanicomiadamente entamábamos (enloquecido ruido que hacíamos) no iba a reportarnos buenos resultados. Lo cierto fue que mi querido amigo Muel, no atinó a deshacer aquella rojiza piedra contra la que había disparado, y yo alegrándome por su fracaso, cargué con rapidez mi escopeta, me la puse en el hombro, y disparé contra aquel blanco otros dos disparos, tampoco pude yo hacer puntería, y él mofándose de mí, cargó de nuevo su escopeta con notoria alegría, a la vez que me aseguraba que de aquella no fallaría, volvía a disparar sin importarle para nada el tremendo culatazo que nos solían dar aquellos guerreros artefactos. Y así, una y otra vez, atenazados por un gozo y felicidad que nunca con tanta fuerza a nuestros juveniles espíritus había con entera libertad creado, disparábamos con alegría ilusionada contra aquel aproxetáu cuctu (enrojecida piedra), creyéndonos guerreros invencibles, o cazadores afamados. Muy posible yo me creyera un jefe poderoso, justiciero y honrado, que cada disparo que hacía, l'eszarapaba les vidatches d'uno de lus baldreyus homes, que habíen achuquináu ‘l miou padre. (Le deshacía las sienes de algunos de los cobardes hombres que habían asesinado a mi padre). Lo cierto fue, que tras de quemar veintitantos cartuchos cada uno, la piedra seguía en su sitio, y nosotros un poco desilusionados, hicimos un pequeño descanso, en el que acordamos cambiar de blanco. Disponíamos de nuevo hacer más atinadas prácticas sobre el rugoso y fuerte tronco de una encina, cuando Pelayu salió de junto nosotros y con apremiante prisa ladrando, contra un intruso que nos visitaba, guiado al parecer por el atronador ruido, que con nuestros alegrativos disparos formábamos. Era nuestro mal recibido visitador un rapazacu (mozalbete) que andaba por aquellos montes a la caza de la perdiz, que había endemasía nutridos bandos, que bajaban a veces hasta los sembrados d'arbeyinus y'oitres semáus (de guisante y otros sembrados) más alejados de la aldea, y ni el gran espantapáxaru tenía llixa de xebrayus (espantapájaros tenía fuerza para espantarlos). Jerónimo se llamaba aquel jovenzuelo indeseable, que había heredado de su padre toda la cobardía y males tales, que muchas gentes de mis lugares, le estarían rabiosa y odiativa, despreciable y asquerosamente maldiciendo, hasta que el Hacedor les llevara de este mundo tan poco lleno de humanidades. Era hijo de este sujeto tan maldecido, cacique de mi aldea con vuelos tales, que no del todo satisfecho con enviar para el otro barrio algunos de sus inocentes convecinos, en el acaecer se dedicaba, a que a sus vecinos la ley, que había, muy moldeable para dar por buenas todas las denuncias avaladas por caciques facciosos como él, se ensañara con crecidas multas, que al no tener dinero la gente aldeana para satisfacerlas, tenían que vender parte de sus ganados, y sabedores los tratantes por ser lobos de la misma camada aunque con diferente collor (color), que los campesinos tenían que vender sus reses con abonda priexa (mucha prisa) para satisfacer aquellas multas antes que se enrodietcharen (enredaran) peores males, pues como cuento, aquellas aves de rapiña de tratantes, se unían todos de tal manera, que lograban desbaratar los mercados hasta tal punto, que más que comprar, lo que hacían, era robar dentro de la ley a los aflijidos y siempre maltratados campesinos. Al quedarse los desdichados aldeanos sin sus ganados, por la causa de aquellas multas, que la verdad era nadie sabía que era lo que castigaban, aquellas asesinantes multas que la ley les inxertaba (injertaba), que les hacía dentro del acuciante temor que en aquel lleldar (ácaecer) era aterrante, deshacerse de sus ganados para pagar tan diabólicas y desnaturalizantes sanciones. Y como los campesinos, por lo menos en todas las embrujadoras aldeas de mi melgueira tierrina (dulce tierra), y me supongo que tal sucederá en todas las aldeyuelas del mundo, sin ganados de tiro no pueden trabajar sus erus (tierras), tenían que por fuerza mayor, agenciárselo aunque fuese dentro de las más viles condiciones, y así, el canalla de cacique de mi aldea, daba vacas, yegüas, cabras, y ovejas a la comuña (condición) que tan sólo el agobio de la desesperante necesidad hacíales aceptar, con lo que se condenaban a ser esclavos de un ganado que no era de ellos, siendo en la mayor parte de las ocasiones las ganancias completamente nulas, pues si una res se moría, se despeñaba, la mataban los lobos o la devoraba el oso, no la perdía el dueño, sino el comuñero, y así, de esta miserable forma, este canalla de cacique, explotaba vilmente a muchos campesinos que por imperativa necesidad, eran comuñeros de este indeseable asesino, que no había hecho la guerra en las trincheras, porque su cobardía era tan grande, que le había obligado a pasar toda la contienda escondido en los montes, y ahora que la guerra ya terminara, era cuando él verdaderamente la hacía, en la entristecida y enlutada paz que poseían las gentes de mis aldeas. ¿Cuántos despreciables seres como este nefasto individuo había en mi Patria... ? ¡¡Yo creo que honradamente debemos todos de reconocer, que había un par de ellos en cada aldea, y en las villas y ciudades me supongo que morarían muchos más!! Cuento que llegó el Jerónimo con su escopeta al hombro acompañado de su perro perdiguero ante la nuestra presencia, y ufanándose altaneramente quizás pensando que nos iba a hacer, lo que le diera la gana, nos dijo con apariencia muy enojada, al mismo tiempo que nos ofendía con sus palabras: ¡Haber decirme pronto, ¿dónde habéis robado estas escopetas?, si no queréis que vos falague ‘l llombu con ista bardiaca! (que nos moliera a palos todo el cuerpo con una vara que portába en sus manos). No despegó sus labios en el momento mi amigo Muel, porque el padre de aquel llabasquín (cerdo pequeño) era el dueño de los ganados de su casa, y por aquello de que el amo siempre, sin la razón con la ganancia anda, no le refutó pequeña palabra. Pero yo que ya me había creído que aquel babayu de guaxón (farolero, fantasma de mozalbete) se iba apoderar de mis armas, las que yo creía que eran de mi entera propiedad, le dije sin miedo y desafiantemente, que aquellas escopetas eran mías, y que ni él ni nadie sería capaz de quitármelas. Entonces Jerónimo mirándome acusadoramente me replicó seguidamente con estas palabras que me condenaban: ¡Entonces... tu fuiste el que mató antes de ayer al chivo de Manín? ¡Si yo fui!, le dije envalentonado y poseído de una airada rabia, a la vez que le encañonaba con la escopeta y amenazándole firmemente le aconsejaba: ¡Fáinus el favore de dexanus nel nuexu antroxu, ya colar pel mesmu xeitu per únde sen chamate 'llegasti, se nun quiés que faiga nel tou ventrón, el mesmu buracu quei fexe nus fégadus del cabrón de Manín! (¡Haznos el favor de dejarnos con nuestra alegría, y márchate por el mismo sitio, por donde sin llamarte has llegado, si no quieres que haga en tu barriga, un orificio parecido, al que le hice en los hígados del cabrón de Manín!). —Y fue entonces cuando Muel valientemente apoyándome con su amenazante escopeta y con sus advertientes palabras le dijo: ¡Mira Jerónimo, no tiene nada que ver que mi padre se arrastre frente a vosotros, por el miedo de que le quitéis el ganado, pero yo ahora no soy mi padre, y si no sales en el momento corriendo como una exhalación (centella, rápido), me parece a mí, que te vamos a coser a perdigonazos! Justificándose Jerónimo con el atropello que en el miedo se cosecha, dio media vuelta y casi a las carreras, tomó las de villadiego, a la par que se alejaba murmurando no se qué amenazas. Su perro, quedose unos instantes olisqueándose con Pelayu, al que yo achuché (azuzé), y Pelayu que para engarradiercharse (pelearse) era una ardorosa fiera, saltó como un león, atacando con un furor endemoniado al fino can perdigonero, y si no es por Muel, me parece que allí en el mismo lugar que había muerto el chivo, Pelayu hubiera despachado, aquel hermoso, cariñoso e inocente perro. Quedámonos muy satisfechos y gozosos, a la par que en nuestros espíritus, navegaba el orgullo perfumándose con la vanidad Humana, y todo, por haber acoyanáu ya féchule moscar ameruxáu de miéu (acojonado y haberle hecho huir, lleno de miedo) al hijo de uno de los amos de la aldea, que en un principio se había creído, que le sería sencillo hacer con nosotros cuanto le viniese en gana. Durante algún tiempo, estuvimos llindiándu (vigilando, cuidando) a Jerónimo por ver el camino que se tomaba, pues teníamos el temor que se ocultara para después sorprendernos, pero no fue así, y al final muy contentos ya le vimos corriendo que se las pelaba en compañía de su perro, desembocando en el pedregoso camino que le conducía a la aldea. Sabiéndonos libres del temor del adefesio de Jerónimo, y olvidándonos en el mismo instante de cuanto con él nos había acontecido, volvimos a nuestro peligroso juego, de disparar las escopetas contra diferentes blancos, y así, hablando de nuestras cosas con satisfacción que nos embargaba dentro de una felicidad pasajera, deslizábase el tiempo sin enterarnos, hasta que a la postre, dimos fin a todos los cartuchos que teníamos, y fue entonces, cuando decidimos esconder las armas en la cueva, y con los hombros doloridos por las sacudidas que nos propinaban las escopetas por los disparos, disponíamosnos muy contentos en el regreso para nuestras casas, y para simular que veníamos de la leña, agenciámosnos unos tochacus de pochiscus (leños de encina) y poniéndonoslos al hombro, bajamos corriendo por entre los vericuetos y las serpenteantes sendas, hasta llegar al camino real que nos conduciría a la aldea. El ubérrimo valle de alegría alborazada, que poblaba por entero nuestros espíritus, viose en unos segundos nublado y con rapidez cubierto, por un zozobrante y temeroso manto, nacido del retrato que nuestros ojos hicieran, cuando a la entrada de la aldea, justamente en el mismo lugar donde por costumbre, mi amo solía esperarme para xebrar (apartar) sus cabras, estaban aguardándonos los guardias, en la alegre compañía de Jerónimo, que poseyendo las mismas indeseables zunas (costumbres) que su padre, no había perdido ningún tiempo en ir hasta el cuartelillo para delatarnos. Yo tentado estuve cuando me percaté que eran los mismos guardias que el día anterior me habían cobardosamente martirizado, de tirar los garbetus (leños) que llevaba en el hombro, y salir corriendo para huir de aquel verdugo que sonriéndose ladinamente, quizás estuviese pensando su enrevesada y nefastosamente, el volver a esforgayame (arrancarme, estriparme, deshacerme) la única oreja que me quedaba sana. Sin embargo, logré dominar el miedo, y dejando a Muel que abriera la marcha, llegamos a la postre ante la presencia de ellos, y aquel canalla de guardia, no se dirigió a Muel a pesar que unos metros delante de mí iba, sino que vino sonriendo malignamente hacia mí, con las mismas asesinas intenciones que el hambriento lobo lleva, cuando para satisfacer sus ansias del espíritu y la carne, sin el menor miedo se lanza, sobre el inocente corderillo que no tiene a nadie que le defienda. Antes de dirigirme la palabra, aquel demonio con tricornio, que a fe mía desprestigiaban, porque hermosa para el pueblo es la esclava de la Justicia, cuando todas sus obligaciones y credos justamente da cumplidas. Digo yo, que lo primero que hizo fue cogerme mi oreja sana, apretarme un poco para ponerme en atención, y luego mirándome altanera y sonrientemente me dijo: ¡Ahora ya no me negarás de que no has sido tu quien disparó sobre el cabrón de tu amo, y me supongo que también me dirás, dónde has conseguido las armas, maldito pilluelo, hijo de una bruja y de un rojo republicano, o comunista sin entrañas! Tiré los tochucus (leños secos) al suelo apremiado por el dolor que de rabia me desencaldaba (deshacía), con tan mala fortuna que por mí no había sido pensada, que diéronle en las piernas de aquella fiera uniformada, y gran dolor en él tuvo que lleldarse (hacerse), porque dejó de esfarugarme (deshacerme la oreja), para acariciar con gestos de dolor la caña de una de sus piernas, al mismo tiempo que yo hacía lo propio con mi oreja, que ya colorada como una guinda, me resquemaba como si estuviese ardiendo. Mirome con ojos extraviados por la rabia que le enloquecía, y siendo mayor la fuerza de su cobardosa entraña ya en poder de las iras que lo movilizaban, que el dolor que su cuerpo sentía, soltome de revés dos guantazos, que dieron conmigo en tierra, con el rostro manando abundante sangre. Fácil siguiese abofeteándome, pues ya estaba enclicándose (agachándose) para hacer conmigo vayan ustedes saber qué, cuando intercedió su compañero que asiéndole por un hombro, con desprecio y enfado le dijo: ¡Lo que terminas de hacer con este pequeño es una canallada, y como otra vez intentes tocarle del pelo la ropa, te las vas a entender conmigo! ¡¡Estoy harto de tus abusos, y de tus odios y desprecios por todas las gentes desgraciadas!! Ayudome aquel buen guardia a levantarme, y después con su propio pañuelo limpiábame el rostro de sangre, y al parojo que esto hacía cariñosamente me decía: ¡Te juro que nadie te volverá a martirizar más pequeño, y ahora si tu quieres, y que conste que ni te ordeno ni te obligo a contarnos nada, dinos de una vez dónde están esas malditas armas que tanto doloroso daño te han originado! Dime cuenta pronto que de seguir negando no sacaría en limpio nada, ya que el baldroyán (cobarde) de Jerónimo había descubierto ya todo, y a poco listos que fuesen, nada más que les conduciese al lugar donde nos había sorprendido, darían pronto con la cueva, donde se ocultaban las armas. Así que acompañado de Muel y de Pelayu, y seguido de cerca por los dos guardias y el delator de Jerónimo, guielos a paso rápido por entre las vegetativas y pedregosas sendas que serpenteaban por casi inaccesibles lugares, pronto me alegré al comprobar cómo aquel despreciable guardia que tan sañudamente me había martirizado, abarquinaba (respiraba) con penoso trabajo, al mismo tiempo que se deshacía en copiosos sudores el condenado, lo mismo que la manteca fresca expuesta al sol en el verano. Al observar el penoso esfuerzo que aquel guardia repugnante y gordo, imbécil y malvado, tenía que realizar para seguirnos, apreté más aun el paso, que casi se convirtió en carrera y que sólo Muel y Pelayu pudieron aguantarme alejándanos en cuestión de segundos un largo trecho de nuestros enemigos, que en el lleldar (acontecer), ya se habían detenido para hacer acopio de energías unos momentos. Aproximadamente aun no habíamos caminado ni una décima parte del trayecto que nos separaba de la cueva, y ya el llimiagu (baboso) de aquel guardia, se encontraba casi d'afechu despaxaretáu (deshecho), seguramente que antes de llegar al final, en la mente de aquel fucheiru (estercolero) humano, se dibujaría el ruin pensamiento, de maldecir a la ley que como enyordiáu pioyu (sucio piojo) servía, al cachiparru (parásito) que me había delatado, y a mí, por no haber seguido negando. Muel y yo con satisfacción nos reíamos de aquellas gentes, que en nuestras infantiles y sin cultivar mentes, habíamos retratado como personas que tenían menos llixa (fuerza, arte, valer, etc.) que un mure entre las zarpas de un gato. Estaríamos como a la mitad de la andadura, cuando la distancia que nos separaba ya era enorme, y a pesar que de continuo nos ordenaban que no corriésemos tanto y que procuráramos ir siempre a su lado, la verdad es, que ya les habíamos perdido todo miedo y que no les hacíamos el menor caso. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amigo Muel, que cuando llegásemos al potchisquéiru (encinal), yo me adelantaría corriendo con todas mis fuerzas, para volver aquel mismo lugar antes que ellos lo hicieran, pero después de haber ya ido a la cueva, para poder esconder para nosotros, dos pistolinas muy atongadetas (bonitas, curiosas), que era una pena que se llevaran los guardias, y que nosotros podíamos esconder en cualquier lado. Y así lo hice, y logré regresar, mucho antes de que ellos, llegaran escadriláus (derrengados), claro que descontando a Jerónimo, porque éste andaba tanto como con la lengua si quisiera andarlo. El caso fue que los guardias aquel día se llevaron las armas, y a los cinco o seis días, regresaron a la aldea preguntando por mi madre y el padre de Muel, para llevarles hasta el cuartelillo, con el fin de no sé qué preguntarles o darles. Cuando mi madre en compañía del padre de Muel regresaron del cuartel, estábamos nosotros xugaretiándu (jugando) debajo del ñoceón (nogal grande) que había a la entrada de la aldea, que tanto como tenía de frondoso y grande, eran de pequeñas, escasas e insípidas sus nueces. De donde viene un adagio asturiano que dice: ¡Mucher grandie ande óu non ande, peru tantu s'espatuxa, comu senún lu fixera, en dalgún lláu fae bona atongadura! (Mujer grande, ande, o no ande, pero tanto si camina, como si no lo hace, por grande en todos los lugares estorba). «Claro que se me olvidó decir, que menos en el catre, para añuedar el cibietchu cundu nun hay oitra, pequenina, atongaina ya melgucira». (Para hacer el amor, cuando no hay otra, pequeñita, bien hecha, y tan dulce como lo que debe ser vivir en la gloria). Digo yo que al ver nuestros padres corrimos hacia ellos, y cuando ante su presencia nos encontramos, casi sin darme cuenta vi a mi amigo rodar por el suelo, por la fuerza vigorosa del tremendo castañazo que su padre le llantó nuna mexietcha (le plantó en una mejilla), pero antes de que yo me percatara del peligro que sobre mí se cernía, vime acochetáu (cojido, sacudido) por mi madre, que me allumbróu (alumbró) un mamplenáu (muchos) pescozones, tan seguidos y atinados, que me parecía que todos me llegaban en ringlera, no teniendo que esperar uno por el otro, para que no se enfadasen ninguno. Y allí mismo por este procedimiento que nuestros progenitores nos hacían, comprendimos que nada bueno los guardias a nuestros padres les habían hecho. Y claro que no era nada respetable ni justo, sino un atropello despiadado, inhumano, mezquino, repugnante y apartado de la Justicia a tanta distancia, como la que existe desde la Tierra hasta el Infinito Cielo. Resulta que la canallesca ley que en aquella para mí inolvidable época existía, nos había condenado a ir a un reformatorio, o a que pagasen nuestros padres una multa de ciento cincuenta pesetas en papel del Estado, en el término de treinta días. Y fue entonces cuando yo empecé a preguntarme, ¿que qué era lo que tenían que reformar en mi...? ¿Acaso entraba en la reforma que aquella ley que estaba por todos los rincones de la Patria haciendo encima de los vencidos y sus descendientes, asesinar a nuestros padres, hermanos, parientes y hasta madres, privarnos de nuestra libertad, y robarnos cuánto teníamos? —¿Aquella ley digo, todavía tenía que reformar algo más en mí, que en un principio ya no hubiese inhumana y endemoniadamente reformado? Yo que era en aquel lleldar un pobre niño de poco más de ocho años, condenado precisamente por la misma ley, a no tener jamás ya el amoroso cariño de mi padre, yo que había sido condenado como todos los jóvenes hijos de los vencidos y encarcelados y asesinados padres, yo que estaba lleno de hambre, de miseria, de sufrimiento y de una soledad inconsolable, yo que si quería comer un trozo de pan duro, tenía que caminar descalzo y medio desnudo, por entre las zarzas y guijarros de las montañas, esclavizando mi cuerpo y mis sentidos, en el cuidado de unos ganados que no eran míos, a mí, a un ser así de natural, puro, desamparado y desgraciado, ¿aún quería aquella entroyada (sucia) ley reformarme por considerarme malo? —Yo nunca he sido político, pienso ahora, ni tampoco con mis palabras harto vulgares y aldeanescas, pretendo fomentar el odio hacia nadie, soy ante todo un liberal disciplinado, que ama a mi Patria, por la que estoy en cualquier momento dispuesto a morir, pero me creo con el suficiente derecho de contar al mundo de cuanto yo he sufrido, que es el retrato de tantos otros huérfanos de guerra que lo mismo que yo tanto sufrieron, aunque más en duda, pongo que lo hubieran hecho, quiero contar todo lo que considero que siendo verdad, no debe ser olvidado, y desearía con toda mi alma, que mis palabras tuviesen repílos (ecos) más clarividentes, que los que en su origen se formaron, para que llegasen a todos los oídos, y en sus mentes gigantesca Humanidad digna y justa edificasen, que diera paso a una libertad liberal y disciplinada, que atrancase (cerrase, peslase) sus puertas a todo cuanto no fuese digno y honrado, de esta sencilla y natural manera, la fraternidad sería por primera vez, el tesoro más puro, luminoso y deseado, que la Humanidad en toda su existencia hubiese conquistado. En este relato, que para muchos críticos comedores, que sólo saben fartase comu gochus (comer como cerdos) e intentar con sus medios deshacer lo que alguien con más capacidad creativa que ellos, más bien o peor ha edificado, digo yo, que muchos críticos fanáticos defensores de normas idealísticas, que con sus leyes en la ocasión asquerosamente convencionales, que lograron deshacer el destino que a mi vida creo que le pertenecía, al igual que a toda la generación de los hijos de los perdedores, no les agradara en absoluto, que un hombre que fue despojado de cuanto poseía, y empujado vengativa y canallescamente al arroyo, cuando él por ser un niño, no podía defenderse, tenga ahora la osadía, con sus pobres medios culturales, d’abayucar la trelda (revolver la porquería), que nadie hasta el presente, tan ajustada y verídicamente pudiera contar jamás. Digo porquerías, pues es eso precisamente lo que suelen dejar las secuelas de una guerra civil, y pobre de aquellos países que la sufran, porque sus hijos quedarán divididos, y los perdedores, tendrán que soportar un yugo, que más flojo, o menos prieto, esclavizándolos los ha de postergar. En este relato retrato yo, al vencedor y al vencido, menos al perdedor de quien soy hijo, ya que he tenido la desgracia de conocerle cuando el desventurado ya era un vencido, pero con el vencedor he vivido siempre, sirviéndole con decencia y honradez, silenciosamente observándole siempre, y no recibiendo de él, nada más que calamidades y ofensas, y sin embargo, nunca le odié, siempre disciplinadamente le serví, y si en el lleldar se siente ofendido por lo que de verdad digo, espero que se comporte conmigo, de la misma manera que con él siempre yo he hecho. Sé que estas narraciones no se han de publicar en mi Patria, porque la censura no permitirá que el hijo más humilde, cuente una verdad que denigra no a mi querida y noble España, sino algunos de sus inamovibles sistemas, pero tengo la firme certeza, que algún querido hermano país, sin el menor odio ni rencor sí ha de hacerlo, y con esta mi voz del pueblo, sencilla y natural, ubérrima y estéril, millones de seres de la Tierra habrán de saber, que hoy todavía, vive en mi Patria, la mitad de una generación, descendiente de los perdedores de la sanguinaria Guerra Civil que empobreció a la más maravillosa nación del mundo como es mi España, apartados de todo acceso a cualquier puesto de responsabilidad, bien en el gobierno, en los sindicatos, o en cualquier otro lugar, de responsabilidad de la Patria. Y desde aquí, invito a todos los españoles para que investiguen esto que he dicho, y ya verán como es una verdad, que no admite discusión posible. Cuánto placer sentiría yo si me pudiese expresar con ustedes en la maravillosa, ancestral y rica Lengua Asturiana, pues para mí, decir las cosas en Castellano es un verdadero fastidio, con tantos puntos y comas, y demás signos ortográficos, que para un hombre sin estudios de ninguna clase como yo, es una verdadera tortura, pues mi imaginación que idea y piensa con la fuerza de un enorme río enloquecido, a la hora de querer contar estas copiosas cosechas, que hasta en los mismos sueños me alumbra, cuando me pongo a escribir todos estos pensamientos y acaeceres, al expresarlos en español, meto la pata hasta los corbétchones, por esto ruego me perdonen, y háganse a la idea, de quién les está hablando, no es nada más que un humilde aldeano, sin más escuela que la siempre dura universidad de la vida. Y con la fortuna o desgracia de haber nacido con el embrujador duende de ser soñador, no por aparentar, por ocio o por estudio, sino con la intima necesidad que me tortura el alma, al mismo tiempo que me embarga dentro de una felicidad, que me hace en ocasiones ser dichoso, sin jamás haber sido feliz, y en otras dimensiones me llena de tal tristeza, que en apariencia sin sucederme nada, me encuentro tan apenado y deprimido, que todo cuanto me rodea y hasta yo mismo, me parece la pestilente porquería, con que se harta sin jamás hastiarse, el nefasto diablo al que entusiasmados y egoístas servimos. Enteponíu colaba you dellantre de miou madre, espatuxandu caleya adiantre, afalau per las engafuráes pallabres de miou má, camín de la nuesa teixá. (Conducido corría yo delante de mi madre, caminando rápido calleja arriba, arreado por las envenenadoras palabras que mi madre me dirigía, a la vez que hacia nuestro hogar nos acercábamos. Yo miraba arisco para ella, pensando que me iba alcanzar presto, para propinarme ante mis vecinos, otra somanta (paliza) como la que de aun mi cuerpo se condolía. Al fin llegamos a nuestra casa, y ya en ella encoyíu (encogido) por el temor, aguardaba resignado que mi madre calmara su furia dándome una nueva cuera, que mereciéndola, no la merecía. Estaba visto que llevaba unos días, que todos los golpes me habían elegido a mí para sus descansos, primero el cobarde de mi amo, que con sus asquerosas manos, me había puesto el rostro, tan descalabrado que no había en él un lugar sano donde coyera una guya (cupiera una aguja), después el canalla del guardia, que me dejara las orejas tan maltratadas, que me parecía que no eran mías, y para finalizar mi madre con aquella argurtóuxa tocata que m'apurriera (alta paliza que me propinara), que según me parecía, no había sido nada más que la parba (desayuno breve) de la que se esperaba Furibunda y desesperada asiome mi madre por mis maltrechos hombros, y al mirarme yo en sus hermosos y enojudos ojos, pude ver en lo más profundo de ellos, el desmesurado amor que la pobre me tenía, y lejos de azotarme como yo pensaba, sólo me preguntó muy apenada y preocupada: ¿De dónde vamos a sacar esas ciento cincuenta pesetas Xulín? ¡En alguna parte hijo, nos las agenciaremos, porque yo no permitiré que esta canallesca ley, hecha por indeseables sin entrañas, te lleven al reformatorio, donde ellos se tenían primero que reformar, para no seguir sembrando entre los desventurados vencidos, tanta vengativa y nefastosa canallada! Al día siguiente al rayar el alba, después de desayunar el rabón, (leche ácida cocida con harina de maíz) del que yo sí que me harté, pero ella la pobre apenas comió unas cucharadas, armada mi madre de un azáu (hacha) que había pedido prestado a un vecino, y yo de una foiceta (hoz) de podar la leña, fuimos al monte comunal a baltiar (cortar) leña, pues un carro de leña de encina, roble y espinero, que pesaba más de tres mil kilos, pagaba el maestro panadero, de la única panadería que había en el concejo, cincuenta pesetas por él, así que teníamos todo un mes por delante, para preparar los nueve mil kilos de leña, que nos proporcionarían las ciento cincuenta pesetas, con las que calmaríamos las iras de aquella inhumana ley, que tan despiadadamente nos había castigado. Parecía que mi madre poseía la fuerza del más intrépido de los hombres, talmente era un gigante que con una fiereza incomparable, chorreando sudor y espelurciada su rubia cabellera al viento, cortaba sin el menor descanso encinas, robles y espineros, mientras que yo imitándola en cuanto podía, podaba aquellos arbustos con el más grande de todos mis entusiasmos. Serían las tres de la tarde y no habíamos hecho aun el más pequeño descanso, cuando mi madre me dijo que buscase caracoles, que se criaban en abundancia por aquellos lugares, tal cosa hice mientras que ella prendía un buen fuego, y allí asamos los caracoles que al ser atacados por el calor, estiraban su cuerpo asándose perfectamente, y fue aquella asquerosa comida la que mitigó nuestra hambre. Y así un día, y quince, y veinte, hasta que logramos preparar sin desfallecer ni descansar, los tres carros de leña, acarreándolos a las costillas, en otras ocasiones poleándolos (haciéndoles rodar) por entre los zarzales y las peñas, hasta poder llegar con tan copiosa cantidad de leña, al estratégico lugar donde el panadero con su carro, pudiera cargar la leña. Estábamos embalagándola (apilándola) mi madre y yo muy ufanos y satisfechos, de la difícil victoria que habíamos en tan escaso tiempo conseguido, porque en duda pongo, que pocas gentes en todo el Universo en las circunstancias que nosotros nos encontrábamos hubieran podido lograrlo. Digo yo que en tal trabajo nos encontrábamos amontonando aquella leña, que todos los tochos (leños) medio descortezados por la cantidad de veces, que fue menester rodarlos por entre los cuetus (piedras) que poblaban aquel xerrapeíru (sierra) daban señales y no por los cortes de las herramientas, de haber sufrido lo indecible por encontrarse despeyexáus (despellejados) hasta casi el total emporricamiento (desnudez) de las arnas (cortezas) que los cubrían. Nuestras físicas humanidades se encontraban tan maltrechas después de tantos días de sobrehumano trabajo y de raquíticos y deplorables alimentos, que tal parecía que éramos cadabres (cadáveres) vivientes, sino supiesen cuantos nos conocían, que éramos dos invencibles barras del más puro acero. Yo descalzo de afechu (del todo) y mi madre con las alpargatas dándoles vueltas alrededor del tobillo, imposibilitadas del menor encatesu (remiendo) todas nuestras escasas vestiduras lucíanse tan acuchilladas, como si fatáus (muchos) puñales anárquicamente las hubieran rasgado. Y nuestras pieles por todos los lados se encontraban arraguñáes (arañadas), pinchadas, magulladas, en definitiva martirizadas por las piedras, por los espinos, por la infinidad de arbustos que en aquella sierra casi inaccesible para las mismas cabras, yo y mi madre como dos guerreros invencibles, cortamos aquellos tres carros de leña, que al decir de mi madre, servirían estupendísimamente bien para amagostar (asar) a la propia ley, y a los sinvergüenzas y deshumanizadores fascistones que la vieran fechu (hubieran hecho). Y en postura tan deplorable se empobrecían nuestros desventurados cuerpos, por todo lo contrario, nuestros espíritus se lucían sanos y fortalecidos, orgullosos y alegres, por haber conseguido aquel trabajoso y casi imposible triunfo. También solía decir mi madre dentro de una rabia y desilusión enfurecida, que si los «roxus» (rojos) hubiesen batallado con el mismo ardor, e indómito entusiasmo que nosotros habíamos puesto, todos los fascistones de Europa serían nada para vencerlos, ni en lo más mínimo. Vuelvo a repetir, que concluíamos mi madre y yo de empericotar (apilar) los cuatro leños que faltaban para dar por terminada aquella proeza, cuando la diosa fortuna nos vino a visitar en la forma de Falu el maderero, que más o menos, esto fue lo que nos hizo, y nos dijo: ¡Buenas tardes Lluza!, que así era como llamaban en asturiano a mi madre, ya que en castellano su gracia es Luzdivina. ¡Se ‘l tou home allevantara la motchera, ya te viera a tí ya ‘l tuo fiyiquín, nel estáu que vus deixó la llamazoúsa ley del venceor, paime amín, qu'el probetayu espavoríu per tan grandie inxusticia, oitra vez se morrería! (Si tu marido volviera al mundo y te viera a ti y a tu pequeño hijo, en la situación que os ha dejado la fangosa ley del vencedor, me parece a mí, que el pobre lleno de un enloquecedor pavor por tan grande injusticia, otra vez se volvería a morir). —Recuerdo yo muy bien, lo mismo que si en este momento de nuevo lo estuviese viviendo, lo que me ha hecho esta canallesca ley que ahora a ti te martiriza, cuando en los frentes de Teruel me cogieron prisionero. Me internaron en un campo de concentración, y me dieron más palos que días me quedan de vida, aunque muerra tan viétchu (muera tan viejo) como Marcelín el de Fresnedo, que le llevó Dios cuando pasaba de los ciento diez años. Como comida nos daban una lata redonda de sardinas o bonito, que los prisioneros le llamábamos «el reloj», ya que así era de pequeña. Cuando te salía podre, que sucedía la mayor parte de las veces, te pasabas el día haciendo vigilia. ¿Cuánto te va a dar el panadero por esta leña Lluza? ¡Hombre yo creo que son tres carros buenos, y como está pagándose a diez duros el carro, pues me dará treinta! ¿Algamate? (alcánzate para la multa). ¡Sí Falu, ye lu xustu! (Es lo justo). Rafael, que así se llamaba Falu, (uno de los hombres más honrados, trabajadores y enteros que yo he conocido), a la vez que del bolsillo interior de su chaqueta sacaba la cartera dijo: ¡Mera compañera, voy a venir con el camión de la compañía maderera y llevar toda esta montaña de leña a Trubia, yo te voy a entregar ahora por ella trescientas pesetas, si después vale más, ya te daré el resto, y si vale menos, considera ese dinero que te di, como regalo de un roxu decente ya honráu comu tú le yes miou neña! (Rojo decente y honrado como tú lo eres mujer). Al día siguiente que era feria semanal en la capital del concejo, pidiole mi madre prestado a una buena vecina amiga suya un paxiechacu (traje, vestido) y unas zapatillas, y así vestida de prestado la pobre, se trasladó bien de mañana a la Villa, pagó la multa a aquellos canallas que servían a una ley tan ultrajante, que a los vencidos y sus inocentes descendientes peor que a apestosos esclavos nos trataba. Luego, después, compró ella un paxietyín (un vestidito), unas zapatillas y unas madreñas, para mí, un buzo, que era la vestimenta que entre los pobres se estilaba, unas alpargatinas y unas fuertes madreñas, y después de mercar algunas cosas necesarias, vino para casa la mar de contenta y satisfecha. Y ahora yo me pregunto a muchos años de distancia, viviendo aquellos por mí vividos pisoteados y vengativos tiempos, ¿a qué asesinas, sucias y cobardosas manos, irían a parar, aquellos nuestros dineros, ganados con el sobrehumano esfuerzo y la más justa honradez, manchados por la sangre de nuestras heridas producidas en el agotador trabajo, y mojados por tantas gotas de sudor, como de estrellas debe de haber en el infinito cielo? ¿No se dan cuenta amigos lectores, que injusticias como ésta, o de otra índole aun mayores, deben de contarse al Mundo, pese a quien pese, para quienes las escuchan forjen en sus sentimientos, de que en toda guerra, y sobre todo las civiles, dejan tras de sí, primeramente el dolor más deshumanizante, después las venganzas más pervertidas, que darán vida con fuerza ilimitada, a la repugnante, sanguinaria y odiosa fiera, que todo ser humano, desde los primitivos tiempos de su nacencia, lleva celosamente escondida, en el apartamiento más oscuro y más brillante de su espíritu, donde se mueve gozoso el sentimiento humano, tras de saber que a su Prójimo bien le ha hecho, y se revuelve envilecido, encanallado y airado por el odio y las iras endiabladas, cuando también comprende que a sus semejantes, en el dolor y el sufrimiento los ha sumergido. Y fue precisamente a estos desatinados sentimientos, manejantes en aquellos tristes momentos, de las inhumanas leyes que regían los destinos de mi Patria, donde fueron a parar mis dineros, mis primeros dineros, ganados con más santidad y honradez, que pueda llevar dentro la propia Hostia Santa, que es tanto como decir, que sólo los mismos demonios faltos de toda conciencia y sin el más mínimo sentimiento de honestidad, podrían sin sentir asco de sus propias personas, apoderarse de los honrados y muy fatigosos trabajos, de una viuda de los roxus (izquierdistas, rojos, por el mismo estilo), y de un huérfano de los mismos. ¡¡Yo creo, que como aún no habían satisfecho sus ansias asesinas, con la muerte de mi padre y de tantos inocentes, precisaban en el momento que preciso les venía, afestinarse en postres con el esfuerzo y sufrimiento de sus deudos!! Durante algunos días viví yo jugueteando por la aldea, mi vida sin ninguna preocupación, muy contento porque iba vestido con aquel mono nuevo, más delgado que un papel de fumar, ya que se me había esgazáu (roto) por más de media docena de lugares, pero aún así, a mí me parecía que llevaba puesto, mejores galas que el mismo vencedor, que poco lucía sobre sus costillas, que se le pudiera denominar verdaderamente honrado. Mi madre mientras tanto, seguía incansablemente trabajando por las tierras de los vecinos, sin jamás cobrarles ni una peseta de sueldo, pues ella tan sólo quería, que al cambio de sus sudores le dieran una cestina de patatas, una fontadina de farina, ou de fabes lu mesmu foran prietes que blanques, d'arbeyinus ou d'oitra cebeira, dalgún terreñaín de lleiche, mazá, tarabazá, ‘n culiestrus ou cabantes de brañar. (Una fuente de harina, o de alubias de cualquier marca o color que fueran, de guisantes o de cualquier otro cereal que fuera, algún jarro de leche, desnatada, cuajada, o la que alumbran las vacas recién paridas, o de la que terminasen de ordeñar a una vaca de leche). Ella llegaba todos los atardeceres a nuestra casa, sudorosa y cansada, pero resplandeciente de alegría, porque en su mandil traía mi comida. Luego, después de que yo me hartaba, nos acostábamos los dos en aquel jergón de sacos, repleto de hojas de maíz y también de pulgas, y abrazada a mí, se quedaba muy pronto profundamente dormida. Yo que desde niño he dormido poco siempre, quizás para hacer bueno el dicho que de camino me invento, que considera al que poco duerme más infeliz, que quienes tienen la dicha de dormir prácticamente, dentro de estos mis desvelos, en la silenciosa tranquilidad de la noche de aquella amplia sala desmueblada, cuyas paredes y techo estaban del sarro que deja el humo, y plagadas de arroxetáus (enrubiecidos) goterones, que ponían al descubierto las primeras pinturas que habían tenido, fendíu (cortado) de continuo este silencio, por el risueño y sórdido murmullo que alumbraba el pequeño río que vertiginosamente se deslizaba a menos de diez metros de nuestra casa, y otras veces también era enruxeráu (alterado) aquel silencio, por los ladridos de los perros de la aldea, o por el cante siempre misterioso y apabullador que hacen las curuxas (buhos) en la noche, cuento yo en que estos desvelos, observaba el placenteroso dormir de mi madre, con su respirar acompasado, fuerte y sano, con todos sus acerosos músculos, con naturalidad relajados, talmente parecía mi madre del todo inofensiva, mas sin embargo, aquel perfecto y vigoroso cuerpo que acoplaba fuerzas en el descanso, de la misma natural manera que agigantadamente dormido descansaba, cuando despierto se hallaba, se transformaba en un invencible e incansable guerrero, condenada ya a luchar en l'engarradiétcha del trabayu (la pelea del trabajo), todos los momentos de su vida, por los mismos endemoniados vencedores, que primeramente le habían achuquináu ‘l sou home ya lus sous fíus. (Asesinado a su marido y a sus hijos). Y ahora que ya todo ha pasado, y lejos de olvidarlo se agiganta cada día más en mi mente, yo me pregunto, que si mi madre no hubiese sido así de luchadora, de brava, de valiente y honrada, qué seria de mí y de ella misma, acosados en todo momento por la ley insana del vencedor, y xunius (uncidos) también para siempre, en el desventuroso carro de la esclavitud bien vigilada, por el látigo y la pistola del triunfador.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > carraca

  • 10 straight

    streit
    1. adjective
    1) (not bent or curved: a straight line; straight (= not curly) hair; That line is not straight.) recto, liso
    2) ((of a person, his behaviour etc) honest, frank and direct: Give me a straight answer!) honrado, de confianza, sincero, franco
    3) (properly or levelly positioned: Your tie isn't straight.) derecho, recto
    4) (correct and tidy: I'll never get this house straight!; Now let's get the facts straight!) en orden, arreglado
    5) ((of drinks) not mixed: a straight gin.) solo
    6) ((of a face, expression etc) not smiling or laughing: You should keep a straight face while you tell a joke.) serio
    7) ((of an actor) playing normal characters, or (of a play) of the ordinary type - not a musical or variety show.) serio, dramático

    2. adverb
    1) (in a straight, not curved, line; directly: His route went straight across the desert; She can't steer straight; Keep straight on.) recto, directamente
    2) (immediately, without any delay: He went straight home after the meeting.) directamente
    3) (honestly or fairly: You're not playing (= behaving) straight.) francamente, con franqueza

    3. noun
    (the straight part of something, eg of a racecourse: He's in the final straight.) recta
    - straightness
    - straightforward
    - straightforwardly
    - straightforwardness
    - straight talking
    - go straight
    - straight away
    - straighten out/up
    - a straight fight
    - straight off

    straight1 adj
    1. liso
    2. recto / derecho
    3. en orden
    straight2 adv
    1. recto / derecho
    2. directamente
    straight away enseguida / inmediatamente
    tr[streɪt]
    1 (not curved - gen) recto,-a; (- hair) liso,-a
    can you walk in a straight line? ¿puedes caminar en línea recta?
    2 (level, upright) derecho,-a, recto,-a
    backs straight! ¡espalda recta!
    is my tie straight? ¿tengo la corbata recta?
    3 (tidy, neat) en orden, arreglado,-a
    4 (honest - person) honrado,-a, de confianza; (sincere) sincero,-a, franco,-a
    5 (direct - question) directo,-a; (- refusal, rejection) categórico,-a, rotundo,-a
    he gave me a straight "no" for an answer su respuesta fue un "no" rotundo
    6 (correct, accurate) correcto,-a
    have you got your facts straight? ¿tienes la información correcta?
    7 (consecutive) seguido,-a
    8 (drink) solo,-a
    9 (play, actor, etc) serio,-a, dramático,-a
    10 (person - conventional) convencional; (- heterosexual) heterosexual; (non-drug user) que no toma droga
    2 (not in a curve) derecho,-a, recto,-a
    3 (directly) directamente
    4 (immediately) en seguida
    5 (frankly) francamente, con franqueza
    6 (clearly) claro, con claridad
    1 SMALLSPORT/SMALL (in race) recta
    2 (in cards) escalera
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    as straight as an arrow/die (line, direction) derecho,-a como una vela 2 (person) honrado,-a
    the straight and narrow el buen camino
    straight away en seguida
    straight off sin pensarlo, en el acto
    straight up en serio
    to keep a straight face contener la risa
    to play straight (with somebody) jugar limpio (con alguien)
    to put/set the record straight dejar las cosas claras, aclarar las cosas, poner las cosas en su lugar
    to put/set somebody straight (about something) explicar los hechos a alguien
    to vote a/the straight ticket SMALLAMERICAN ENGLISH/SMALL votar a candidatos del mismo partido para todos los cargos
    straight choice alternativa clara
    straight profit beneficio limpio
    straight swap cambio directo
    straight ['streɪt] adv
    1) : derecho, directamente
    go straight, then turn right: sigue derecho, luego gira a la derecha
    2) honestly: honestamente
    to go straight: enmendarse
    3) clearly: con claridad
    4) frankly: francamente, con franqueza
    1) : recto (dícese de las líneas, etc.), derecho (dícese de algo vertical), lacio (dícese del pelo)
    2) honest, just: honesto, justo
    3) neat, orderly: arreglado, ordenado
    adj.
    derecho, -a adj.
    directo, -a adj.
    engallado, -a adj.
    enhiesto, -a adj.
    erguido, -a adj.
    franco, -a adj.
    liso, -a adj.
    recto, -a adj.
    seguido, -a adj.
    serio, -a adj.
    adv.
    derechamente adv.
    derecho adv.
    directamente adv.
    recto adv.
    straight* (Sexuality)
    n.
    buga* s.m.

    I streɪt
    adjective -er, -est
    1)
    a) ( not curved or wavy) recto; < hair> lacio, liso
    b) (level, upright, vertical) (pred)

    to be straight — estar* derecho

    is my tie straight? — ¿tengo la corbata derecha or bien puesta?

    your tie isn't straightllevas or tienes la corbata torcida

    2) ( in order) (pred)

    is my hair straight? — ¿tengo bien el pelo?

    I have to get o put my room straight — tengo que ordenar mi cuarto

    if I pay for the coffees, we'll be straight — si pago los cafés quedamos or estamos en paz or (CS) a mano

    to get something straight: let's get this straight a ver si nos entendemos; you have to make sure you've got your facts straight tienes que asegurarte de que la información que tienes es correcta; to set the record straight dejar las cosas en claro; to put o set somebody straight about something — aclararle algo a alguien

    3)
    a) (direct, clear) <denial/refusal> rotundo, categórico

    it's a straight choice between buying a car or going on holiday — la alternativa es clara: o se compra un coche o se va de vacaciones

    I made $20,000 straight profit — saqué 20.000 dólares limpios de beneficio

    she got straight A's — ≈sacó sobresaliente en todo

    b) ( unmixed) <gin/vodka> solo
    4) (honest, frank) < question> directo; < answer> claro

    all I want is a straight yes or no — lo único que quiero es que me digas que sí o que no, sin más

    he won in straight sets — ( Sport) ganó sin conceder or sin perder ningún set

    this is the fifth straight day it's happened — (AmE) éste es el quinto día seguido que pasa

    6)
    a) ( serious) <play/actor> dramático, serio
    b) ( conventional) (colloq) convencional
    c) ( heterosexual) (colloq) heterosexual

    II
    1)
    a) ( in a straight line) < walk> en línea recta
    b) ( erect) <sit/stand> derecho
    2)
    a) ( directly) directamente

    I came straight home from workvine directamente or derecho a casa después del trabajo

    straight after dinner — inmediatamente después de cenar, en cuanto terminé de cenar

    she said straight off she wasn't paying — (colloq) dijo de entrada que ella no pagaba

    I'll come straight to the pointiré derecho or directamente al grano

    3) (colloq)
    a) ( frankly) con franqueza
    b) ( honestly)

    are you playing straight with me?¿estás jugando limpio conmigo?

    to go straight: he swore he'd go straight — prometió que se reformaría

    4) ( clearly) <see/think> con claridad
    5) ( Theat) < play> de manera clásica

    III
    [streɪt]
    1. ADJ
    (compar straighter) (superl straightest)
    1) (=not bent or curved) [line, road, nose, skirt] recto; [trousers] de perneras estrechas, de pata estrecha *; [hair] lacio, liso; [shoulders] erguido, recto

    I couldn't keep a straight face, I couldn't keep my face straight — no podía mantener la cara seria

    2) (=not askew) [picture, rug, hat, hem] derecho

    your tie isn't straight — tienes la corbata torcida, tu corbata no está bien

    to put or set straight — [+ picture, hat, tie, rug] poner derecho

    3) (=honest, direct) [answer] franco, directo; [question] directo; [refusal, denial] categórico, rotundo

    all I want is a straight answer to a straight question — lo único que pido es que respondas con franqueza a una pregunta directa

    it's time for some straight talkinges hora de hablar con franqueza or claramente

    to be straight with sb — ser franco con algn, hablar a algn con toda franqueza

    4) (=unambiguous) claro

    is that straight? — ¿está claro?

    to get sth straight, let's get that straight right from the start — vamos a dejar eso claro desde el principio

    have you got that straight? — ¿lo has entendido?, ¿está claro?

    to put or set sth straight — aclarar algo

    to put or set things or matters straight — aclarar las cosas

    to put or set the record straight — aclarar las cosas

    he soon put or set me straight — enseguida me aclaró las cosas

    5) (=tidy, in order) [house, room] arreglado, ordenado; [books, affairs, accounts] en orden

    to get or put sth straight — arreglar algo

    6) (=clear-cut, simple) [choice, swap] simple

    we made £50 straight profit on the deal — sacamos 50 libras limpias del negocio

    7) (=consecutive) [victories, defeats, games] consecutivo

    to get straight Assacar sobresaliente en todo

    a straight flush (in poker) una escalera real

    she lost in straight sets to Pat Hay — (in tennis) perdió contra Pat Hay sin ganar ningún set

    we had ten straight wins — ganamos diez veces seguidas, tuvimos diez victorias consecutivas

    8) (=neat) [whisky, vodka] solo
    9) (Theat) (=not comic) [part, play, theatre, actor] dramático, serio
    10) * (=conventional) [person] de cabeza cuadrada *

    she's a nice person, but very straight — es maja pero tiene la cabeza demasiado cuadrada *

    11) * (=not owed or owing money)

    if I give you a fiver, then we'll be straight — si te doy cinco libras, estamos en paz

    12) * (=heterosexual) heterosexual, hetero *
    13) * (=not criminal) [person]
    14) ** (=not using drugs)

    I've been straight for 13 years — hace 13 años que dejé las drogas, llevo 13 años desenganchado de las drogas

    2. ADV
    1) (=in a straight line) [walk, shoot, fly] en línea recta; [grow] recto

    stand up straight! — ¡ponte derecho or erguido!

    straight above us — directamente encima de nosotros

    it's straight across the road from us — está justo al otro lado de la calle

    to go straight ahead — ir todo recto, ir todo derecho

    to look straight ahead — mirar al frente, mirar hacia adelante

    to look straight at sb — mirar derecho hacia algn

    to hold o.s. straight — mantenerse derecho

    to look sb straight in the eye — mirar directamente a los ojos de algn

    to go straight on — ir todo recto, ir todo derecho

    the bullet went straight through his chest — la bala le atravesó limpiamente el pecho

    I saw a car coming straight towards me — vi un coche que venía derecho hacia mi

    to look straight upmirar hacia arriba

    2) (=level)

    to hang straight — [picture] estar derecho

    3) (=directly) directamente; (=immediately) inmediatamente

    I went straight home/to bed — fui derecho a casa/a la cama

    straight after this — inmediatamente después de esto

    straight away — inmediatamente, en seguida, al tiro (Chile)

    straight off(=without hesitation) sin vacilar; (=immediately) inmediatamente; (=directly) directamente, sin rodeos

    4) (=frankly) francamente, con franqueza

    just give it to me or tell me straight — dímelo francamente or con franqueza

    to tell sb sth straight outdecir algo a algn sin rodeos or directamente

    straight up(Brit) * en serio

    straight from the shoulder —

    5) (=neat) [drink] solo
    6) (=clearly) [think] con claridad
    7) *

    to go straight — (=reform) [criminal] enmendarse; [drug addict] dejar de tomar drogas, desengancharse

    he's been going straight for a year now[ex-criminal] hace ahora un año que lleva una vida honrada; [ex-addict] hace un año que dejó las drogas, lleva un año desenganchado de las drogas

    8) (Theat)
    9) (=consecutively)
    3. N
    1) (=straight line)

    to cut sth on the straight — cortar algo derecho

    2) (Brit) (on racecourse)

    the straight — la recta

    3) (Cards) runfla f, escalera f
    4) * (=heterosexual) heterosexual mf
    4.
    CPD

    straight angle Nángulo m llano

    straight arrow * N(US) estrecho(-a) m / f de miras

    straight man Nactor m que da pie al cómico

    straight razor N(US) navaja f de barbero

    straight sex N(=not homosexual) sexo m entre heterosexuales; (=conventional) relaciones fpl sexuales convencionales, sexo m sin florituras *

    straight ticket N (US) (Pol) —

    * * *

    I [streɪt]
    adjective -er, -est
    1)
    a) ( not curved or wavy) recto; < hair> lacio, liso
    b) (level, upright, vertical) (pred)

    to be straight — estar* derecho

    is my tie straight? — ¿tengo la corbata derecha or bien puesta?

    your tie isn't straightllevas or tienes la corbata torcida

    2) ( in order) (pred)

    is my hair straight? — ¿tengo bien el pelo?

    I have to get o put my room straight — tengo que ordenar mi cuarto

    if I pay for the coffees, we'll be straight — si pago los cafés quedamos or estamos en paz or (CS) a mano

    to get something straight: let's get this straight a ver si nos entendemos; you have to make sure you've got your facts straight tienes que asegurarte de que la información que tienes es correcta; to set the record straight dejar las cosas en claro; to put o set somebody straight about something — aclararle algo a alguien

    3)
    a) (direct, clear) <denial/refusal> rotundo, categórico

    it's a straight choice between buying a car or going on holiday — la alternativa es clara: o se compra un coche o se va de vacaciones

    I made $20,000 straight profit — saqué 20.000 dólares limpios de beneficio

    she got straight A's — ≈sacó sobresaliente en todo

    b) ( unmixed) <gin/vodka> solo
    4) (honest, frank) < question> directo; < answer> claro

    all I want is a straight yes or no — lo único que quiero es que me digas que sí o que no, sin más

    he won in straight sets — ( Sport) ganó sin conceder or sin perder ningún set

    this is the fifth straight day it's happened — (AmE) éste es el quinto día seguido que pasa

    6)
    a) ( serious) <play/actor> dramático, serio
    b) ( conventional) (colloq) convencional
    c) ( heterosexual) (colloq) heterosexual

    II
    1)
    a) ( in a straight line) < walk> en línea recta
    b) ( erect) <sit/stand> derecho
    2)
    a) ( directly) directamente

    I came straight home from workvine directamente or derecho a casa después del trabajo

    straight after dinner — inmediatamente después de cenar, en cuanto terminé de cenar

    she said straight off she wasn't paying — (colloq) dijo de entrada que ella no pagaba

    I'll come straight to the pointiré derecho or directamente al grano

    3) (colloq)
    a) ( frankly) con franqueza
    b) ( honestly)

    are you playing straight with me?¿estás jugando limpio conmigo?

    to go straight: he swore he'd go straight — prometió que se reformaría

    4) ( clearly) <see/think> con claridad
    5) ( Theat) < play> de manera clásica

    III

    English-spanish dictionary > straight

См. также в других словарях:

  • narices — ► nariz narices, dar con la puerta en las nari expr. despedir, despachar de mala manera. ❙ «...me echó de su casa y me dio con la puerta en las narices...» You, enero, 1998. ❙ «Si se acerca a ti, no le des con la puerta en las narices...»… …   Diccionario del Argot "El Sohez"

  • delante — (Del bajo lat. inante, delante, enfrente < ante, antes.) ► adverbio 1 En primer término, en lugar anterior: ■ tú que eres el más bajo ponte delante. ANTÓNIMO detrás 2 Enfrente, en el sitio opuesto al que está una persona o cosa: ■ no tienes… …   Enciclopedia Universal

  • dar con la puerta en las nari — narices, dar con la puerta en las nari expr. despedir, despachar de mala manera. ❙ «...me echó de su casa y me dio con la puerta en las narices...» You, enero, 1998. ❙ «Si se acerca a ti, no le des con la puerta en las narices...» SúperPop, junio …   Diccionario del Argot "El Sohez"

  • Wikipedia:Café (todos) — Atajos WP:CWP:C …   Wikipedia Español

  • pronombres personales átonos — 1. Formas. Los pronombres personales átonos son aquellos que funcionan como complemento verbal no preposicional (Ya te lo he dicho) o como formante de los verbos pronominales (Ahora me arrepiento). Precisamente por su carácter átono, se… …   Diccionario panhispánico de dudas

  • Wikipedia:Café/Portal/Archivo/Noticias/Actual — Café: Noticias …   Wikipedia Español

  • Gramática del español — Estatua del gramático Antonio de Nebrija en la Biblioteca Nacional de Madrid, por Anselmo Nogués. En 1492, Nebrija fue el primer europeo en escribir una gramática de una lengua románica o neolatina, el español …   Wikipedia Español

  • Betty y Barney Hill — fueron un matrimonio estadounidense que alcanzó la fama luego de afirmar que habían sido secuestrados por supuestos seres extraterrestres entre el 19 y el 20 de septiembre de 1961. La historia narrada por la pareja, comúnmente denominada la… …   Wikipedia Español

  • Cabeza — (Del lat. vulgar capitia < lat. caput, itis.) ► sustantivo femenino 1 ANATOMÍA Parte superior del cuerpo humano y superior o anterior del de muchos animales, donde residen los principales centros nerviosos y los órganos de los sentidos. 2… …   Enciclopedia Universal

  • Personajes de Bobobo — Anexo:Personajes de Bobobo Saltar a navegación, búsqueda Diferentes personajes aparecidos en la serie de Bobobo (, ボボボーボ・ボーボボ?, Bobobō bo Bō bobo), especialmente en su versión animada. Entre paréntesis aparece su nombre original, o el que se… …   Wikipedia Español

  • Personajes de Aquí no hay quien viva — Anexo:Personajes de Aquí no hay quien viva Saltar a navegación, búsqueda Este anexo muestra los personajes de la serie de televisión española Aquí no hay quien viva ordenados según su lugar en el edificio. Contenido 1 En el videoclub 2 En la… …   Wikipedia Español

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